lunes, 23 de junio de 2008

La experimentación y esa costumbre que tenemos de probar...

Yo tuve una infancia rara. Desde los seis años hasta casi los trece estuve mas o menos enfermo y eso en estas latitudes quiere decir encerrado en casa. Yo echo la culpa a eso de mis habitos mas cercanos a las tareas tradicionalmente femeninas que a las masculinas, a saber; me gusta bastante mas cocinar que hacer soldadura de arco o coser y hacer calceta que tirarme al monte a matar animales. Es un modo algo burdo de definirlo pero por economía de espacio...



Esto lo ha agradecido mucho Mari que siendo mujer y muy bella es mas amiga de la cosa manual que yo, mas amiga de los enchufes, mas de pintar paredes y otros menesteres similares que de la cocina. Y en eso quería entrar.

Debo catar mucho vino por razones profesionales y es por los mismos motivos de salud por los que no es recomendable, entre otras razones claro esta, que lo haga en ayunas. Y como lo hago en casa y en fin de semana acabo experimentando. Que conste que estas fotografías además de poco agraciadas no hacen justicia a lo que "salio" de los fogones (de la vitro mas bien) porque en el segundo de los casos la cosa estaba impresionante.


Para empezar este caso que llamaremos Sardina sobre cama de patata, de autoría de Julius, cocinero del Canal Cocina y al que sigo bastante. Es simple la cosa, con una cama de puré de patata con el que se ha hecho una torta, ayudando al puré con un casi nada de pan rallado y tostando convenientemente por ambas caras. Julius utilizaba sardina fresca y por estar en el tiempo estaría bien pero yo solvente la cuestión con Sardinilla en conserva de la marca "1884" difícil de conseguir pero que vale la pena. Lo acompañe con un ribeiro Cunqueiro III Milenio de 2007 que me gusto.



La segunda "cosa", porque llamarle plato me parece faltar un poco a la verdad, la denominaremos Rollo de Pavo relleno al queso de San Simón y salsa de vino tinto. También sobre base de una receta ajena, aquí hay algo mas de mi cosecha.

Filetes de pavo que se rellenan con una loncha de jamón cocido y unos trozos de queso de San Simón da Costa. Se enrollan y se cierran con palillos, se sofríen para marcar y en olla a parte se reduce algo de vino tinto y sumergimos los rollos ya marcados. Cubrimos con caldo de pollo y dejamos que la cosa se haga unos quince minutos. Una vez listo reduje algo mas la salsa y la espese con un casi nada de Maizena. Esto se acompaño de un tinto La Vicalanda Rva. de 2003 que también me gusto, mucho para ser exactos a pesar de ser Rioja. No tan concentrado, la madera muy bien encajada, sobrio pero sin afectar y un punto atrevido para lo que había probado de la marca en el pasado.



Se que sois pocos los que seguís estas vicisitudes mías por la vida y el vino, pero me parecía de recibo acercaros estos dos "hitos" culinarios para un servidor. Tengo mas y mas antiguos pero no los fotografiaba. Tranquilos prometo hablar de vino pronto jeje.

2 comentarios:

José Luis Giménez dijo...

Ese mismo pincho de patata y sardinas pruébalo con filetes de sardinas frescas marinadas en sal gorda unas 5-6 horas. Hilito de aceite de oliva... buff, ¡qué rico! ;)
Saludos,
Jose

José Luis Louzán dijo...

Gracias tocallo, tomo nota. Esperare ha que pase san juan para poder pillar sardinas "con xeito"