lunes, 30 de marzo de 2015

Ética que no hay y vinos que me gustán

Llevo semanas dandole vueltas al trasfondo de la ética en el vino.

En estos tiempos de mercachifles y marionetas, de interés y puro ego, la ética, como la definen los clásicos, está de capa caída. El mismo argumento que defiende que enseñar filosofía en las escuelas es perder el tiempo, consideró que hablar de ética para cualquier actividad humana es poco menos que hacer el idiota. Pragmatismo exagerado, falta de códigos, liberalismo mal entendido. La verdad es que la época nuestra da bastante penita. Vergüenza.

Es por esto que los acontecimientos que me llevaron a pensar en la ética del vino (que la tiene que tener) se hayan confirmado en las ultimas semanas. Y es por esa confirmación por lo que creo que debo hablar mas de ética y de vino, como una suerte de teoría general a la que debemos dedicar mucho mas que un rato de charla.

¿Quien es Jacinto Barreiro?. Acabo de leer el texto mas claro y definido al respecto del desastre que son (que es) las DOs. Lo ha escrito este señor, al que no conozco (creo) de nada, que se define como viticultor del Salnés y que ha escrito, por primera vez en un libro publicado, algo que todo el mundo sabe pero que ningún viticultor, que yo sepa, había puesto por escrito, a saber; La DO Rías Baixas es un coladero.

Dice Jacinto Barreiro en su articulo "Denominación de Orixe Protexida Rías Baixas: Proceso de deterioro do albariño no Salnés" que (lo traduciré porque está publicado originalmente en gallego);
"Todos somos conocedores de que en algunas bodegas entraban camiones con uva foránea (de la Mancha o portuguesa, por ejemplo) por ser mas barata".

Zasca.


Creo que esta cita, hecha por escrito en un articulo publicado por una prestigiosa revista de ensayo en Galicia es, básicamente, un grito de auxilio emitido por un viticultor cansado. Harto de mangoneos y chorradas, de que se descalifiquen o acepten vinos en función de criterios decimonónicos, de que se trate al albariño como se trata a la verdejo y de ver como sus esfuerzos (del nivel que sean) en la viña año tras año se pagan a céntimos el kilo y se mezclan tras la vendimia con uvas muy desgraciadas, pobres y manipuladas sin criterio ni cariño. Uvas que, a veces, como cita el autor, ni siquiera nacen en la DO.

Pensad por un momento en lo que pasaría si el autor se llamase Bill y escribiese en una revista en Wisconsin, protestando por los tanques de leche de fuera del estado que entran en la cuna del queso Chedar en los USA. Las informaciones en prensa serían inmediatas y masivas, las televisiones, las emisoras de radio, se harían eco inmediato y constante, preguntando a las autoridades por las duras acusaciones planteadas por el tal Bill. Las dimisiones serían inmediatas y en cascada.

Mientras, aquí, en Mordor, los periódicos ignoran estas lineas. Por desconocimiento o por interés en callar, las palabras de Jacinto Barreiro se van al limbo o a internet, que para el caso es lo mismo. La prensa debe demasiado a las DOs...bueno, en realidad todo el mundo debe muchísimo a las DOs, menos los que hablan de ellas en libertad que, en su inmensa mayoría, las critican. Curioso.

Esta lectura, la de Jacinto, me llega tras revisar las referencias en las que basa Mariano Fisac su libro "Galicia entre copas". El titulo del articulo, como citaba mas arriba, no deja mucho lugar a equívocos y por eso lo pedí a mi librera de cabecera, que lo consiguió enseguida. Y leyéndolo, veo claro que no estaba equivocado en 2008 o 2009 cuando dije que las cosas se hacían mal.

Critica Jacinto cosas que me son familiares. El nulo criterio a la hora de juntar, sin base alguna, zonas geográficas con características totalmente antagónicos en una misma DO, la mezcla autorizada de uvas de esas zonas sin criterio ni mayor condición que las planteadas por el mercado (regular por ejemplo la acidez mezclando albariño de O Condado y de O Salnés). Barreiro hace una comparativa en datos entre Rías Baixas y otras zonas de prestigio y la DO sale perdiendo en todas. Mayor rendimiento por hectárea (con mucho), muy superior límite de kilos por hectárea en vendimia, mayor nivel autorizado de sulfitos (mayor incluso que en la Mancha).

Concluye Jacinto Barreiro que en las ultimas cosecha, (incluida la histórica de 2011) "cada vez mas viticultores dejan sus uvas en la parra (...) porque no les compensa la recogida".

Ante este escenario las preguntas son claras, ¿que piensa hacer la DO?, ¿explicará alguien de que modo se va a investigar la supuesta entrada de uva foránea a determinadas bodegas y porqué no se ha hecho ya?, ¿está dispuesta la DO a revisar sus criterios de calificación y a adaptarlos al momento actual?. Mas o menos conozco las respuestas porque estas preguntas se han hecho y en uno u otro momento al presidente de la DO que ha respondido o bien con evasivas o bien negando la mayor.



El ultimo episodio de esto que digo, publicado en Twitter, lo protagonizó mi muy apreciado Dominique Roujou, viticultor, "flying winemaker", consultor  y francés (esto último algo tiene que tener que ver, digo yo) quien tuvo oportunidad de preguntar a los 5 presidentes de DOs en Galicia a un tiempo. Estaban los "presis" reunidos en un evento que se denominaba (ojo al parche)  "Nuevos caminos para la viticultura". Poniéndole nombres a los saraos no tenemos parangón.

Llegó el turno de preguntas y Dominique, que es de preguntar, preguntó si las DOs debían reflexionar sobre la distancia enorme que ciertos viticultores están tomando con respecto a las DOs (saliendo incluso de ellas) por la aparente inflexibilidad de estas. Lo he puesto en fino para la respuesta y la pregunta las trasladaba Dominique en su twitt y así las comparto.


Flipante.



Esta época de aparente normalidad es flipante. Pasan cosas gravísimas, graves de verdad, sin colores ni forofismos, a todos los niveles. ¡Y no pasa nada!. Nada es responsabilidad de nadie, todo ocurre por casualidad, o es la acción de un "loco solitario" que toma decisiones de jefe siendo empleado, o similar. Es alucinante.

Dan ganas de tirarse al vino, pero por osmosis. No es justo que esta banda nos dejen sin disfrute, así que voy a terminar hablando de dos que me han gustado y de una reflexión mas sobre lo de la ética.

Me ha gustado mucho el Caiño de 2013 de Moraima. Le veo capacidad de crecer (está duro ahora mismo, para mi gusto) y es fresco y fácil, tres cualidades mucho mas difíciles de encontrar en un vino de lo que yo creía.

También me gustó el tinto básico de Luis Anxo Rodríguez de 2011 "Eidos Ermos". Me gustó, aunque a decir verdad menos de lo que esperaba. Una cita recurrente para los escritores de discursos es la que dice que "si las expectativas son muy altas lo único que puedes hacer es confirmarlas". Creo que Luis Anxo empieza a sufrir con su éxito pasado en añadas que no fueron especialmente llamativas. Estar bueno, sin mas, ya no sirve para Luis Anxo. Otra cosa es que sea un vino de 10 euros.

La ética del vino.....que buen titulo para un libro, ¿no?





*Fotos de mi autoría y capturas en twitter.




lunes, 23 de marzo de 2015

El manifiesto

Soy mucho de definiciones. Tal vez por mi carácter caótico y desordenado, me gusta mucho leer a qué se refiere determinada palabra, formula o frase hecha para poder calibrar como es debido si lo que yo creo y lo que realmente es una cosa se ajustan entre si. Me pasa estos días con lo del "Manifiesto de los vinos radicales" y con alguna otra cosa que he leído a este respecto.

Como quiera que las cosas son como son y no como me gustaría que fuesen, voy a intentar dividir lo que pienso en dos claros apartados para evitar que mi habitual mala uva lo enmarañe todo y nos perdamos la esencia de mi postura en la habitual marea de "palabros" y exabruptos que adornan mi prosa.

Para empezar, me parece genial que se hable de Paco Berciano. Creo que Paco es, con mucho, el principal baluarte de un modo de entender el negocio de vender vino condenado al ostracismo por una mayoría bien comida durante décadas. No seré yo quien defienda a quien no me necesita para defenderse, pero para la historia quedan las palabras del propio Paco en sus columnas en su blog para 20 minutos. A Paco le han llamado de todo. De todo. El lo sabe y lo recuerda vívidamente. Y tiene razón.

Ahora, a modo de pretexto, Paco es objeto de "comentario al pie" de la misma información que "consagra" el citado manifiesto como una especie de bandera de enganche para que el sector vea cual es la ruta a seguir. Y, pareciéndome positivo lo de Paco, no veo ni de lejos a donde se quiere llegar. No en el articulo (que es eso, un articulo) sino en el fin último de un manifiesto que firman, entre otros, José Peñín, Federico Oldenburg o Maximiliano Polles. Por usar uno de esos ejemplos que me han hecho tan famoso, es como si el manifiesto comunista lo hubiese firmado el Zar de todas las Rusias. O si Karl Marx, al fin de su vida, hubiese firmado un manifiesto comunista miedoso y necesitado, en vez de hacerlo a los 30 años.

Las revoluciones las hacen los jóvenes porque los viejos son de derechas. La cita no es mía, es de un señor al que quiero y respeto mucho, con una experiencia tremenda en el sector y que considera que todo esto de la revolución es "otra ocurrencia". "Lo que tenía que hacer Peñín es retirarse y escribir para las viejas...Diamante y Moscatel. Estas mierdas de manifiestos y revoluciones las tiene que hacer alguien que no haya ensalzado Marques de Cáceres joder". Esto me lo dijo esta semana.

Por otra parte, en positivo, me parece genial que vacas sagradas de esto del vino como Peñín, Oldenburg o Polles quieran abanderar algo (Por fin¡). Lo triste es que llegan tardísimo, que no se sabe bien qué es lo que quieren decir y que, además, no se si son las personas mas adecuadas para meterse en una trinchera, con barro hasta las orejas y pasando frío y penurias. Si, es una foto de la Primera Guerra Mundial, pero a nivel de medios e Internet es bastante alegórica a lo que se está produciendo en ciertos entornos en el fragor de la batalla dialéctica por la Revolución del Vino.

Tal vez Peñín no, pero no se hasta que punto el autor de "Saber de vino en 3 horas" o el fotógrafo de las estrellas del vino están dispuestos a que los "majors" los paseen por el barro. Porque el manifiesto, como texto escrito, no tiene desperdicio:

"En un momento en el que la calidad ha dejado de ser un argumento de diferenciación y la uniformidad amenaza con devastar la diversidad..."

"Los últimos mohicanos de la viticultura mundial en el siglo XXI son, inevitablemente, pequeños productores..."

"Estos pequeños viticultores, adalides del cacareado terroir –del que tantos hablan pero que tan pocos saben interpretar– son los hacedores de los vinos radicales"

"Ecológicos, biodinámicos, naturales, de pago, de pueblo o paraje, ancestrales, experimentales, futuristas... los vinos radicales no son excluyentes ni sectarios; más bien al contrario, admiten cualquier metodología que permita al viticultor mantenerse fiel a sus raíces"


Genial todo. Si lo firmase Zola, Engels o Zapata, genial. O Rafa. O Bernardo. Pero, mirad una cosita....¿Peñín?. ¿En serio?.

Parafraseando a Cambó, "Llegaran críticos y gurús, veremos a enterados, vendedores, listos y estraperlistas, pasaran las revistas, los blogs, los libros y los manifiestos...pero el hecho cierto del Issue de Bernardo Estevez o La Amistad de Rafa Bernabé, perdurará".

El "sindicato del gusto", dicen.

No dicen de cual.






* Fuente: elmundovino.elmundo.es

Fotos: telegrama-zimmermann.com  y netescuela.com



lunes, 16 de marzo de 2015

Sherpa

El título de hoy viene al caso de un evento que tuvo lugar en el marco de la II Cumbre Internacional del Vino que se celebraba estos días en Toledo auspiciada por el gobierno de Castilla-La Mancha.

Dejando a un lado lo acojonante de una "Cumbre Internacional del vino" a donde no van, por ejemplo, ni Parker, ni Jancis, ni Clarke, ni Johnson, ni Asimov, ni prácticamente nadie, salvo cuatro baluartes patrios, Custodio y unos señores a los que no conozco pero que por su curriculum parecen mas ingenieros o banqueros que elaboradores de vino, me asusta aún mas otro evento incluido en el programa de esta "cumbre" y que lleva por titulo el de I Encuentro de Blogueros del Vino.
Como dijo el descuartizador de Rostok, vayamos por partes.

Al igual que me pasa con el evento en si, creo razonable pensar que algo me he perdido en el mundo del vino e internet cuando, dentro de una cosa llamada "Cumbre internacional" se celebra un evento de rango mundial para bloggers y no conozco a ninguno de ellos. Yo me las tengo de blogger, de los que no sablean a las bodegas por hablar de ellas si me gustan, ni va a los restaurantes diciendo que es blogger para comer gratis, ni se apunta a los saraos para picar o llevarse vino, ni pide subvenciones por sistema para trincar. Soy de esa rara avis que hace esto porque quiere y le gusta, porque cree que es lo justo y porque considera necesario dar voz a otra forma de ser y sentir el vino.
Los negocios son aparte.

Es por eso, por mi implicación en este terreno, que llevo desde 2008 dale que te pego y me pregunto; Estos del Encuentro en la Cumbre internacional, ¿quienes son?. ¿Por qué no conozco a ninguno?
Y busco. Y lo que veo confirma mis dudas.

De los ponentes, solo uno tiene blog en activo y en el se limita a enlazar lo que publica en un diario digital (al menos es sobre vino). Otros escriben, si, por doquier, y pasan por ser, en múltiples foros que no conocía o ignoraba a sabiendas (porque anunciar aquello de lo que vives es jodido y poco defendible, en mi opinión) "grandes figuras" del mundo del vino. Y yo me pregunto ¿Por qué?. Y aun mas importante ¿Para quien?

Creo que cada uno puede y debe ganarse la vida como considere, a riesgo de vulnerar la ética mas simple. No es mi problema. Lo que me parece mas discutible es que, para ello, para ganarse la vida, deba hacerlo con mi dinero y contra mi voluntad. Y contar con fondos públicos a disposición para ganarse un sueldo, a cambio de celebrar eventos de dudosa utilidad o directamente inútiles es, en mi libre opinión de contribuyente, un despilfarro.

No creo que todo el mundo sea igual, no lo creo. No creo que cada persona participante en algo como esto sea tan culpable del deterioro general en los niveles de consumo de vino o en la credibilidad de la calidad del vino nacional fuera de España. Creo que hay quien intenta ser íntegro, a pesar de los pesares. Pero creo también que, como estamos viendo por doquier desde que los fondos son menos y la iniciativa privada desaparecido del mundo del vino como fuente de financiación para promoción, la administración publica debería mirar mas donde pone el dinero y menos si quien se lo pide "dice ser" la organización con mas derecho para hablar de vino.

Porque no lo es. La AEPEV (Asociación Española de Periodistas y Escritores de Vino) es básicamente una empresa, afiliada a una suerte de "corporación" la FIJEV (Federación Internacional de periodistas y escritores de vino) que organiza sus propios eventos, profusamente patrocinados por la iniciativa privada y publica y donde caben los que caben y hablan los que hablan. Estas entidades, surgidas en los 80, nacieron a buen seguro con un fin razonable y con ganas de hacer cosas por el bien del sector, seguro. Lo malo es que han mudado en puras fuentes de financiación de "personalidades" auto-nombradas como referencias en el mundo del vino y avaladas por supuestas glorias pasadas y curriculum de antes de las hemerotecas web.  Para estos saraos los vinos premiados y mencionados son los que son y las criticas van de lo que van. No lo explico para no ser cansino, pero vaya. Lo de siempre.

Veo lógico que si voy a una institución publica y digo que vengo a pedir dinero para tal o cual historia y que soy el presidente o gerente de la "Federación internacional de.." o de la "Asociación Española de los..." o del "Instituto General de..." alguien crea, desde la ignorancia, que hablo en nombre de un colectivo que aúna a todas las sensibilidades, con un numero de miembros que supera el millar de miles y que agrupa a todo de mi sector. Es lógico creerlo. Pero es falso.

Ni aglutinan al 100% del sector, ni tienen el prestigio que aseguran tener (como entidad) ni por supuesto son la entidad que mas peso tiene o tendrá en un futuro cercano. Porque esa es otra clave del asunto. El futuro. En un Encuentro de Bloggers dentro de una auto-denominada "Cumbre internacional" no hay ni un solo blogger. Ni uno.

Es importante que entendamos una cosa. Esto, este tenderete, no sirve para nada. Para nada. Para nada en absoluto, salvo que los participantes cobren y sigan perpetuando un modelo de hacer las cosas que a costado millones de litros en consumo al sector en los últimos 20 años.

Se atribuye a un sherpa, uno de esos residentes en el Himalaya que acompañan y guían a los alpinistas en su camino hacia la cima del Everest una cita que viene muy al caso y siempre recuerdo cuando hablamos de la dimensión real de algunas cosas. Dice; "La mejor forma de mirar a la montaña es cuando empiezas a subirla. Una vez en la cima todo resulta mucho mas fácil". Es decir: uno puede considerar que lo que celebra es una Cumbre, internacional y sobre vino pero, a lo mejor, en realidad, lo que está haciendo es aparentar.

Y la próxima vez, por favor, en el evento con bloggers...que participe algún blogger. Por aparentar.



*Fotos de este blog.


miércoles, 11 de marzo de 2015

Galicia entre copas

Hay personas que no valoran como se merece la amistad.

Estas personas, por norma general, suelen tener un buen puñado de buenos amigos desde niños, los conservan por inercia o distancia a lo largo de los años y cuentan con ellos en la edad adulta, sin entender realmente cual es el valor de esas amistades.

He contado ya en varias ocasiones que yo no tengo amigos. La razón es que no soy el tipo de persona que los tiene en su entorno inmediato y, además, tengo unos niveles de exigencia que hacen difícil contar con amistades del estilo de las que hablamos, a saber; gente con la que te puedas tomar un vino regularmente, o salir a comer, o a visitar algo en tu entorno inmediato. No soy así.
Tal vez o sin ninguna relación con esto, valoro profundamente ciertas amistades lejanas que me han ofrecido su apoyo o su interés sin medida ni contraprestación desde la distancia. Es el caso de mi hermano Piki en Asturias o, en otro lugar, de Mariano Fisac.

Conocí a este singular "Englishman in NewYork" en 2008, en mi primer verano completo de tendero en La Trastienda catastrófica. Entonces no lo era y Mariano tampoco era blogger, ni escritor, ni pieza clave en contar la revolución del vino a ras de suelo en Galicia. Yo ya era como soy, o casi. Era mas aventurero, mas osado, mas incauto. Y estaba sano.

Pero volvamos al relato. Mariano Fisac es muchas cosas pero las importantes son tres.

Mariano es realista. Es un tipo pragmático cuando toca, emocional cuando puede y honesto cuando debe. Es así porque piensa, creo yo, que es lo justo. Y ser justo te obliga a decir las cosas tal cual las entiendes, estés o no en lo cierto. No es justo medir por interés económico o personal. Es justo medir para no herir, o medir en un relato de algo porque uno cree, sinceramente, que a su alrededor se produce un abuso. Luego están personas como yo que no sabemos medir, pero esa es otra historia.

Mariano es mi amigo y, por lo tanto, este relato carece de objetividad alguna. Tampoco son objetivos ninguno de los escritores sobre vino que conozco, ni ningún gurú, crítico, catador profesional o amateur...nadie. La objetividad en prensa es un mito, bonito, pero invalido y falso. Sin contexto no hay noticia. Así que vivir el contexto, ver el entorno de algo y profundizar en sus raíces humanas y físicas es indispensable para ser justos pero, sin duda, acaba con la objetividad.
Así que si, ser objetivo es un mito.

Otra cosa que es Mariano es un currante. Es un tipo metódico, que sabe que quiere decir y como, que no dudará en echarle horas a algo para que realmente sea exacto, exahustivo.  Es capaz de ser técnico y humano a un tiempo, algo difícil en general y mas en el vino. Y sobre todo está cuerdo. Esto, que de partida parece lo mínimo que se puede pedir a alguien que escribe sobre algo esta infravalorado. Hay muy pocas personas realmente cuerdas o sino sería difícil leer las cosas que se leen de eméritos opinadores o jóvenes gastrocanaperos. Mariano es otra cosa.


En la presentación de este "Galicia entre copas" en la Casa de Galicia en Madrid había 100 personas. En Madrid, un lunes a las siete de la tarde. Había periodistas, hosteleros, elaboradores. Había estrellas del orbe vino y de lo gastro trendy y había gente normal. Estaba Sebio, Xurxo Alba, Xoan Cannas, Pepe Solla (que prologa el libro). Faltó gente, yo creo, que aunque no lo vean así le deben bastante a Mariano. Mucho tal vez. Pero los que estaban eran los que realmente querían estar y, creo yo, debían estar. Debíamos estar.

No cuento nada del libro porque no quiero y porque creo, honestamente, que no leerlo es claudicar a una serie de tópicos y falsas creencias alrededor del vino que no me parecen de recibo. No veo razonable seguir creyendo que el mejor albariño lo es porque le dan muchas medallas y sale en muchos saraos, o porque lo diga Paula Vazquez. No veo razonable creer que un señor mayor, porque hace mucho era el único que se molestaba en puntuar vinos en España, sea hoy en día el único adalid del vino de calidad y voz autorizada para todo. No veo lógico ni razonable tampoco creer que hay que ser titulado en algo para hablar de ese algo, sobre todo cuando la carrera en cuestión no lo era hace 25 años y porque para hacer vino no hace falta ser enólogo (y esto está mas que demostrado). Ser enólogo ayuda, que duda cabe, pero ni faculta ni es imprescindible para hacer buen vino.

 Así que, amigos y amigas, "Galicia entre Copas", el libro de mariano Fisac, es un recorrido vivo por una historia, unas personas y unos lugares dignos de ser conocidos, con apuntes útiles a la vez que necesarios y con una prosa ágil y certera que anima a conocer e ir mas allá de lo que cuentan sobre vino la prensa clásica o los periodistas sin alma.

El libro de alguien a quien tengo el orgullo de llamar amigo.
Uno de los pocos.



*Fotos: Pedro Giménez, de mi autoria y portada y acto de presentación en Madrid.