Rest. Acio (Santiago de Compostela)

Una de las propuestas mas frescas y recientes del panorama gastronómico Compostelano fue nuestra ultima visita este pasado fin de semana.

El Acio es un local reconvertido. Donde antes se instalaba otro negocio de raíz, de los que proliferaron como setas en Santiago y por toda Galicia hace unos años, muy "enxebres" persiguiendo un cierto "Celtismo" y todos con ambientación a base de música celta irlandesa o gallega, ahora se ubica un local de filosofía totalmente diferente.

El Acio trabaja tanto su menú degustación como a la carta. Nosotros obtamos en esta visita por el menú, dado que me parece el mejor modo de acercarse a los modos y estilos de un cocinero, y Yago tiene mucho de las dos cosas al parecer.

El Menú se abre con un mojito al estilo del local, con espuma de menta y (supongo porque no lo pregunte) cachaça en el fondo. Te abre el apetito aunque algo contundente para un principio. Justo después la premiada Sardiña de San Xoan te llena la boca de los aromas de la Cachela tradicional( hoguera) dejando que la Sardina se exprese. Todo sobre su trozo de pan tostado ligeramente y sus pimientos verdes pero no ácidos. Muy rico vamos, un bocado.


Seguimos con la Lura en su tinta y espuma de perejil, otro acierto en mi opinión, muy ligero pero dejando que cada elemento acompañe el conjunto. La estética la veis en la foto (pido de nuevo disculpas por lo lamentable de la calidad) pero en vivo gana mucho mas. Incluso la Lura de natural complicada estaba en su punto, ni "chicle" ni inmasticable. Otro logro.

Justo después entro el Huevo a baja temperatura en clorofila y virutas de Judías verdes. Para mi el único pinchazo primero por lo particular del Huevo, que a mi me gusto aunque no del todo a mi pareja, y por lo particular de la clorofila licuada como soporte al Huevo. Son sabores muy matizados y muy esenciales pero que no a todo el mundo le entran igual. A mi me gusto la textura del huevo, muy logrado, pero no el conjunto en si.


Continuamos la noche con otro de los grandes hallazgos del local, el Sargo con esencia de mar, berberechos y tomate aromatizado, excelente todo, desde el pescado con su punto bien cogido tanto de cocción como de sal, como el muy interesante sabor del conjunto a mar, muy a mar, pero sin resultar para nada salado. Difícil de explicar para lo limitado de mis capacidades pero diré para entendernos que estaba en Santiago, a 50 quilómetros de distancia del mar y durante un ratito muy pequeño no lo parecía. Para mi lo mejor de la noche.


Continuamos con la carne única en el menú, un cochinillo acompañado de unas fantásticas peras al albariño y ensalada de verduras aromáticas. La Carne bien, jugosa, algo melosa, las peras singulares, muy ricas y fantásticas en el conjunto.

Para concluir, dos postres, uno el primero una especie de tartar (no recuerdo la denominación exacta) frío a base de frutas muy frías y ácidas sobre cama de chocolate blanco. Muy digestivo pero demasiado ácido para mi gusto. Y un postre mas de mi gusto, a saber; muy dulce, denominado específicamente Leche con galletas y que se sirve en taza de café. En el fondo lleva un fantástico helado de galleta y sobre el espuma de nata aromatizada con canela. Muy rico.

Todo lo regamos con dos vinos, el primero un Guitian Barrica de 2006, en su linea, algo mas basto que su predecesor pero que estuvo a la altura y un tinto Atteca de 2006, denominación de origen Calatayud a base de Garnacha que no termino de abrirse y no participo de la fiesta. Una lástima.

Infusiones y cafés mas agua todo por 114 euros. El menú sale a 35 mas IVA por cabeza y para mi cumple y mucho. Una experiencia que si crece con el tiempo dará que hablar. Veremos.