jueves, 24 de diciembre de 2015

Listas (II)

Tras la expectación despertada (jajajaja....) continúo con mi lista de lo probado y no despreciado por un servidor en este clamoroso 2015. Pero antes, un pequeño inserto publicitario.

Uno de los problemas de los que adolece el mundo del vino pasa por la hipocresía y el cinismo. Hipócrita es un sector y una gente que acepta que se la ningunee por la voluntad de unos pocos y cínico es aquel que, aún sabiendo que lo que dice no es cierto y que todo el mundo lo sabe, insiste en su versión de los hechos.

Los cínicos mantienen a flote el negocio, para que lo vamos a negar. Y los hipócritas también, porque no decirlo. Así que celebremos que en 2016 seguiremos sin calificadores objetivos e independientes al frente de la opinión en el sector. Celebremos que las mismas guías, las mismas personas, los mismos "gurús" y estructuras vetustas y trasnochadas seguirán dando medallas, rosetones, puntos y demás fandangas a elaboradores y bodegas encantados de conocerse. Celebremos que, por enésima vez, millones de euros se dilapidaran en organizaciones inútiles y cerradas en las que unos pocos seguirán gestionando a voluntad y por su propio interés (en exclusiva) lo que debería ser dinero de todos y para todos. Celebremos que "revolución" en el mundo del vino es ya, oficialmente, "el coño de la Bernarda". Otro término que, como pasó con "ecológico", "biodinámico" o "de autor" ha caído en manos de los chicos de marketing por la inacción y autocomplacencia (o miedo, para que negarlo) de aquellos que debieron haberlo hecho suyo, usado y manejado como único salvavidas a un fin anunciado. Celebremos.

En fin, el mundo gira, la lluvia moja, los trenes salen y el viejo demonio Jimmy sigue rondando libremente por aquí. Así que, a beber.

Mi Lista de 2015 (y 2)

16. Cies 2013

Rodri es Rodri. Este albariño me gusta, más que su hermano Sálvora (y además es más barato) y tiene de particular una fruta subida que en los demás 2013 no es tan patente. Buen vino para quedar bien y sobre los 15 euros.

17.  Lalama 2011.

Sea por que corresponde a una de las ultimas añadas "conscientes" de  esta bodega (yo me entiendo y quien quiera profundizar en el devenir de la gestión en Dominio do Bibei también) o por tratarse de una añada diferente en Ribeira Sacra, la verdad es que este Lalama me gusta. Es, además, un buen reflejo de como puede ser esta finca y su equilibrio entre la mencía y otras variedades en este inhóspito lugar del valle de Bibei. Son sobre 17€ bien pagados.

18.  XanLedo 2013

Lo tomamos con el Equipo Puagh y aun le estoy dando vueltas. Ya sea porque es de Pepiño y no apetece darle palos o porque uno tiene un muy buen recuerdo del "Viño de Pepiño", pero de este esperaba más. La verdad es que es de esos vinos que, tomado con prisa, dan ganas de cagarse en su autor. La gracia está, como con otros, en que crece y mejora al darle un rato y eso solo lo hacen los vinos con personalidad y carácter propio y, creo yo, hay que valorarlo. En este Ribeiro (Caiño y Brancellao) lo mejor, creo, está por venir. Son casi 18 euros y eso tira para atrás, lo entiendo.

19.  Arcan 2013

Este albariño fue, de lejos, el que mas me sorprendió este año, de una larga lista de monovarietales de esta uva probada (como cada año desde hace unos cuantos). Es raro como un perro verde porque, aun respondiendo a lo básico en un albariño (fresco, fragante, abierto...) afirma su origen y es sal, es concha de marisco y playa matinal y es A Lanzada. Es un vino que no puede mentir sobre su origen, en palabras del gran Fisac, y es la manifestación real de que hay que saber leer un lugar para hacer un gran vino en el. Y desde su casa, Dominique y Laura "leen" las fincas de Chema y su señora. Y Arcan es el resultado. Brutal. Solo 9€!

20.  Crisopa 2013

La añada 2013 en Rías Baixas, en palabras de un amigo, "separó a los hombres de los niños". Dice este amigo que se nota muy mucho a quien le hizo falta "una ayuda extra" y a quien no y, sobre todo, quien sabía de verdad que debía hacer con sus viñas y quien no, tras un año raro, de calor fuera de sitio y lluvias escasa y extemporáneas. Crisopa es realmente difícil, como albariño. Un albariño "senso antiguo", un vino raro, escaso, diferente en el sentido estricto del término. Y a mi me gusta horrores. Es incatalogable y eso, a mi, me encanta. Cuesta en tienda sobre 26 pavos, que yo considero de lo mejor gastados. Si, ya se, de los "expertos" no le gustó a casi nadie. Mejor, así queda más para los demás.


21.  Zárate "Tras da Viña" 2004

Adoro que una inmensa mayoría no tenga ni idea de vino. Me encanta. Imaginaos que todo el mundo probase, bebiese, comparase y eligiese bajo criterios de calidad y no en función del precio y la publicidad únicamente. De este vino no veríamos botella. Ni una. Pienso en aquellas 250 botellas del tinto Espadeiro de Locho que se fueron a Rusia porque las pagan y no las discute nadie y lloro. Imaginaos que de las 2500 botellas que se suelen hacer (más/menos) de este vino no viésemos ripio porque la gente supiese, realmente, lo que se pierde. Jamas me encontraría sin abrir un magnum de este vino de 2004 a la altura que estamos de 2015. Y sería dramático. Este vino, y otra media docena, son la única razón que media realmente entre que siga bebiendo o me vuelva abstemio y mande a la mierda todo este circo. Son unos 18 pavos por botella de 0,75 en condiciones normales.

22.  Superheroe 2012

Sebio es al mundo del vino lo que fue Jonathan Ives al diseño en electrónica. Un personaje más o menos desconocido, sin especial trascendencia personal, capaz sin embargo de leer entre lineas en un sector como el del vino en Galicia. Un tipo joven pero con una basta experiencia, que elabora vino bajo un prisma personal y diferente. Discutible, claro, pero propio y auténtico. Y esto, repito, haciendo vino en Galicia. Este tinto es un claro ejemplo de su autor porque es Ribeiro, es tinto, pero, sobre todo, es Sebio. Me gustó moderadamente cuando lo probé por primera vez, me gustó bastante más tres meses después y al probarlo anteayer en casa de un amíguete me ha encantado. Y esto, además de hablar muy bien de como se ha vendido, dice también mucho sobre su capacidad de crecimiento que es, en mi humildísima opinión, lo único que puede salvar las elaboraciones especiales de tintos y blancos de escasa producción en Galicia; que den, con el tiempo, a sus propietarios muchísimo más de lo que deberían. En este vino de 18€ en tienda esto es posible.

23.  O Esteiro Albamar 2013

Lo único mejor que este tinto Rías Baixas que he tomado este año es el O Esteiro de 2014. Es un vino tan, tan interesante que uno llega a creer que Xurxo hace trampa. ¿Como es posible sino que un tipo que jamas había hecho tintos de uvas frescas en Cambados acierte a la primera?. ¿De que forma mágica este tipo, con esas pintas tan poco eruditas, ¡sin bata!, es capaz de hacer 850 botellas mágicas, como estas?. Seguro que hace trampa, dirán los enólogos académicos. Bueno, la verdad es que si hizo trampa, si. Hizo vino. Tinto. Y nada más. Y nada menos. Si los "enólogos" quieren saber cómo, que le pregunten. A lo mejor aprenden algo (que lo dudo).
Está agotadísimo, pero mientras lo hubo rondó y supero los 25 euros. Un regalo.


24.  Castro Candaz A Boca do Demo 2013

  
Estos experimentos de Rodri y Raul son ya a día de hoy el clásico anual del frikerio. Nos gusta cuando sale, a lo "Star Wars", la enésima ocurrencia de este par de personajes y leer las críticas furibundas y las loas interesadas de las dos bancadas en que se divide el frikerio, entusiasmado o indignado a partes iguales. Somos tan tan previsibles. Este mencía es otra cosa, una especie de juego coral que a mi me gustó porque no creo que a golpe de 2015 beberla signifique nada más que otra botella abierta antes de tiempo. Y aún así.... tiene algo. Sus 28 euros tal vez metan miedo, pero vale la pena el riesgo.

25.  Altares de Postmarcos 2011

Hay algo realmente paradigmático en los albariños de Crusat. En primer lugar, su imposibilidad administrativa, que tenga que hacer su otro vino con una uva "fantasma" o que lo haga extramuros de la todopoderosa DO Rías Baixas y acabe haciendo un albariño que supera al 95% de los albariños que se hacen en la DO del albariño. Pero lo auténticamente brutal es que sea, además el mejor albariño. No el más autentico, no el que mejor refleja su lugar de procedencia, no. Es el mejor de los albariños que haría la industria, ¡y sin necesidad de ser industria!. Es un albariño fácil de beber, de acidez recogida pero presente, fragante en nariz pero sin exagerar y con una capacidad de crecer manifiesta. Ni mucho ni poco, pero algo de todo. El ideal de Huidobro pero sin necesidad de tratar a las uvas como si fuesen un problema en vez de una solución. Y en Pobra do Caramiñal, al otro lado de la ría, fuera de la DO. Un albariño sin "los albariños". Anatema.
A mi me encantó, aunque ya no existe y nunca lo podréis probar, salvo que os lo bebáis conmigo, algo improbable.  Este sale por 12 euros por botella


26.  La del terreno 2013

Y último. Digo último porque lo tomé ayer y, aunque beberé más antes de fin de año lo que no voy a hacer es escribir mucho más así que este será el último en 2015. Es Monastrell y con el me reconcilio con esta uva en la península ibérica porque, tras probar Mouvedre y Bandol nunca creí que me volvería a gustar su homónima nacional. Pero este vinillo, primera añada de una chica joven, contestataria, diferente y rebelde, tiene algo. Y es que no es insoportable. Su color es la noche oscura que promete Bandol, su frescura es aparente y escasa, si, pero es que yo quiero que queme. Quiero que la Monastrell abuse de mi, como aquel Beryna de 2005 o 2007. Quiero que me golpee, con cariño claro, pero también con rudeza. Y quiero bebérmelo y ponerme otra copa. Que no pese, aunque caliente. Y en Jumilla eso debe ser jodido, ya lo creo. Y este vinillo, sin mas pretensión y en 12€, lo consigue. Y eso, amigos y amigas, es mucho decir de alguien taaaaan joven como Julieta y en una uva taaaaan difícil como la Monastrell en Jumilla. Es, perdonadme el ejemplo, un vino que suena a la Suite para Cello de J.S. Bach...  más o menos.



Y ya está. Si, lo se. Habrá quien diga "ostras, pero yo te leí comentarios sobre otros vinos y no los has nombrado aquí". Pues si, es verdad. Estos están por recientes, por re-catados o porque impactaron de tal manera en mi que su recuerdo es casi indeleble y "se me aparecen en sueños". O casi. Quien no esté puede pensar que no está por algo grave y puede estar en lo cierto, si, aunque lo más probable es que se equivoque. Otros sin embargo no están porque tienen, o bien palmeros suficientes para difundir su brebaje o bien dinero suficiente para publicitarlo. En cualquiera de los dos casos, que les aproveche.

Si nada lo remedia nos veremos de nuevo en 2016. Así que, sin más, Felices fiestas, Bo Nadal,  Gabon Zoriontsuak, Bon Nadal o Merry Christmas. Bebedlo bien, yo lo haré.

martes, 22 de diciembre de 2015

Listas ( I )

Esto de terminar un año me tiene frito. Me pasa a menudo que la emoción me desborda por razones incontrolables para mi (consecuencia de mis desajustes y defectos) así que, en una suerte de lotería extraña, me pongo a llorar, me alegro o me apeno de forma exagerada en los lugares más imprevisibles. Y muchas veces en los más indeseables.

Para gestionar este torrente de sensaciones incontroladas se me recomienda, entre otras cosas, hacer listas. "Cumplir un objetivo, por pequeño que sea, es una de las mejores sensaciones en las personas, probadlo". Escuché esta frase a un personaje menor en el sentido estricto del termino. Javier García, bronce en el concurso de pértiga de la Olimpiada del 92 en Barcelona. Un tipo normal, que jamas aspiró a una medalla olímpica pero que, como otros muchos deportistas ignorados y practicantes de deportes minoritarios, se puso las pilas de cara a la cita memorable en la Barcelona olímpica. Así que García entrenó, se preparó, asistió a sesiones de psicoterapia, esculpió su cuerpo y preparó su mente para lograr un objetivo que, en circunstancias normales y sin mediar la cita olímpica, no era ni de lejos para alguien como el. Javier García no era ni profesional antes de Barcelona (Entiéndaseme. Profesional en atletismo en España antes del 92 era un término desconocido y difuso) y su concurso en Seul 88 fue más bien discreto (no quedó ni entre los 10 primeros). Así que nada hacía entrever su bronce 4 años después.

Sin embargo lo logró. Y lo hizo, a esto voy, haciendo listas. Cada día se planteaba una lista de objetivos, físicos y psíquicos, que debía cumplir al final de la jornada. A veces era quien de cumplir toda la lista y en otras ocasiones no, pero el simple hecho del reto diario lo empujó hacia el éxito. A un tipo normal, con un físico normal y una mente normal, pero con aspiraciones exageradas.

Mi lista de vinos en 2015 es poco ortodoxa. Como mínimo. Mucho gallego (obvio, vivo aquí), tintos y blancos casi a la par y precio contenido. Estos vinos que hoy planteo sin ningún orden y que me llevará más que un post ofreceros, son mi lista de 2015, sin ánimo de nada. Los probé y o bien me gustaron o bien no me disgustaron. Y existen, que ya es algo. Además, ni tengo detrás a ninguna bodega, ni me paga la AEPEV para que diga que tal o cual ni tengo interés en que quedéis bien con estos vinos en vuestras cenas navideñas. Ya os adelanto que nunca quedareis bien en esas cenas. No os esforcéis. Que beban vinos del super.

La lista solo cumple una premisa: el vino me gusta a mi y lo he probado. Esto hace casi imposible que os topéis con determinadas marcas industriales más o menos indeseables. Solo eso. Así que sin más, empecemos:



Mis mejores en 2015



1.  Tear 2014

Me topé con este Mencía (casi todo) hará ya unos años y es, por su propia existencia, el mejor ejemplo de la Ribeira Sacra más real y presente. Lo hace gente que necesita venderlo para seguir haciéndolo, en un proyecto familiar y de escasísima producción. Por 7 euros lo encontráis (aunque cuesta, porque hay muy poco). Este 2014 es especialmente bueno.

2.  Tabla de Sumar 2014

He  probado este año muchos más vinos del amigo Jose A. López y, para seros sincero, estoy empezando a entrar en una especie de relación amor-odio con esta casa. Sus vinos me gustan por regla general y son de lo más original y cierto en Rías Baixas. Sin embargo, año tras año, me encuentro con que los Tricó (su marca de bandera) antiguos me gustan mucho más que los más recientes. De hecho, de toda su gama este Tabla de Sumar de 2014 fue de lo que más me gustó en la recata. A 9 pavos lo podéis encontrar en tienda.


3.  Peza do Rei 2014

No he probado el blanco así que este tinto es toda mi referencia del vino que más dio que hablar en la Ribeira Sacra este año. Le gusta a Obama y por lo visto eso ha convertido a este vino en un "must" de esos que hay que probar para estar "in" o "en la onda" en lenguaje ochentero. A mi me parece buen Mencía, aunque no está ni de lejos en mi olimpo de los tintos de esta uva. A 8 o 9 euros lo tenéis que encontrar.

4.  Viña Cazoga 2014

Tenía de esta bodega un vago recuerdo de 2009 o 2010 en que me pareció un vino verde y poco memorable. Sin embargo, este año he podido probar este 2014 dos veces y me ha sorprendido. Ha pasado "al lado oscuro" y es más fresco de lo habitual para esta zona, algo de agradecer cuando todas tus cualidades son ser fragante y accesible. Este es bueno para lo que cuesta. En la linea de los 9 euros habituales (un inciso; un Mencía por menos de 7 euros NO ES RECOMENDABLE. Algo se ha hecho para que sea tan barato y más en Galicia, donde no hay volumen para esos precios)

5.  Triay Godello 2014

Otro vino que va y viene de mi mundo hacia afuera. Triay lo tomé en 2007 y me alucinó. Lo probé en 2011 y dije "no, gracias" y ahora, de nuevo, pruebo un blanco más que aceptable, fácil de beber y en una linea que a mi me gusta en el Godello de Monterrei. Vino floral pero con un grado de frescura y "chicha" suficiente para sus 9 euros en tienda.

6.  Memoria de Ventura 2014

No soy yo de los habituales en Valedorras y menos para la Mencía. pero recuerdo aún aquella primera visita a Adega da Pinguela en 2009. Me gustó entonces el blanco y hoy mucho más el tinto, mencía joven al estilo Valedorras. Este Memoria anda en los 10€ en tienda.

7.  Quinta das Bateiras 2013 (Portugal. Bairrada)

Aunque recomendaría cualquier vino del amigo Mario Sergio, quiero quedarme con este 2013 blanco por dos razones. La primera, que el 2013 es la añada en el mercado porque el joven es este. Si, si, se guarda un año en bodega antes de sacarlo. Así de heavy. La segunda razón es su precio. Cuesta en España 10 euros. Un vino de importación. Uvas autóctonas en un lugar original, en altura pero de suelos arenosos y fondos marinos del cuaternario. Quien no lo conozca debería buscarlo, no es muy difícil de encontrar.  

8.  Eidos Ermos 2014

Con Luis Anxo estoy entrando también en esa relación amor-odio porque, año tras año, sus vinos top me parecen más difíciles de desentrañar y más complicados. Sea por esa razón o por otra, este simple y directo Eidos... me resultó agradable y muy bebible. Por 11-12 euros lo encontrareis, aunque va quedando poco.


9.  Uno de 2013

No me gusta el Txacolí. Habré probado en la última década unos treinta. Y nada chico, un desastre, caros y prescindibles la mayoría. Pero con este van dos añadas que me hacen tilín, y eso merece contarse. El Uno de 2013 es mezcla de variedades propias del lugar y, me cuentan, un claro ejemplo de la zona donde se hace (Arabaco Txacolina). Además, no es para nada caro, solo 12 € en tienda.


10.  Toalde 2014

Los vinos que firma Roberto Regal tienen una característica muy personal, una que yo aún estoy por terminar de definir. Pero el Toalde, que probé por primera vez en 2012, ofrece matices que lo vuelven personal y diferente aun siendo otra Mencía de la Ribeira Sacra. Este, en 12 euros es fácil de conseguir, aunque no hay mucho.

11. Viña Regueiral 2013

Mi lista de Mencías siempre acaba incluyendo el vino de Juan y en este 2013, además, porque es el ejemplo máximo de su premisa fundamental; que el reposo en bodega cuenta. Un vino que no pasa por barrica pero pesa como si pasase, que es un vino joven más pero no tiene nada que envidiar a la estructura de un crianza y que, para más inri, es fresco como un demonio. Uno de mis preferidos. Ronda los 11 pavos, y pocos me parecen.

12. Albamar 2014

A cada cata que voy alguien le mete pegas. "le falta algo", "está rico, pero..." y otra sarta de afirmaciones similares a las que escuché cuando salió el 2013 o el 2012 o incluso el memorable 2011. Pero, cuando se recata un año después todos dicen "anda!, que cosa mas rica". Este 2014 se pasa (dicen) de exuberante. Lo mismo decían de Scarlet Johansson. Decían.
En 10-11€ lo tenéis en casi todas partes.

13.  Moraima Caiño 2013

Buen tinto Rías Baixas en esta cooperativa. Digo lo de cooperativa en positivo, que luego me riñen, porque esta lo es, en senso estricto, no como otras que son ya de facto S.A. en toda regla pero disfrazadas de cooperativas. En esta el vino es el que es y, aunque el blanco dejó de gustarme hace añadas, este tinto me sorprendió gratamente este 2014. Sobre los 14 euros lo podéis conseguir, aunque va quedando muy poco.

14.  Madialeva 2011

Tenía ganas de incluir en la lista un tinto de Fernando Algueira, pero como el mencía no me gustó especialmente en esta añada, quiero compartir este magnum de 2011 que nos bebimos hará unos meses y que me parece una de las mejores garnachas del año para mi. Fresca pero marcada y muy "vino" sin las apreturas de otros. Vamos, que te bebes más copas que una...y que dos. Es caro, aviso, sobre los 50 o 60 pavos el Magnum (solo se hizo en este formato).

15.  Alanda Banco 2013

Ya no creo que deis con el, pero estaba rico este Godello de Mateo. Un godello que no lo es, porque en el 2013 primó más la Dona Branca y lleva además algo de Treixadura. Pasa por madera, pero eso solo le da más estructura y lo encarece algo. Anda en los 15 euros.



Creo que para empezar está bien, ¿no?. En unos días seguimos, que ya estoy llorando otra vez (puto sorteo de la Lotería) . Sed pacientes.

lunes, 23 de noviembre de 2015

La Plaza es mía

A estas alturas de la película, creo que no descubro nada si digo que el mundo es una reunión de capullos interesados. Nadie hace ya nada porque si, nadie se molesta demasiado por los demás sino hay de por medio algo. Algo que comprar o vender, algo que intercambiar, algo que conseguir...algo. 

En las ONGs, referente en lo de ser solidario y dar "algo por nada", la gente se apunta para hacer curriculum. En Cáritas, personas de toda edad y condición dan su tiempo y esfuerzo a cambio de algo...visibilidad, llenar su tiempo y escapar a la soledad o por una botella de aceite de oliva (o por una caja, que hay de todo). Esto, queridos amigos, es interés. El interés no siempre tiene porque ser negativo o tener mala prensa. No. A veces el interés existe porque sin poner interés determinadas cosas nunca serían lo que son.


La clave del asunto está en que el interés es premonitorio. El interés es parte de la capacidad del entorno para hacer reales cosas que no lo son o para volver increíbles cosas de lo mas normal y corriente. España, por ejemplo, no bebe vino pero, año tras año, se amplía la zona de plantación, la producción cuenta con mas medios para crecer y la exportación aumenta. Aquí nadie bebe nada, pero las cerveceras están forradas. El vino es mas sano que las manzanas, pero si bebes mucho te sigue matando. Claro. Y el tabaco si lo fumas también. Y el jamón de York, si nos ponemos.


El interés me dice que es mejor que me calle la puta boca. Nadie saca nada en limpio, yo me enveneno gratis, al público general le importa todo esto un bledo y el colectivo profesional.... bueno, ellos son como son. Los mueven intereses cruzados que viene y van sin control y así es muy difícil que haya sentido común, decencia y cierto nivel de compromiso con la causa. La causa.

¿Que causa es esa?. En fechas no muy lejanas me dio por definir que era lo que, en mi humilde opinión, debería mover a las instituciones y al consumidor a ser mas responsable en su acción de compra de vino. Después vino lo de la OMS y de repente todos tuertos, vale, pero creo que vale la pena recordar el "mantra" que se extraía de aquella columna en vinoverdadero.com

Sostenibilidad, responsabilidad, medio ambiente. Hacer vino desde un punto de vista sostenible, económicamente y agricolamente, hacerlo sin abusar ni de la química ni de los medios técnicos y respetar la tierra, el suelo y la viña porque de ella debemos seguir viviendo dentro de 50 años. Y de 100. Sencillo. Fácil de entender y de defender.
¿Reacciones?. Ninguna. Los amigos siempre ayudan, si, está bien. Pero eso es predicar para conversos y no sirve de nada. No vale para nada. Es mas, pone en evidencia el carrusel de intereses donde lo hay. La gente se sube al carro a la velocidad del rayo y te copia sin pudor o directamente plagia. Y ¿para que?. Bueno, entiendo que tener ideas es jodido y copiarlas es mas sencillo pero a los que nos esforzamos en proponer nos jode. Nos molesta tanto salón, tanta proclama repentina, tanta acción coordinada cuando, al hablar de ello en estas lineas o fuera de ellas, la clave fue el silencio. El silencio complice. "Callemos unos meses y ya luego nos ponemos".


Y cuando esto lo hace la industria la cosa raya en la risa, si, pero también en el llanto. Ellos se lo llevan calentito, te pongas como te pongas. Les sobran los medios para dar a conocer las cosas. Para organizarlas. Tu lo dices, aquí o en otra parte y los palmeros te lo aplauden. Y ya. 

Unos meses o semanas después, lees en un medio especializado o en prensa generalista que aquello que propusiste "se le acaba de ocurrir" a pepito o manolito y lo va a poner en practica. Y mientras, los palmeros a soñar. Cerrando, a veces, vendiendo en otras ocasiones. Siempre ocupados. Silentes y callados. O en redes, pegando voces que nadie o casi nadie escucha.

¿Que de qué me quejo?. De nada. Cada quien es muy responsable de sus decisiones, pero dejadme decir una cosa; seguir la onda porque es más fácil, más cómodo o porque no te atreves a cambiar el paso y hacer otra cosa solo lleva al desastre. Es un hecho científico. 
"Su juicio llega y es inminente·. Cadena Perpetua, gran película. El Alcaide corrupto de la prisión cubre su caja fuerte, donde guarda sobornos y dinero negro, con un tapete en el que hay bordada esta frase. Es de la Biblia del rey Jacob, en el Apocalipsis.  Viene a decir que las cosas que deben ser...tarde o temprano son.

Mirad, no se muy bien cual ha sido, está siendo o va a ser mi papel en todo esto del vino. Porque los intereses que a mi me mueven no encajan mucho en el día a día de esto que llamáis negocio, actividad o profesión. Esto de hacer y comercializar vino. Lo habéis convertido todo, por acción u omisión, en un puro barro, en una pelea por nada sin sentido ni final que solo lleva a ser más y más miserable cada vez. Los "buenos" se hacen malos para poder comer y los malos dirigen el cotarro haciéndose pasar por buenos. Buenos pero ricos, eso si. Buenos que contaminan, intoxican y tiran los precios. Pero buenos eh. Intocables.

Mientras, los que se molestan en leerme, y muchos que no, se mueven con las olas, a merced del viento. Les caen hostias por doquier y las van esquivando, rehusando la pelea por definición a sabiendas de que perderían. Con dignidad, pero perderían.

"Que importante es como morir, cuando morir es todo lo que queda". Shakespeare tenía razón. A veces, caer con dignidad acaba siendo más importante que perdurar en la vergüenza. Sea esto lo que sea.

No voy a seguir. No sirve de nada. Creo llegado el momento de relajarme y soñar de nuevo. Me encuentro mal, pero mejor que antaño y mi cabeza se va despejando lo que me ha llevado a releerme y entender que, tenga o no razón, no es verdaderamente importante cuando no he conseguido ningún cambio apreciable en el sector al que me refiero linea tras linea, palabra tras palabra, letra tras letra. El mundo del vino, grosso modo, carece de dignidad. Y eso hace que apelar a ella no sirva para nada. Es momento de hablar de otra cosa, de escribir menos y hacerlo desde otro punto de vista.


Es momento de que  La Trastienda vuelva a sus orígenes. Vino y comida. Y nada más. Me gusta vs No me gusta. Y nada más. Y nada menos. Pierde, seguro que si, el sector una voz. Otra cosa es que esa voz valiese la pena.


Me veo reflejado en la figura de un personaje de la genial "Cinema Paradiso". Soy el pobre loco que, cada dos por tres, asalta a los vecinos que circulan por la plaza del pueblo al grito de "la Plaza es mía!". Todos se ríen, entienden que el pobre hombre no está bien y siguen con su vida. 

La pena es que yo no estoy (tan) loco. Y que sé que tengo razón, aunque no sirva de nada. Esa es la pena, si se quiere ver así. Yo creo que es la clave de todo. 

Que yo se que tengo razón. Lo se. Y eso, amigos míos, hace que yo si tenga suficiente dignidad guardada como para callarme. Ya toca. 





Fotos: alegórica de la solidaridad, de la adaptación al cine de Ricardo III y de la Plaza en "Cinema Paradiso"



lunes, 9 de noviembre de 2015

Porqué pensamos vino

Es habitual que, cuando hago largos viajes en solitario, mi cabeza en permanente estado de reflexión se sumerja aún más en la fase en la que llega a conclusiones genéricas de tinte filosófico. Vamos, que me rompo más la cabeza y, además, más profundamente.

Y en este sentido, los últimos días han sido clave para que llegase a una serie de conclusiones que vale la pena que exponga como enunciados, es decir, como proporciones individuales que merecen de un pensamiento profundo. Una reflexión individualizada que, de todos modos, dudo que nadie haga, como luego veremos.
Voy a citar estos enunciados de modo individual y les voy a poner un número para organizarme yo y para que cualquiera pueda entender a donde quiero llegar. Resistid la tentación de creer que son los diez mandamientos porque ni soy Moises ni los voy a cincelar en mármol. Es solo, como siempre, "pensar el vino", como describía en su día el bueno de Antonio Portela. Eso y un anuncio final.
Vamos allá.

1. El mundo del vino se compone de dos partes. En una están aquellos que lo elaboran como medio de vida de forma consciente y desde el punto de vista de una actividad económica en un entorno capitalista y con animo de perdurar. Este grupo lo forma un 5% de los productores.
La segunda parte la forman el 95% restante, que hacen vino para ganar dinero, con ánimo de enriquecimiento o manutención y que podrían estar haciendo jersey, tornillos o muebles de fornica.
No hay más divisiones que las que representan estos dos grupos. Creer que existen múltiples diferenciaciones dentro de estas dos partes es como poco ilusorio. Es un mundo binario. Unos y ceros.

2. En lo relativo al "periodismo/promoción/concursos" que rodean al mundo del vino, atención, no hay más que un único grupo. Todo el mundo, repito, todo el mundo, tiene algo que defender o atacar. Todo el mundo. No existen publicaciones "totalmente" libres y objetivas. Incluidas aquellas en las que participo yo. La diferencia, de haberla, está en qué es lo que defienden y porqué. Solo eso.

3. El vino, al contrario que las salchichas, los dulces, las golosinas o la comida macrobiótica, conlleva por su propia naturaleza una ética profesional aún sin aquilatar ni condensar en un documento de carácter deontológico. Hacer vino implica a una serie de disciplinas humanas que hacen inviable elaborar este producto sin ética medioambiental, técnica o comercial, más allá de los estándares establecidos para cada una de estas actividades de modo individual.

4. Beber vino es la única actividad de ingesta alimenticia que implica un conocimiento previo para su adecuado consumo. Beber vino sin saber lo que se está bebiendo es parecido a comerse unos huevos fritos con trufa blanca rallada de 3000 euros el kilo mojando baguette del Eroski y sin saber lo que es una trufa o a comer jamón Joselito con queso en un bocadillo recalentado en una plancha grasienta. Un acto de brutalidad merecedor de una visita al tribunal de La Haya.

5. Beber vino en la ignorancia es un acto de crueldad. No hablo de beber vino barato, de beber vino de cartón o de beber Rioja maderero por sistema. Hablo de realizar una de estas acciones sin ser consciente de lo que se está haciendo. Cada quien puede beber lo que considere (faltaría) pero debe asumir su condición de bárbaro si así lo hace.

6. El consumo de vino en España jamas volverá a crecer de modo real y sostenido hasta que se asuman los dos niveles existentes en el mercado. El vino industrial ocupa, por derecho propio, un espacio comercial mayoritario y masivo, pero por la misma razón, jamas debería ocupar un espacio detallista y dedicado como hace en uso y abuso de su posición dominante. Mientras esto no se entienda, el del vino acabará siendo un mercado residual y sin capacidad de crecimiento.

7. Nunca se ha producido ninguna "revolución" crucial en ningún sector sin que se sustituyera al "establishment" anterior por personas nuevas. Hablo de TODO el mundo. Sin cambiar a los portavoces, a los dirigentes y gestores, a los periodistas y críticos, a los "gurús", a los medios de referencia, a los opinares y comercializadores.... sin que cambien las personas, sus modos y estilos, nunca se logrará cambiar nada. Y quien crea que entre las personas que van tomando parte en concursos oficiales y catas dirigidas hay mucha gente nueva, que vuelva a mirar y revise de donde viene cada quien y a que se dedica realmente. Un nuevo foro, por mucho que venda frescura e independencia, no sirve de nada cuando quien expresa esa supuesta novedad es el mismo que hace dos días defendía a los viejos dinosaurios.

8. En una contienda, no es posible defender a los dos colectivos en lucha. Ser biodinámica, natural o orgánico y acudir a eventos industriales a promocionar un vino "porque hay que comer" lo invalida a uno como portavoz de esos movimientos. No digo que no se pueda ir, ojo, solo jodería. Digo que, después de ir, es muy difícil hacer creíble que uno/a hace vino bajo ciertas premisas extremas. Es muy difícil, repito. No imposible.

9. Los amigos del vino pueden no ser amigos en la vida real. El vino, sobre todo el que nos gusta a los habituales por estos pagos, tiende a unir y eso puede ser interpretado como amistad. No lo es. La amistad se forja en el vino como en todas partes. Buen rollo, afinidad, respeto y tiempo. Yo, por ejemplo, en el mundo del vino tengo miles de conocidos y una docena de amigos. Y dos hermanos.
La cortina de intereses, la mayoría personales y comerciales, que rodea al submundo friki en el vino hace inviable las amistades reales duraderas. La inmensa mayoría, reconozcámoslo, está aquí para sacar algo de todo esto.

10. Bebemos vino por pasión. Bebemos vino por emoción y esto quiere decir, en resumidas cuentas, que ante la imposibilidad de ser felices con las cosas cotidianas y elevarnos a otro nivel, preferimos beber vinos que, por su naturaleza y condición, nos ayuden a ser mejores. Mejores personas, mejores padres y madres, mejores hijos y hermanos, mejores amigos o compañeros y mejores vidas. Queremos tanto ser mejores y somos tan incapaces de lograrlo sin ayuda que preferimos beber vinos que vayan más allá de un recurso alimenticio. Más allá de una bebida con historia, con identidad y origen. Bebemos vino porque la otra opción es ser como todo el mundo y eso es dramático.

11. Sin glamour, todos los gatos son pardos. La diferencia crucial entre un buen vino para el submundo friki que, además, sea rentable, está condensada en algo que podemos definir como "diferencia aparente". Por ejemplo; sin probarlo, Crisopa, el albariño estrella de Alberto Nanclares, es, básicamente, un albariño oxidado. Eso cree un tipo concreto de técnico, no yo. Yo creo que es la sublimación del albariño, al modo antiguo de hacer este gran vino. La diferencia, para un público menos informado que nosotros, está en  quien lo hace, en como lo hace y, sobre todo, en porqué lo hace.

12. Un buen día se abrirá el cielo y alguien dirá que el vino es muy tóxico y dañino. Al estilo de lo sucedido con las salchichas y que explicaba en mi anterior post, ese día diremos adiós a más de la mitad de los vinos que nos gustan. Porque si alguien duda de la velocidad a la que la industria encenderá el ventilador para esparcir mierda es que no se ha enterado de nada. Un mal día el IARC, la OMS o el Papa dirá, textualmente, que "existe relación entre el vino elaborado industrialmente y el cáncer" y ese día arderá el cielo. En solo cuestión de horas no serán los vinos industriales, no, serán TODOS los vinos los sospechosos por obra y gracia de periodistas manipulados y publicidad. Pero, mientras para la industria esa noticia significará unas perdidas de entre un 20 y un 40 por ciento y nada más, para los demás será el fin.
Esto pasará, no lo dudéis.


Es momento de parar y decidir. Veo con interés como se usa un lenguaje (casi textual) similar al que yo uso para definir, por ejemplo, la necesidad de un marco legal que delimite la rica diversidad de subzonas y que supere a las actuales DOs y pienso en que estaría bien que a uno lo nombrase alguien. Me decían estos días que si, que yo y otros tenemos una enorme repercusión.  Que lo que decimos llega y sirve y hace que las cosas cambien. Y agradezco esas palabras pero, sinceramente, no lo creo.

Creo, eso si, que lo que decimos está siendo aprovechado por personas y empresas, por medios tradicionales y por "gurús" de viejo cuño para tratar de salvarse y salvar su negocio. Creo que ofrecemos una retórica y una filosofía gratuita que viene muy bien a algunos para reconducir su mensaje y afirmar, ahora, que son los adalides del nuevo vino, los defensores de los pequeños productores y los que más saben sobre biodinámicos y naturales.

Les sirve, gratuitamente repito, para defenderse de su pasado. Y, sinceramente, no me apetece. No.

Es momento de dejar de decir, dejar de ofrecer y empezar a hacer. Y, mientras hacemos, dejar de facilitar una senda libre a los que, sin citarlo, usan partes enteras de mi libro, o del discurso público habitual mío y de otros, para conferenciar (cobrando) o para distanciarse de una industria donde ya no los necesitan para legitimar o promocionar su producto. NO.

Es tiempo de cambiar las reglas.



viernes, 30 de octubre de 2015

OMS

Me pasa con la OMS algo parecido a la FAO, UNICEF o la propia ONU.

En mi infancia, esta ensalada de siglas era motivo de conversación, al igual que la OTAN, COMECON o la CEE. Vivo desde mi nacimiento y salvo por cortos periodos en otras ubicaciones en un pueblo de la Costa da Morte gallego de nombre Cee y los chistes de aquellos a los que conocías de copas por Galicia o fuera de ella, sobre si ese nombre guardaba alguna relación con la Comunidad Económica Europea, eran lo habitual. Al cambiar esta organización al actual UE esto terminó, claro.

La OMS es uno de esos organismos que solo existen para la generalidad cuando dicen o hacen algo que no encaja. Que no encaja en nuestro continuo del día a día, claro, porque en realidad que la OMS diga que algo es nocivo para salud es, entre otras cosas, su única función real y verdadera. La organización mundial de la salud, que eso es lo que es la OMS, es el organismo independiente de la ONU encargado de vigilar la salud del mundo. En su definición oficial y objetivos afirma que tiene las siguientes "funciones básicas":

- ofrecer liderazgo en temas cruciales para la salud y participar en alianzas cuando se requieran actuaciones conjuntas
- determinar las líneas de investigación y estimular la producción, difusión y aplicación de conocimientos valiosos
- establecer normas y promover y seguir de cerca su aplicación en la práctica
- formular opciones de política que aúnen principios éticos y de fundamento científico
- prestar apoyo técnico, catalizar el cambio y crear capacidad institucional duradera y
- seguir de cerca la situación en materia de salud y determinar las tendencias sanitarias.

Ojo con la última; "Seguir de cerca la situación en materia de salud y determinar las tendencias sanitarias". Esto implica, por ejemplo, emitir de vez en cuando informes generales sobre salud pública y dentro de ellos determinar si una substancia de uso común o extemporáneo es susceptible, a medio o largo plazo, de producir efectos en la salud pública. He dicho, repito, "determinar si una sustancia es susceptible a medio o largo plazo de producir efectos en la salud pública".

Ejemplo; El tetraetilo de plomo, (CH3CH2)4Pb, es un componente de química organometálica tóxico que se usaba en la extinta gasolina con plomo super de 97 octanos y Normal de 92 octanos como aditivo antidetonante. El plomo, como no interviene en la combustión, era expulsado con los gases del escape. Es un metal pesado venenoso para el cuerpo humano ya que ataca al sistema nervioso y, además, se acumula en el medio ambiente de forma permanente. Una lucha continuada de mas de 20 años que involucró, a favor y en contra de su eliminación (si, si, a favor y en contra) a científicos muy reputados, catedráticos en química por prestigiosas universidades americanas, que defendieron en comisiones del congreso en los EEUU que la existencia de altas cantidades de plomo en el medio ambiente no guardaba relación alguna con el uso de gasolina con plomo. Por suerte para todos, un científico en concreto se empeñó en demostrar lo contrario y logró así que la gasolina sin plomo se instaurase como único combustible posible para vehículos a motor. Así, actualmente, está instaurada la gasolina sin plomo que utiliza otros elementos no contaminantes como antidetonante.

La OMS ha incluido el plomo dentro de una lista de diez productos químicos causantes de graves problemas de salud pública que exigen la intervención de los Estados Miembros para proteger la salud de los trabajadores, los niños y las mujeres en edad fecunda. Y todo a raíz de las investigaciones de Clair Patterson, que fue contestado por el lobby del petróleo, desprestigiado como científico y desposeído de ayudas y apoyos por decir la verdad, que el plomo es peligroso como aditivo químico. Hoy cae de cajón, pero hace 50 años....

Desde el pasado lunes se habla mucho de cáncer y carne roja. Se habla a expensas de un articulo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cancer (IARC en sus siglas en ingles), una agencia dependiente de la OMS. 
En el articulo, la agencia indica que la carne procesada ha sido incluida en el grupo de las sustancias denominadas como "Grupo 1", definido como "carcinógeno para el ser humano". Eso dice. No dice, en ninguna parte, que un filete de ternera sea cancerígeno. No dice en ninguna parte que una chuleta provoque cáncer. 
De hecho, sobre la carne roja dice que esta forma parte de otro grupo de sustancias, las denominadas "grupo 2A", definidas como  "probablemente carcinógeno - la evidencia no es concluyente". Eso es lo que dice, textualmente. "Probablemente...la evidencia no es concluyente". 

Por profundizar mas, esta agencia basa sus informes en estudios epidemiológicos que buscan relación entre el mayor consumo de ciertos productos y el riesgo de cáncer. Para quien no lo sepa (la mayoría, me temo) un estudio epidemiológico consiste  en un conjunto de actividades intelectuales y experimentales realizadas de modo sistemático con el objeto de generar conocimientos sobre las causas que originan las enfermedades humanas. Los estudios epidemiológicos permiten establecer la relación entre las causas de la enfermedad y la influencia de éstas sobre el surgimiento de la enfermedad. Son estudios realizados en un grupo de población de referencia y por un periodo de tiempo determinado. Para entendernos, no se trata de un análisis de sangre a un tipo que come mucha salchicha y Voila! las salchichas crean cáncer. Para nada. No. Niet. Nicht. Net. Non.

La respetabilidad, al menos para mi, de los estudios epidemiológicos en comparación con la tonelada de estudios que la industria usa como reclamo publicitario a voluntad según les venga en gana es máxima por varias razones. La primera, que es una opción estadística. No te dicen que algo sea o no bueno o malo porque si, o en relación a teorías. Lo hacen porque un porcentaje concreto de un grupo de estudio presenta ese resultado. La segunda, porque el estudio es exhaustivo, es decir, se hace por un periodo de tiempo mas o menos largo para el tema en estudio y en un porcentaje de individuos mas o menos grande. 

Para este estudio, el Grupo de Trabajo de IARC para la OMS para el estudio del cáncer (que solo está para eso) consideró más de 800 estudios diferentes sobre el cáncer en los seres humanos.
De ellos, algunos (en total más de 700) sobre la epidemiología en la carcinogenicidad del consumo de carne roja y carne procesada y más de 400 sobre la carne roja. El grupo de estudio lo componen 22 expertos de 10 países. 

Y lo que me alucina de verdad en todo este asunto, lo realmente espectacular y de vergüenza ajena, es la manta de ignorantes, idiotas, subnormales sobrevenidos y patentes que se dedican a titular en prensa, radio y tv, para llegar a la conclusión de que un filete de carne roja provoca cáncer. Es alucinante que se llegue a pensar en base a este estudio y aun mas alucinante que se pregunte pero lo realmente alucinante es que, de forma absolutamente abrumadora, la población general se lo crea.

Porque si algo se puede extraer (con mucho cuidado) del informe es que la industria alimentaria trabaja en el procesamiento de la carne para su consumo como salchichas, carne en lata, curados, salazones, ahumados, etc, de un modo complejo y que merece de un debate amplio. Porque, según lo publicado, cada 50 gramos de carne procesada al día aumentan un 18% el riesgo de cáncer de colon. Eso dice. Y nada mas. 
La OCU, que no será sospechosa de estar al lado de la OMS, supongo, lo explica muy bien en este artículo. Lo que la IARC ha publicado no significa ni de lejos que 50 gramos de carne sean igual a un 18% de probabilidad de sufrir cáncer (como ha podido leerse en algunos medios de ¿comunicación?). 
De lo que se habla es de un incremento en el riesgo relativo: el consumo habitual de carne procesada produce un incremento del 18% respecto al riesgo que cada uno tiene de padecer este tipo de cáncer. 
Imagina que tu riesgo absoluto de sufrir una enfermedad es de un 1% y te expones a un factor que conlleva un riesgo relativo del 18% = tu riesgo absoluto pasa a ser del 1,18%.
Este riesgo es de por sí bajo en la población general (y muy bajo si tu estilo de vida es saludable).  

Y creo que entiendo lo que ha pasado aquí, y ahora vamos con la parte en la que realmente doy mi opinión sin red sobre todo este quilombo. Creo que hay dos maneras de desacreditar un informe científico cuando se carece de argumentos reales para hacerlo.
La primera, desacreditar la fuente. La segunda, reírse del informe. Y aquí viene mi opinión: el lobby de la industria alimentaria está detrás de todo lo que ha sucedido en estos cuatro días.

No me extenderé mucho mas, pero para mi es evidente que el lunes, con el estudio en la mano, iban a pasar dos cosas. Una, que se iba a publicar que una agencia independiente había encontrado, en base a un demoledor por su extensión y fuentes, estudio epidemiológico, una relación directa entre el cáncer de Colon y la carne procesada. Una relación minúscula, en mi opinión, y que merece de un estudio mucho mas profundo, substancia por substancia y proceso por proceso, pero relación al fin y al cabo. Como la mayoría de la población carece de compresión lectora y no contrasta jamas, ese titular (La IARC relaciona el cáncer de Colon con la Carne procesada)  iba a provocar un daño real a la citada industria  que gasta, anualmente, millones de euros en publicidad en prensa radio y tv. 
Y, dado que la gente no lee y solo escucha una parte de lo que se le dice, iba a resultar enormemente complejo explicar en detalle lo que a mi me ha llevado un buen puñado de palabras. Así que, ¿como lo podemos solucionar?. Fácil. Encendamos el ventilador. ¿Acaso alguien se puede creer que tooooooda la carne, de toooodos los bichos que nos comemos desde hace siglos, sea la culpable del cancer?....¿de verdad?. 

Bingo. Conseguido. Lo siguiente es llenar la red de memes, titulares bochornosos y abrir telediarios titulando que comer carne roja es como fumarse un cartón de Camel. 

Que curioso. El tabaco. Otra sustancia que no tenía relación alguna con el cáncer de pulmón en 1960. Fue en 1964 cuando, por primera vez, el director general de salud pública de los EEUU, Luther Terry,  daba a conocer un informe que asociaba directamente he cogido de este post que me merece también enorme interés como reflejo de a que me refiero en España como lobby de la industria alimentaria.
el hábito de fumar con cáncer de pulmón y mortalidad prematura. El lobby del tabaco seguía negando, con informes de científicos reputadísimos de medio mundo, que esa relación fuese directa ¡en 1995!. Lo hacía en comparecencias ante el congreso de los EEUU y después de años con anuncios como el de la foto que

No digo, ni por asomo, que la existencia de una relación directa, para un porcentaje tan pequeño, entre el cáncer de colon y  la carne procesada sea lo mismo que decir que las salchichas, la carne en lata o el embutido provoquen cancer. Para nada. Digo que seguimos haciendo muchísimas cosas con la comida que luego nos tragamos de las cuales desconocemos, repito, des-co-no-ce-mos, su indicencia real concreta en nuestro cuerpo a medio y largo plazo. Digo que somos una banda de ignorantes y que lo somos en un asunto que no debería dejar lugar a duda. Y voy mas allá. No creo que ahumar, salar o curar al natural piezas de carne o pescado tenga relación ni incidencia en un mayor riesgo de cancer de colon, y lo digo porque existen informes que dicen que ahumar piezas de carne o pescado con determinadas maderas y al modo lento tradicional, sin usar acelerantes, reduce significativamente el riesgo de que ciertas sustancias presentes en los ahumados ataquen las paredes gástricas de nuestros estómagos o del intestino. Lo que dice la OMS sobre esto es que el método empleado para preparar los alimentos ahumados, se ha revelado como cancerígeno en un mínimo porcentaje (cercano al 22% para cáncer de estomago y colon). Su efecto tóxico proviene de los hidrocarburos policíclicos que se producen en el proceso. Es decir, el culpable es el proceso, no la carne. Y esto lo dijo la OMS, también, en 1999. ¡Y no le importó a nadie!, por razones obvias.

¿Sabes que mas produce cáncer?, el amianto. Ese que a mi me enseñaron en la escuela que salvaba bomberos por su capacidad para disipar el calor. Otra cosa que provoca cáncer es  el dióxido de carbono presente en la combustión de los motores a gasolina y diesel, pero nadie precinta garajes, nadie prohibe que circulen coches por las carreteras y nadie, nadie, ha recomendado que se eliminen este tipo de motores, por razones obvias. Es mas, ahora, desde que Volkswagen miente, se van a rebajar incluso los niveles de emisión, ¿no?.

Y después está lo del radón. Si, el radón.
Este gas, radioactivo y tóxico según la OMS y otras 30 agencias mundiales de investigación para sustancias de riesgo, está presente con una incidencia de riesgo en más del 20% de hogares de la Costa da Morte gallega, desde donde estoy escribiendo estas lineas. 
La Costa da Morte es una de las zonas con mayor presencia de gas radón de toda Galicia. Así lo afirman los estudios realizados por el área de medicina preventiva y salud pública de la USC y por el Laboratorio de Radón del Hospital Clínico de Santiago, que señalan Galicia como una zona de alto riesgo. Así, directamente. 


Las mediciones reales realizadas en distintas casas de Galicia demostraron que más del 10% de los domicilios superaban los 200 bequerelios por metro cúbico de aire (la unidad de medida de este gas). Esos 200 bequerelios son el nivel máximo recomendado en Europa para este gas en el aire. Pero es que el 22% de los hogares están por encima de los 148 bequerelios, máximo recomendado en los  EE.UU.


Las zonas más afectadas de Galicia son la comarca de Bergantiños, Zas, los municipios próximos a Muxía, Santa Comba, Padrón y Negreira. Donde vivo yo, para entendernos.

El radón es un gas noble, radiactivo, y es la segunda causa del cáncer de pulmón, después del tabaco. Si si, no os riáis, Las personas con niveles elevados de radón en su domicilio tienen el doble de probabilidades de presentar cáncer pulmonar que las personas con menos radón en sus casas. El doble. 

Ese es mi lugar de residencia. Un sitio donde, si hiciéramos mañana una encuesta, un 90% (como poco) de los cuestionados no sabría lo que es el radón, otros ocho de cada diez sabrían que es un gas y solo 2 de cada cien, que es un gas peligroso al que uno no debe exponerse de manera continuada.
2 de cada cien. Y ni cuando se hizo publico este extenso estudio de la USC ni ahora (ni nunca) esta noticia provoco reacción alguna. La gente sigue muriendo por cánceres respiratorios y nadie considera que esto sea motivo de una investigación especial de nada. Ni siquiera para solicitar mejores aislamientos en viviendas y edificios públicos, ni para seguir estudiando la raíz de este problema. ¿Sabes por qué?. Porque no existe un lobby del radón. Ni un lobby del aislamiento del radón para el hogar. No hay "interés", vaya. Ni más ni menos. Esto no le importa a nadie. A nadie.

Mi pregunta final es simple ¿Cuantos estudios más hacen falta para que empecemos a preocuparnos por si aquello que comemos a diario está hecho conforme a procesos y usando sustancias realmente peligrosas a medio y largo plazo para nuestra salud?
¿Cuantos chistes, gracias y tonterías más debemos hacer para entender que tal vez, solo tal vez, deberíamos prestar más atención a lo que nos metemos por la boca y menos a si quien lo hace es zurdo, friki, flipado o esotérico?. ¿Cuanto tiempo más vamos a admitir que tal vez, solo tal vez, comemos o bebemos venenos de dentro de 20 años, que ahora son "sustancias inocuas"?

A lo mejor la OMS es mucho más que el lobby de las farmacias. O la IARC más que el lobby de la soja, como leía en Facebook hace unos días. Y a lo mejor es bueno leerse los informes antes de titular lo que el director de marketing de  Nestlé, Campofrío o Unilever nos diga que titulemos.

A lo mejor.



viernes, 23 de octubre de 2015

A ciegas

"The Blind Side", es una película de los USA, lamentablemente traducida al castellano por "Un sueño posible". Cuenta la historia de Michael Oher, actual tackle ofensivo de los Carolina Panthers de la NFL y ganador de la Superbowl XLVII con los Baltimore Ravens en 2013.
La historia de este personaje es digna de Hollywood pero también sinónimo de un tiempo concreto. Oher es natural de Memphis donde vivía en la calle, hijo de una madre adicta al crack y alcohólica. Su espectacular físico (con 17 años media casi dos metros y pesaba mas de 120 kilos de pura fibra muscular, veloz y ágil) hizo que su refugio fuese el deporte y la casualidad lo hizo caer en el seno de una familia acomodada que le dio acogida y manutención. Sus cualidades para este deporte lo hicieron especialmente valioso para ocupar un puesto muy sensible, el del LT (Left Tackle) el jugador encargado de proteger el "ángulo ciego" del Quarterback. Este lado de la linea ofensiva es especialmente sensible a los defensas rápidos que cogen desprevenido al QB mientras se prepara para lanzar el balón. Para muestra, este botón, que lo explica mejor (en español latino, sorry)

Ese componente oculto, ese matiz en no ver lo que se avecina es lo que estos días está generando debate y lo que no es debate en el mundo del vino. Se habla con orgullo del equipo español Campeón del mundo de Cata a ciegas en el certamen celebrado la pasada semana en Francia. Hay 3 gallegos en ese equipo (lo dejo caer) y gente a la que conozco y aprecio. Para los menos avezados en esto la cata ciega es, básicamente, lo que su nombre indica; probar vinos a ciegas (con la botella oculta, en ocasiones en copas de color negro y sin señal alguna que delate de que vino se trata ni de donde sale) y acertar por su aroma, gusto y sabor de cual se trata, su lugar de procedencia, añada y uvas que lo componen. Vamos, un sin sentido.

Uno no es amigo de este sistema básicamente porque no puntúo vinos, no los recomiendo para ninguna agencia de selección o "gurú" y solo me guío por si me gusta algo o no. Es por ello por lo que, al menos para mi, la botella, la etiqueta y una serie de datos mínimos sobre el origen, autores y tipo del vino que me voy a beber me parecen indispensables para un mayor disfrute del vino. Comprendo, sin embargo, que catar vinos a ciegas es labor muy compleja, digna de mérito y supongo que ser el mejor de los mejores en esa materia es como para alegrarse y celebrarlo.
Lo que no se, porque lo ignoro, es si eso, esa habilidad, otorga carta de naturaleza a cada uno de los catadores como expertos absolutos en "calidad del vino". Es más, lo dudo.

No creo que ni Aragunde, ni Pomares, sus compañeros de equipo o aquellos que habitualmente los acompañan en sus catas sean mejores catadores que otras personas por acertar mas vinos que nadie a ciegas. Tampoco creo que sean peores, al contrario. Creo que son buenos porque prueban mucho y muy diferente y eso, sin duda, ofrece un registro mayor que el que tenemos los demás. Infinitamente mayor, añadiría. Eso lo puede volver a uno poseedor de un número muy superior de referencias, por supuesto, y eso en lo de probar vinos es clave. Probando docenas de riojas madereros uno tiene muchas referencias sobre eso, tintos con barrica, pero no sobre vino. Sobre vino, de hecho, no tiene ni puñetera idea.

Por contra, no creo tampoco que probar docenas, cientos, miles de vinos distintos de todo el orbe vinícola lo vuelva a uno infalible. Lo vuelve, por supuesto, mas completo y con mayores herramientas, pero no creo que uno sepa más o menos. Sabe mucho, pero si esto sigue siendo cuestión de gustos, sabe lo que le pertenece a el o ella. Y nada más.

En la misma linea, tampoco creo que se pueda considerar que esto sea "engañar a los entendidos". Llevar a probar un vino de un euro oculto en una botella y una etiqueta que no le corresponde, a una feria a la gente que pasea por la feria y que la mayoría, por pura corrección al que da la prueba (mientras lo graba en video) no se lo tiren a la cabeza, no determina que haya mucho "postureo" en el mundo del vino. A lo mejor si determina que haya mucha educación y que algunos y algunas están mas o menos flipados cuando ven una cámara. Pero hasta ahí. Lo que si hace es otro flaco favor al mundo del vino. Pero de esto Iturriaga (el hermano del jugador de baloncesto, si) sabe un poco. No olvidemos clásicos como este o este otro, donde el amigo Mikel explota la verticalidad de la web con titulares que o bien no tienen especial relación con lo que se cuenta después o son directamente falsos, pero que quedan genial en un twitt.

Lo mejor del video es cuando Joan Gomez Pallares no solo no pica en el vino de cartón sino que, además, dice abiertamente que le parece un truño. Con educación, pero lo dice. Y es que se trata de una perversión cierta de la cata a ciegas, porque; ¿Y si el mundial de cata a ciegas jugase al despiste y los vinos se sirviesen a etiqueta vista, pero cambiada?... ¿acertarían el mismo porcentaje los catadores, o divagarían totalmente desorientados al no coincidir sus conocimientos y referencias con lo que ven sus ojos?. Un riesling Bürklin-Wolf en botella de albariño, un Goliardo Caiño etiquetado como una Pinot Noir de la Borgoña.... Podríamos titularlo "A ciegas si pero a tientas no dan ni una", o algo así. O mejor, mas al estilo Comidista "Los campeones del mundo del postureo".

Puestos a hacer cosas raras, hagámoslas bien. A lo heavy. Ese concurso si lo vería en televisión. Pero siempre que me dejasen a mi elegir a los catadores, claro..... vaya risas, ¿eh Mikel?






Fotos: del equipo español campeón del mundo en un diario generalista y de la web Vinissimus



viernes, 16 de octubre de 2015

Falta de cariño

Hay dos vinos que me han gustado especialmente en los últimos días y quiero hablar de ellos.

Uno es este Eido da Salgosa de 2014 que me regaló el amigo Antonio Portela. Lo hacen por Tomiño tres de esas extrañas personas que deciden que sería buena idea apostar por la tierra y hacer algo con ella. Vino, por ejemplo. Y así se ponen a hacer blancos en la margen izquierda de la Ría de Vigo. Y está rico. Es fácil, fresco y abierto,  fragante en nariz y sin demasiadas aristas en boca. Un vino para reflexionar sobre lo fácil que sería hacer buen vino si realmente se quisiera hacer tal cosa.

También me gustó este Manuel D´amaro de 2011 a base de tinta Pedral. Esta la compré hace ya un tiempo en Vide Vide, en Compostela y la dejé en barbecho para hacer uno de esos pequeños experimentos a los que me aboca no poder beber vino todas las veces que yo quisiera. Y esta ocasión fue el lunes 12 y una visita con comida que necesitaba de un tinto fresco y sin historias, lo que viene siendo un tinto Rías Baixas. Y este tinto, con sus 3 años de botella, sin ninguna aspiración de longevidad o crecimiento es precisamente eso; vino para beber.

Si, lo se. Todo el vino es para beber. Pero, cuando me cuesta terminar una primera copa, por ejemplo, de una Garnacha chocolatera de Campo de Borja o de un tinto de la Ribera pleno de maderas y molduras forestales (lo que viene siendo un showroom de Ikea) recuerdo que, quizá, la simpleza de esa frase no sea tan imbécil como parece. Porque, amigos, no todos los vinos "son para beber". Algunos son para aparentar que uno sabe mucho de vino, que tiene muchos medios y una bodega de alta tecnología o que tiene mucho dinero, vete tu a saber.
Este Pedral no. Este es un buen vino. No va mucho mas allá y lo pillamos en su tramo final, a punto de despedirse de todo y de todos. Pero cayó la botella, sin esfuerzo y sin apreturas.

Esto de beber, de vender vino, de degustarlo y de disfrutarlo se ha convertido en algo bastante estúpido. Uno pulula por la web y se encuentra cosas como este anuncio de la foto, donde sin rubor ni complicaciones, se ofrece "beber gratis" como acicate y reclamo para que quien quiera se apunte a una web y "visite y beba gratis vinos de bodegas de toda España". Dejando a un lado que si yo fuese el responsable de una de esas bodegas pediría ya mismo que me borrasen como bodega visitable, la verdad es que no me extraña lo mas mínimo nada de todo esto.

No me extraña que la web lo use, porque le funciona seguro. La gente es por norma idiota, o eso parece, y le encanta leer términos como "gratis", "oferta" o "regalo" en las promociones de bienes y servicios que se van cruzando por la web. Les gusta verlo y lo siguen a pesar de que nadie da nada gratis, ni regala nada ni hace ofertas del 800%. Eso dicen al menos los estudiosos del marketing online. Ese tipo de mensajes son los que concentran un mayor número de clics y provocan más atención que todos los demás juntos. Y este hecho supone que la gente cree que en internet aquellos que ofrecen bienes o servicios no cobran, los regalan o los ofrecen siempre a precios irrisorios y muy por debajo de su coste real. En resumen, el problema no es que alguien use este tipo de mensajes para lograr registros. El problema es que a la gente le sirven y, lo que es peor, a las bodegas (en sentido general) no les importa. Un mensaje en la web afirma que si uno se registra podrá beber gratis en bodegas de toda España y no le importa a nadie. A nadie.

Por otra parte, esto no es nuevo. El enoturismo, como  forma sencilla para acercar la cultura del vino a visitantes de toda España, pisa fuerte en múltiples zonas pero cojea en una cuestión; el reclamo principal está en lo mucho que uno puede beber de diferentes vinos. No, no lo mucho que puede "probar", "catar" o conocer, no. Digo lo mucho que se puede "beber". Muy pocos escupen en las visitas a 5 euros a bodegas cooperativas de toda España. Te ponen vino, en cantidad, y tu te lo tragas. Y esta actitud tiene un precio, y no es pequeño. Da la sensación, aunque la realidad pueda desmentirlo, de que en realidad el vino que se ofrece al visitante no cuesta nada. Es gratis, demonios. Aprovechémonos.

Es en cierto modo solo un clavo mas del ataúd. Hace unos días  Tao Platón compartía en twitter esta información de la web de la revista Marie-Claire  bajo el epígrafe "Vinos para una bodega clásica". Para empezar, yo titularía mejor la historia como "Vinos para una bodega rica" porque de la selección propuesta solo un vino baja de 20 euros por botella, dos se quedan en ese precio y la mayoría supera (con creces) los 40.



De hecho, una botella de cada uno de los vinos propuestos por la "especialista" de la revista, son 10,  supondría que la bodega "clásica" rondase un importe cercano a los  1900 euros. Si si, dos mil pavos. Una botella de cada. Esto es fomentar el consumo y el resto son hostias.

Hay mucha mitología de mercadillo en el mundo del vino. Este artículo, lo de ofrecer vino gratis, son solo síntomas de una realidad patente solo para quien rebusca y oculta para el público en general. El vino necesita el mito, precisa del glamour, de la mística, si. Pero, de igual modo, es obligatorio que se devuelva el consumo a su realidad práctica. Hay que vender vino, hay que cobrar ese vino y hay que revertir ese cobro en ingresos y nuevas inversiones. Es así, si, pero tiene mucho mas. Porque sin la mística, sin el glamour, el vino que hace Pepito de su pequeña finca, de donde salen unas 20.000 botellas que le cuestan unos 2,10 euros la unidad no puede competir en ningún terreno ni circunstancia con el vino de Bodegas Marques del Marquesado (nombre supuesto) que elabora un millón de botellas que le cuestan unos 60 céntimos cada una. Si, llenas de vino.

Así que lo de las uvas felices, lo de levitar tres centímetros por encima de la viña mientras se aulla a la luna, lo de sacarse fotos divertidas, o esotéricas o hacer el mamarracho es solo una parte mas del marketing necesario para que Pepito venda su vino a un precio regular y el mercado lo descubra. Ojo, lo descubra, no "lo valore". Eso no tiene ninguna relación con el vino. Eso hoy lo deciden otros.
Ahora, la calidad no es cara. Eso dicen, al menos, aunque quien lo dice cobra un pastón por los menú degustación en su restaurante. Pero da igual. Su imagen es conocida, valorada como sinónimo de calidad y prestigiosa y eso es lo que vende. La calidad, por lo tanto, no es importante. De hecho, es lo menos importante porque la calidad la cualifican y cualifican los gurús, las guías y ciertos medios y personas que han logrado posicionar su opinión como la que decreta y determina que un vino es bueno o "vale lo que cuesta", en lenguaje económico.

Estos dos elementos, por lo tanto, viajan juntos, si, pero en paralelo. El vino es o no popular, conocido, demandado, interesado.... y, a parte, es bueno o no en función de puntos, opiniones o twitts. Así de simple. Y por mucho que un colectivo concreto de consumidores informados, de amateurs o "frikis" se esfuerce en desmentir cuando así lo considera esas opiniones del "establishment" de turno, la cosa es tal y como la estoy describiendo. A unos les va bien con este sistema, a otros no tanto y a algunos ni les va ni les viene. Pero es un sistema abonado al fracaso a largo plazo, corrupto por definición y viciado. El consumo interior cae año tras año de forma inexorable y lo hace, entre otras razones, por la afirmación de que un vino del que se hacen 3000 botellas es igual que otro del que se hacen 3 millones. Ni mejor ni peor, igual. Y no lo es. No-lo-es.

Para terminar, quiero hacer referencia a este post del amigo Mariano Fisac sobre el Silius que elaboran en Quiroga (Lugo) dentro del territorio de la DO Ribeira Sacra los de Atrium Vitis. La historia merece una lectura, sobre todo ahora, tras la salida de la DO Rioja del mastodonte Artadi (tres millones de euros de facturación anual). Esta gente, los del Silius de 2014, que antes se llamó de otra manera y tuvo contraetiqueta decidieron que los limites de su perversión personal estaban en el análisis de su tinto de 2014, que al no cumplir los parámetros de la DO no podía pertenecer a ella. Y no. Dijeron que no. Arriesgaron, porque cambiaron de nombre a su vino y lo sacaron al mercado sin contraetiqueta, pero les salió bien. Podía haberles salido mal.

Podían haberse "comido" el vino y arruinarse (mucho o poco), pero se habrían arruinado dignamente. Sería un drama, seguro, pero un drama digno, de quien prefiere no vender el vino antes que atiborrarlo de cosas para cumplir unos criterios. Y no pasa nada de nada. Nada. Y el vino en cuestión no es, por supuesto, ni mejor ni peor que otros por este gesto. Y sus autores no son ni mejores ni peores viticultores o bodegueros, para nada. Simplemente, a partir de este gesto, cuando yo y otra media docena de personajes vemos en un estante ese vino pensamos; "anda mira, este vino... "

Este vino.....



viernes, 9 de octubre de 2015

Emergencia

Estaba leyéndome este post del gran Rafa en su blog y, a la misma velocidad que me indignaba, veía lo fútil e inútil de esa indignación, del post e incluso de nuestra actitud.

No lo digo por el post en si y su publicación, para nada. Creo que toda difusión de este tipo de barbaridades es buena y, si se hace como lo ha hecho Rafa en este caso, mejor aún. Lo que digo va por el hecho cierto de que no podemos esperar nada mejor. No podemos esperar nada bueno de un sector cuando quien está encargado de vigilar, controlar y promocionar ese sector (entre otros) no es capaz ni siquiera de recomendar una lista de enlaces con sentido y utilidad. No es de recibo que el mismísimo Ministerio de Agricultura de un país occidental serio, a golpe de 2015, no sea capaz de ofrecer una lista de, al menos, 30 enlaces recomendados del mundo del vino por su valor para el usuario y su aportación al acervo del sector en si. Y no, como en este caso, porque me caen bien, los visitan mucho (o no) o, diréctamente, porque si. A falta de una explicación oficial aceptaremos estas, por razonables.

Y es solo un clavo mas en el ataúd, la verdad. En todo sector económico hay cuatro puntales básicos reconocidos por cualquier tratado de economía. Están los interesados en el sector, productores, transformadores o comercializadores. Están las personas vinculadas y su estructura, ciudades enteras cuando no comarcas, regiones o países que se basan en un sector para casi todo su PIB. Está el sector financiero que basa su funcionamiento principalmente en esas regiones y actividades, por razones obvias. Y por ultimo, está el cuerpo legislativo, ejecutivo y judicial que rige y gobierna esa región, ese sector y esa actividad (u otras) encargado además, en el mundo moderno, de dar visibilidad y "poner en valor" la actividad que da de comer a una mayoría (o minoría) en ese lugar concreto. Estas cuatro patas influyen directamente en cualquier actividad pero, incluso por separado, influyen crucialmente en un sector concreto. En el mundo del vino fallan los cuatro. Y fallan sin remedio y, tal vez, sin remisión.

El sector en si, la parte del sector primario y secundario dedicada a hacer un producto de calidad se dedica a minusvalorar de modo regular y casi organizado su propio producto con tal de vender mucho y rápido. Mucho, rápido, pero baratísimo. Casi regalado. Esa espiral, producir cada vez mas, vender cada vez mas barato, es una receta clásica para el desastre Y, aunque lo saben, no consideran, en su mayoría, que tenga porqué ser así. Y es lícito, si, pero un gran error.

En segundo lugar, las personas dedicadas directa o indirectamente al sector del vino se mueven entre dos aguas. Por un lado está la realidad que dicta que vivimos en un país donde el consumidor medio es un ignorante de tomo y lomo encantado de nadar en una piscina de mierda que huele a colonia y de la cual ignora su origen y extensión. El o ella bebe vino "porqué está rico" igual que podría comerse una goma de nata (que no eran de nata, lo siento) a pesar de estar hecha de azufre, aceite vegetal, talco, goma sintética, carbonato, piedra pómez y colorante. Da igual, está rica, ¿no?
Esa displicencia, esa justificación en la ignorancia para aceptar lo inadmisible en la elaboración de productos alimentarios acabará con nosotros. Y lo peor, como con el cambio climático, es que no lo sabremos ni admitiremos hasta dentro de dos o tres generaciones, cuando alguno de nosotros sea exhumado para estudiar nuestros huesos y saber hasta que punto el abuso de metales pesados en nuestra dieta fue definitivo para que nuestros descendientes padezcan enfermedades y alergias que ni conocemos ni imaginamos.

El tercer pilar, el financiero, funciona como ya sabemos y no voy a pararme en el. Solo diré que, de todos cuantos en este país forman la economía de mercado en la que decidimos vivir la mayoría es el único al que el estado ha "rescatado" con dinero público que no será devuelto. Si, si, lo repito; No será devuelto. Hasta ahora se dan por perdidos 20.000 millones de un rescate cercano a los 70.000 (solo para España). Al tiempo.
Y rescates a parte, es evidente que los principales financiados del sector del vino (sobre todo Cajas de Ahorro) fueron también en los que mas dinero hubo que inyectar para su reconversión y venta (a precios de risa) a la banca mas solvente. Da que pensar, ¿eh?.

Para concluir, el puntal administrativo, representado aquí por las correspondientes consejerías, autonomías, las DOs o el Ministerio de Agricultura es, directamente, un desmadre sin paliativos. No se hace ni toma ni una sola medida razonada que tenga por fin poner bases firmes y estudiadas a medio y largo plazo. Se legisla a golpe de telediario, o de gurú, o de ocurrencia. Se deciden políticas pensando en una parte del sector e ignorando al resto, sin hacer ningún estudio lógico y razonado en base a la viña o la tierra y las mejores políticas para su gestión, mejora y mantenimiento. Se decide una política común para la unión sin asumir que, por mucho que se empeñen, el vino en Nahe y el que se hace en la Mancha son y merecen acciones diferentes. Pero acciones integrales y estructurales, no puntuales o coyunturales. Es imposible acordar una política agraria común para el vino. Imposible. Y empeñarse es hacer un daño inmenso al sector o, al menos, a una parte del sector.

Y todo esto, que es difícil de identificar globalmente por parte de un observador poco informado es evidente en gestos y detalles para el que quiere mirar y sabe un poquito de todo esto. En detalles comunes, en  noticias, entrevistas y cuestiones que son claras cuando se observa con atención.

La nueva presidenta de la DO Monterrei, una de las mas pequeñas en producción y superficie de toda España, asume el cargo diciendo que "No hemos parado de crecer, en producción y en presencia exterior". Lo dice porque lo sabe de primera mano. No en vano, es la responsable de hacer que una bodega que hacia un vino llamativo e interesante en 2008, con unas 8.
000 botellas de producción, haga hoy otro común y corriente con mas de 450.000 botellas. Todo un récord cuando se poseen 0,37 hectáreas declaradas. Es un récord de hecho si uno hace vino en una DO que posee una superficie total de 467 hectáreas.
Aunque para mi el récord es llegar a una DO que no tiene otro remedio que apelar a la calidad como emblema, etiqueta, contraportada o lo que sea para defenderse, rodeada de gigantes productores de blanco y tinto (Rías Baixas y Ribeira Sacra, que triplican a Monterrei, por ejemplo) y en una zona especialmente compleja para la viticultura (altitud, frío en invierno, calor en verano, poca lluvia, etc) y decir textualmente que "Confiamos en un incremento de cerca de una cuarta parte en la producción (para este año)...". Aja. Toda una declaración de intenciones, sin duda.

No creo que Asunción Rodríguez se equivoque cuando dice esto en una de sus primeras entrevistas como presidenta de la DO Monterrei. Creo que dice lo que aquellos que la escogieron quieren oír. Que van a vender mas, que van a ganar mas dinero y que les va a costar el mismo o menos trabajo. No solo es ella, son los demás. Son todos.

La situación es de emergencia por cuanto no creo que se pueda aspirar a mejorar en precios y percepción de la calidad del producto hasta que no se admita que la calidad implica sacrificios al modo habitual de hacer las cosas hasta ahora. La calidad es selección, en verde. La calidad es buscar un producto en función a su contenido y origen, no a su número. La calidad es aceptar que una añada de gran producción no tiene porqué ser "una gran añada". Es "mucha", pero no tiene porque ser "buena". Calidad es lo que es, y en Monterrei no son 450.000 botellas. Eso en Rioja, con 85 hectáreas por finca. Y a veces ni allí.

Calidad es que por el litro de vino en exportación, de media, se pague mas que el calamitoso 1,10€/L que se paga ahora. Eso no es calidad, es miseria. Y es la señal de un sector tercermundista. Vender "algo" hoy soluciona un problema ahora. Venderlo bien "mañana" es garantía de futuro.