domingo, 30 de noviembre de 2008

Saturday Night Live

A lo largo de mi vida los sábados noche han cambiado como lo hace la superficie del mar, sin control ni definición clara. Hubo un tiempo de desmadre absoluto, otro antes de iniciación a las practicas tribales básicas, otro reflexivo, uno de exploración y conquista de nuevos territorios y el actual, de mucho hogar y compañía auto-restringida a quien mas quiero a mi lado.

Esta involución de mi propia vida me ha llevado a unos sábados de muestreo, prueba de vinos, comparación y apreciación de las cualidades si las hay y ultimamente a un colofón en forma de GT y en esto también (no puedo quedarme quieto) muestreo de diversas Ginebras de cara a encontrar la que mejor me sienta y mas me guste.


Este sábado el apartado vino llega de mano de un clásico del Cava en facetas de exploración. Hace décadas que Juve&Camps elabora tintos, no lo voy a descubrir ahora yo, pero como se indica desde la misma casa, nunca con un sentido profundo de lo buenos o menos buenos que esos tintos puedan ser. La concentración en un producto que tiene éxito, como es el caso del Cava que elaboran, ha dejado de lado a este Cabernet Sauvignon y han hecho mal. Han hecho mal porque su precio no es para nada escandaloso (no puedo ajustarlo de modo preciso pero no debería superar en tienda los 11 euros) y porque hablamos de un vino autentico. Yo creo que, en territorio nacional, si en algún lugar se debería dar bien y ofrecer lo mejor de si esta sobre explotada variedad de uva tinta es en Cataluña. El Penedes, Priorat o el Montsant podrían albergar algunas de las mejores superficies de Cabernet Sauvignon, mas para equilibrar y completar que para elaborar como en este caso un 100%. Pero es que además esta muy bueno.

Es un vino de color profundo, con tonos violáceos, oscuro y aromas elegantes. Notas de madera tostada pero muy bien conjuntada y especias. Y en boca se hace cálido, agradable, fácil de beber y con el ácido fantásticamente integrado, lejos de otros preparados similares que yo haya probado este año. Un muy buen vino que paso la "prueba del algodón" de mis noches del sábado... no quedo nada en la botella. (Para los mas escépticos diré que desde agosto no había ocurrido cosa semejante con ningún vino y suelo probar como mínimo uno distinto cada fin de semana).


Sobre mi reciente entrada en el universo GT del que por aquí hay algunos ilustres conocedores solo daré un par de apuntes. El primero que me he hecho con una planta de menta que me provee de hojas para añadir ese toque a mis combinados. El segundo que tras muestrear cuatro tónicas de las existentes en el mercado mi preferida es la Fever-Tree y con ella parto para cada GT. Y la tercera que después de probar varias ginebras mis preferidas por este orden son la Junipero y la Hendrick`s. La primera "gasta" poco mas de 49 grados y la segunda 44 pero en ninguna de ellas trasciende ese alcohol absolutamente nada. La Junipero, sinceramente lo digo, podría pasar por perfume sin que nadie se apercibiese. Este de aquí al lado es el resultado (nada académico, lo se, pero con mis escasos medios es lo que hay) y esta de aquí debajo la Ginebra en cuestión. 44 euros en tienda. Los vale todos (al menos para mi).

lunes, 24 de noviembre de 2008

Rest. O Castillo. Vimianzo (A Coruña)

De este sitio os he hablado en alguna ocasión solo de pasada, pero me parece interesante mencionar el esfuerzo que significa este lugar, donde esta situado, y por quien esta dirigido.

Se trata de un local con mas de 30 años de historia en manos de Pepe y su mujer Obdulia. Un local con bar-cafetería en la parte baja y un restaurante de diez mesas mas un pequeño reservado con otra mesa grande en la parte de arriba. Esta situado en la localidad de Vimianzo, en el interior de la Costa da Morte, tierra de carne a la brasa, la mejor ternera gallega y... avestruz. En esta localidad esta situada una de las principales granjas criadoras de esta ave para su consumo en España. Curiosamente solo este local prepara esta carne en toda la zona, con ella colocada en su carta permanentemente.


Hoy yo y al dente venimos con poca hambre y pedimos pescado. De primero nos decidimos por unas navajas a la plancha y uno de los platos que la cocinera borda, el pulpo a la plancha. Se sirve cortado a lo largo, con un ligero "preve" con pimentón. Es una de las mejores preparaciones a este estilo de pulpo que he probado nunca, y he probado unos cuantos. Las navajas también muy bien, con su "toque" de tostado por puntos que les da un sabor especial.


En los principales Aldente se decide por una lubina a la brasa y un servidor prefiere el bacalao también a la brasa. La Lubina genial, jugosa, suave, sabrosa, el bacalao también bueno pero no en su mejor época. Lo acompañamos todo con un Ribeiro, el Viña de Martín "Os Pasás" de 2007 que ya conocía. Treixadura y algo de Albariño, muy rico en su linea de precio, incluso económico en mi opinión. Una muy buena opción que suele acompañar sin trascender, pero tampoco eso se perseguía. Afrutado por supuesto, fresco, suave al beber y que aguanta en copa una comida larga sin problemas.

Los postres son otra característica de la casa porque todos son hechos por la propia Obdulia, y para un goloso confeso como yo todos están geniales. Como ella conoce esta "peculiaridad" mía nos ponen una porción de tres distintas tartas clásicas del menú, la de Queso, la de Orujo y el Tiramisu. No podría decir nada de como estaban porque sería poco objetivo pero huelga decir que no quedo ni la muestra. Estupendos.

Con cafés y agua la cosa no llego a setenta euros (unos 65 creo recordar) de los que 15 son vino.

Se trata de una "anormalidad" creativa y solida en un mar de locales mediocres basados en la cantidad de la carne servida, y no en su preparación. No discuto que guste y mucho esa forma de hacer, pero a veces uno pide bastante mas que manteles de papel, patatas fritas y carne a la brasa. Este local esta dirigido por un matrimonio, el de 57 y ella de 54, con una carta de vinos donde puede contar con mas de 70 referencias y una riqueza de platos que hace difícil decidirse. Hacen carne, por supuesto, pero mas elaborada, un lomo, un solomillo, pero con salsas ligeras, un solomillo de avestruz con salsa de champiñones mas que original y por supuesto arroces y pescados, mariscos (ojo a la vieira gratinada) y esos postres... en fin.

Soy evidentemente subjetivo cuando hablo de dos personas que si quisieran estarían en su perfecto derecho para ir dejandose ir hacia la jubilación. Pero en vez de ello los lunes, cuando cierran, acuden a la competencia, y prubena, y viajan a ferias, y a tiendas, y prueban nuevas sales y recogen mas recetas y etc,etc...

Obdulia ademas tiene una seccion semanal en un programa de la Cadena SER en la emisora local. Lleva mas de 6 años dando recetas... aun no ha repetido ninguna.






* Las fotos son de teléfono movil. Olvide llevar la cámara. Lo siento.

martes, 18 de noviembre de 2008

Los vinos de J. Ordoñez...

Ayer tarde, por expresa invitación de su distribuidor en Galicia se produjo en un conocido Hotel de Compostela la presentación para Galicia de los vinos de este conocido distribuidor y exportador malagueño, que aquí distribuye un grupo a nivel nacional desde hace un tiempo. No se oculta, aunque tampoco se diga expresamente, que en el despliegue exhibido ayer por la distribuidora pesa y mucho la reciente "ruptura de relaciones comerciales" de J. Ordoñez con los responsables del Albariño Nora y de otros vinos también excepcionales hasta ahora por haber caído en manos de la familia Jove. Una familia que, además, proviene como es sabido de Galicia....

Pero yendo al grano ayer tarde se exponían a modo de maratón vínico de esos que a mi me gustan tan poco mas de veinte referencias de ocho bodegas diferentes. No quiero hablar de todos ellos porque no todos me gustaron así que solo haré reflexión de cuatro de los que si llamaron y mucho mi atención.


El primero de estos es un Monastrell de Jumilla que con el estrambótico nombre de Wrongo Dongo de 2007. Se embotella sin crianza alguna. Y el resultado es espectacular, un vino con esa nota dulce muy al final pero sorprendentemente equilibrado. Jugueton claro pero sin abusar, con una elegancia que no le corresponde pero que la tiene y que supera a otros de sus hermanos mayores. Me gusto mucho en su propio nivel.


La segunda de las cosas que me llamaron la atención es uno de los Campo de Borja que el grupo selecciona, el Aquilón de 2005, pura Garnacha concentrada, dieciséis grados, denso, serio, pero también ágil y agradecido. Complejo e intenso, con aromas de fruta en confitura y notas tostadas. Un grandísimo vino.


Otro de los "cracks" para mi en la sala fue el hermano mayor del Clio, El Nido de 2006. Cabernet Sauvignon y Monastrell que nos dejan un vino intenso y complejisimo, un vino para disfrutar en toda su extensión, que da aromas de fruta madura, con cuero y especias. Facil de beber y muy completo. Lastima de precio, como en el caso del anterior.


Por ultimo de "lo mas de lo mas" una debilidad al tiempo que una genialidad. Un vino dulce de los bautizados por el propio Jorge Ordoñez con números, en este caso el J. Ordoñez nº3. Moscatel de Alejandría vinificado por los Kracher (por el gran Alois hasta su reciente fallecimiento y ahora al parecer por su hijo). Vino dulce de viticultura extrema, concentrado, un vino fresco, de agradable textura y largo sabor, casi oleoso, explosión de aromas y que sinceramente, es de los pocos que me pasaría horas solo oliéndolo. Pero claro, es que en boca resulta suave, dulce sin empalagar (al menos a mi) y auténticamente orgiástico si se acompaña de Foie o salados. Una barbaridad de vino.

Hasta aquí lo mas destacable para mi. Había otros pero prefiero no nombrarlos, no porque no llegasen a mis niveles de exigencia, que se superaron en la mayoría de los casos, sino porque hablábamos de vinos casi recién embotellados con solo dos o tres meses en botella, que no les hacen justicia. Tiempo habrá de reprobarlos y dar su verdadera medida.

Por otra parte, en crónica social, allí se congrego lo mas "granado" de la hostelería Compostelana y de la provincia, incluido el "estrellado" local y otros que, sin serlo, gozan de cartas de vinos mucho mejores que las de la inmensa mayoría.





* Las fotos sacadas de la web, de la pagina vinissimus, de venta online de vinos.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Viña Regueiral. Mencia con clase

Después de un tiempo oyendo maravillas de este Mencia el pasado fin de semana pude por fin probarlo. De este mencia tenia noticia por un grande de esto de conocer vinos y transmitirnos a los demás sus sensaciones que es Roco&Wines. Es un vino de DO Ribeira Sacra, de 2007, del que solo se han hecho unas 6000 botellas.

Y ocurre que sabiendo mucho de el me ha sorprendido, menos lógicamente, pero si porque debo llevar la contraria al maestro Roco en una cosa. El cita en su blog, con la humildad que lo caracteriza que... "¿Si lo recomiendo? pues claro, pero siempre dentro de esos matices sencillos pero interesantes que nos ofrece la mencía gallega lejos, en mi opinión, de la mencía por ejemplo del Bierzo, también interesantísima pero muy distinta".


Y como digo aquí, en parte, no estoy de acuerdo. No se si serán los cuatro meses que median entre su muestreo y el mio (este pasado sábado) o que yo tengo un paladar infinitamente menos fino que el de Carlos pero a mi si me parece un vino de alta gama y para nada sencillo. Ojo, sencillo, no fácil, que si lo es porque llega rápido y bien, sin acideces, sin notas discordantes pero con personalidad.

Es un vino fragante, abierto, con notas de fruta por doquier, sobre todo frambuesa y que transmite solidez antes incluso de pasar por boca. Aquí es donde deja lo mejor de si porque dejando claro que se trata de mencia clásica de la DO Ribeira Sacra (tierra, vegetal, uva) también se deja querer como aquellos vinos clásicos, denso, goloso, persistente, que no deja indiferente, del que apetece beber mas.

Es muy buen vino y a muy buen precio (demasiado bueno si se me deja decirlo, pero en fin) y merece subir a un peldaño superior al de los buenos vinos humildes. Este es un muy buen vino, buenísimo. Yo al menos así lo creo.

jueves, 6 de noviembre de 2008

La humildad es un grado...

Estos días llegaba a mis manos una botella de un modestísimo vino de la Rioja, salido de una de esas bodegas mas parecidas a fabricas de vino bajo el epígrafe de "no seas muy duro con el". Y no lo he sido. Y me he llevado una pequeña sorpresa.


Se trata del Videncia Crianza de 2004. Un vino a base de tempranillo y algo de Garnacha (80/20) sin pretensión alguna de ser nada, pero que me ha sorprendido por honradez. Un vino fácil, de los llamados a servir de chateo, sin aromas particulares fuera de los básicos, asomo de fruta, asomo de madera, pero nada en concreto. Persistencia cero y en boca paso veloz y nulo recuerdo. Pero honrado.

Porque este vino vale en tienda algo menos de cuatro euros. No llega. Un vino común pero vino, sin exceso de levaduras que persigan nada, sin meses y meses de madera que no van a mejorar nada. Simplemente un vino económico donde los haya, del que se hace cantidad porque si se hiciese menos estaríamos hablando de otra cosa. Un vino de los que puede haber cientos bastante mas caros, pero a un precio común y corriente. No me gusta, esta claro, pero cumple su papel sin que haya que decir que "vuelven los clásicos" o que "proviene de una estirpe de grandes vinos". Un vino barato. Y punto.

martes, 4 de noviembre de 2008

Este señor y yo decimos lo mismo.

Esta mañana me daba mi habitual paseo por el blog de los amigos de Ligasalsas y me encontraba con un enlace a esta entrevista en Verema con Nicolas Joly. De partida diré que conozco las tesis de este señor desde hace relativamente poco (unos meses) y sus vinos desde menos tiempo aun pero esta mañana he leído estas palabras suyas que suscribo de pe a pa...


"El verdadero problema es el de la medida del viñedo; si se tienen 10.000 o 20.000 botellas para vender me basta con el público aficionado y conocedor, puedo trabajar en agricultura sana y en enología minimalista transmitiendo a mis vinos toda la originalidad que tengan, sin levaduras químicas ni aditivos ni enzimas, etc.. Los clientes alaban estos vinos y los disfrutan. Pero si tengo más, no voy a encontrar suficientes clientes sensibles a este mensaje; entonces estaré obligado a entrar dentro de este inmenso sistema en el que hay que pelotear a todo el escalafón del vino, es decir, adular el gusto de los neófitos mediante una enología abusiva, páginas y páginas de publicidad que permiten “solicitar” la redacción de un artículo o una selección, incrementando los rendimientos para cubrir estos gastos suplementarios."

Y es que yo considero clave la cantidad de botellas que un viticultor pone en el mercado. Pienso que esas cantidades influyen de manera decisiva en su relación con la calidad del producto. Y es, en mi modesta opinión, una de las causas que esta llevando a determinadas bodegas que hasta hace unos años nos parecieron emblemáticas a resultar desastrosas a día de hoy.

Esto es relativo, creo yo, en función a la superficie de viñedo pero, por poner algún ejemplo, la bodega que etiqueta el mítico Petrus cuenta solo con unas diez hectáreas. Terras Gauda tiene, solo en Pontevedra, mas de 60. De estas salieron, según la bodega, algo mas de 750.000 botellas de la añada 2006 de este albariño. Unas 12.500 botellas por hectárea. Petrus; unas 6.500, básicamente porque la Apellation controlé Pomerol limita a esa cantidad los rendimientos por hectárea.

Si sabes que solo puedes producir un numero determinado de botellas, por superficie o por capacidad humana, se agudiza la necesidad de que cada una de ellas guarde la esencia de lo mejor que tus viñas dan de si. Cuando tienes 15 millones de botellas como cierta prestigiosa bodega de Rioja... lo que quieres es vender como sea. Si no es vino, al menos que lo parezca. El resto lo hará el marqueting y los "críticos" a comisión. Que pena, y cuanta verdad en las palabras de Joly.






* La foto de N. Joly es de Verema y la intertextualización de su entrevista de la misma web.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Los vinos honrados.

Me ocurre que a cada nuevo vino que me encuentro, en ocasiones, me doy con cualidades o defectos globales que me hacen meditar sobre la vida y los fundamentos de ese vino y sus autores. En meses pasados se dirigió a mi una persona que me hablaba de un nuevo vino (nuevo entre comillas) biodinámico que acababan de sacar al mercado y que me mostraba su interés en que lo conociese.

Ya seria por la época previa al estío, de mucho trabajo para mi, o porque mi mente estaba mas pensando en blancos que en tintos por aquellas fechas, la petición paso por mi correo electrónico sin pena ni gloria. Pero una lectura reciente llama mi atención "anda, este vino lo conozco, pero no lo he probado". Otros mas avispados que yo si lo habían hecho y hablaban de sobriedad, de buenas sensaciones, de vino noble etc,etc.


Así que raudo me dirijo a quien antes me interpelo en busca de lo nuevo, lo llamativo. Y me lo acercan. Laderas de Montejurra es una bodega con historia. Esta situada en la localidad de Dicastillo, en Navarra y auna varios puntos positivos y uno negativo, a priori, para triunfar en el mundo del vino. Lo positivo es una situación que hace que sus viñas respondan magníficamente sin necesidad de demasiados alagos, solo con preocuparse por ellas es suficiente para obtener resultados mas que aceptables. A esto se une un proyecto serio pero con vocación ecológica y respetuosa primero de nada con la propia viña. Lo negativo, para mi y para mi zona sobre todo, pasa por la contraetiqueta... Denominación de Origen Navarra.

Para la inmensa mayoría de aquellos con los que trato a diario esto significa mal vino o, aun peor, pariente pobre de la Rioja. Se tienen por vinos difíciles, malos, duros y antipáticos, vinos que no merece una mesa y que por encima de determinados precios son, directamente, un atraco. Es una lastima porque este planteamiento no es cierto, pero es así como se ve y no seré yo ni sera en poco tiempo que se cambie este concepto.


La bodega ofrece tres opciones tintas que son las que llegan a mis manos. La mas popular y conocida es el Emilio Valerio 05. Vino a base de las uvas de la finca en diferentes proporciones (Garnacha, Graciano, Cabernet Sauvignon, Merlot) que no deja indiferente a nadie. Es limpio, suave y maduro, vino de violetas y fruta madura que en boca además resulta fácil y alegre sin llegar a ser soberbio pero que tal vez sorprenda aun mas si se guarda debidamente durante unos años.


La segunda propuesta de la casa, la mas sorprendente para mi al menos, es el ReyNoble Graciano, monovarietal de la casa que cambiara de etiquetado próximamente. Vino genial a base de una uva nada agradecida pero solida y aprovechable si se trabaja como aquí, es decir, bien. Intenso, Rudo a veces y muy frutal es un vino equilibrado en boca, denso, carnoso y graso que dará muchísimo que hablar.

La tercera propuesta que yo pruebo es el ReyNoble Platinum de 2006, el mas flojo de los tres a base de Merlot y un poco de Graciano. Buen vino sin estridencias que no llega al nivel de sus hermanos. Aromas de cuero leves y fruta en un vino carnoso y algo ácido para mi gusto. Correcto.

Estoy feliz de haber encontrado un Navarra tan grande como este. Estoy contento porque estoy seguro de que estamos ante algo grande que, con sus altibajos, dará que hablar y mucho en el futuro. Al tiempo.

Nota al margen: Rectificación que muy bien me hacen desde la casa. Laderas de Montejurra tiene 1 (uno) vino en el mercado que es, como yo indico, Emilio Valerio 05. Los otros dos vinos (ReyNoble Graciano y ReyNoble Platinum 2006) son de la autoría de Vinícola Corellana, con sede en Corella (Navarra) y que consolida otra empresa totalmente distinta a la que elabora Emilio Valerio 05. Por error daba la sensación de que ambos vinos deben a la misma mano en bodega, pero no es así.