jueves, 28 de agosto de 2008

Seriedad extrema contra suavidad y sencillez

O lo que es lo mismo las dos penúltimas cosas que he probado y que traigo aquí porque me han llamado la atención por razones bien distintas.

La una es un blanco económico que probé a instancias de uno de los distribuidores con los que trabajo, hombre que deposita una enorme fe en este vino y en su hermano tinto, fe que en el caso del tinto yo no comparto.
La bodega se llama Triay, bueno mas bien Adegas e Oimbra, con base en esta localidad de la zona de O Rosal en la provincia de Ourense.


Esta bodega elabora sus vinos bajo la Denominación de Origen Monterrei, uno tinto, Triay Mencia que ya probé hace unos meses y que no me dijo nada y este blanco, etiquetado como Godello pero que acompaña de algo (bastante) de treixadura. Y en este segundo caso debo hablar bien.

Bien porque corresponde a su intención con un vino muy aromático, sencillo que no simple, fácil de llevar y fácil de beber, con una frescura procedente de la treixadura que acompaña a la godello y que me sorprende en conjunción casi perfecta. Lo mejor que en tienda sale como a 6.90€ por lo que hablando de un vino correctisimo, terminamos llamándolo estupendo a la vista de su relación calidad-precio.


Otra cosa mucho mas seria es mi prueba de este miércoles de un clásico al que quería hechar mano desde hace tiempo. Domaine Tempier es una bodega histórica de una zona histórica. Bandol es una minúscula "Appellation" de la Provenza francesa al pie de la costa azul francesa, a escasos quilómetros de Marsella por el oeste y de Toulon por el Este. Se trata de una zona conocida por su trato a una uva que aquí hemos denostado hasta hace unos años. La Mourvédre (Monastrel en España) se vuelve en esta denominación protagonista casi por completo, solo acompañada de algo de Garnacha que equilibra y suaviza una uva de por si intensa y profunda.

Esto pasa con este clásico que algunos recordareis porque se nombra en la ultima peli de Ridley Scott "Un Buen Año" con Russell Crowe. Lo consigo después de una búsqueda minuciosa porque solo hay un importador de este vino en España (hay mas bodegas en la denominación, por supuesto, pero yo quería este). Esta en Murcia y de allí viene esta botella (Gracias Víctor)

Después de abierta mi nariz es vilmente expulsada de la copa. La fuerza es tal que se me secan las fosas nasales. No importa, demosle tiempo. Al rato la cosa ha mejorado pero sigo sin atisbar nada que no sea grosella, cereza, mucha fuerza, alcohol pero matizado y muy pero muy al fondo madera nueva. En boca es donde da mas de si. Un vino carnoso, aterciopelado, con ese dulzor difícil de describir característico de su hermana española. Un vino que bebo sin que me moleste como lo ha hecho en nariz, como si se cubriese de una película de peligro para que se le tome en serio "oye chaval no soy un vino para bromear". No, no lo es.

Yo y mi ángel acabamos la botella picando un nada de chorizo de porco celta, quesos y galletas "mariñeiras". Me ha encantado este vino, pero no es para todo el mundo. No es para quien aprecie mucho los vinos suaves del sur de Galicia, no es para quienes llegan al tinto solo por obligación carnívora y no es para quien no lo tome muy en serio.

No es un vino para bromistas. Este Bandol es una cosa muy seria. Pero sin resaca, claro.

miércoles, 27 de agosto de 2008

La Tradición.

Después de 21 años los que se atisban en esta foto (pésima como siempre, pero se ve alguna mano) hemos cambiado mucho. Unos han engordado, otros adelgazado, algunos seguimos igual de feos y otros, y otras, se han puesto de toma pan y moja.
Como el pulpo. Como el raxo de cerdo encebollado, como los chipirones...


Este sencillo menú nos ha acompañado a todos desde que teníamos 15 años y a otros incluso antes. Esa foto refleja la mesa de un local de Cee (A Coruña) de nombre la mar de propio "O Recunquiño" que se podría traducir como el escondrijo, o la esquinita. Un lugar normalmente pequeño, acogedor y casero. Un lugar de encuentro, sin musicas estridentes, de olores a cocina casera, también ha aceite pero no refrito y lleno de recuerdos colgados de las paredes.

A este lugar acudimos muchos solo durante las noches de celebración de esa "Mostra de Teatro" que os he mencionado antes. Un encuentro de aquellos que en la preadolescencia nos reunimos para ayudar a otros solo un poco mas mayores que nosotros a organizar todo esto. A cargar y descargar las escenografías de los incipientes grupos profesionales de teatro de los últimos años 80, a acompañar a actores y actrices que hoy son estrellas del cine o la televisión, a acompañar a personajes ilustres que después lo fueron de la literatura en Gallego, D. Manuel Lourenzo por ejemplo o D. Roberto Vidal Bolaño, que en paz descanse.


A pasar hasta altas horas de la noche de un martes o un miércoles ayudando a grupos menos conocidos o que empezaban a transportar aperos y enseres a furgonetas destartaladas. A compartir minutos y "picadas" generosas en este local, siempre con unas bases fundamentales que por repetidas no me han aburrido en la vida. El Raxo encebollado con patatas, el pulpo a feira, los chipirones rebozados con su poco de limón por encima y algún queso y jamón para empezar. Y un "cañón" de cerveza o clara, dependiendo del calor.

Ayer lo repetí, este año estoy mas ausente de todo esto. Ni mi cuerpo me responde ya como desearía ni mi cabeza me deja disfrutar como debiera. Una enorme lastima que me priva de lo que se ha convertido en una institución, una de esas cosas que todos los años esperas con enorme agrado al final del verano. Pero no hay aire suficiente en el mundo para mis maltrechos bronquios así que mi moderación habitual ha llegado hasta esta cita.

Y para que conste en el futuro y para que quede claro que el placer se encuentra en los lugares y las cosas mas insospechados, aquí queda esta muestra de la noche de ayer martes después de una nueva función de "Bicos con lingua" la 250 creo. Otro clásico. Como el "Recun" y su raxo. La gloria. La tradición.

domingo, 24 de agosto de 2008

La Risa


Quería hacer un mínimo inciso porque en mi escala de lo glorioso para cada uno, de lo que me llena, lo me produce ratos de felicidad inmensa, la risa esta solo unas centésimas por delante del vino y lo gastronómico. Por esa razón quiero comentaros el caso de estos dos fenómenos y sus personajes.

En mi pueblo se celebra desde hace 21 años una Feria Teatral que dura alrededor de una semana y que ofrece teatro gallego profesional a razón de cuatro espectáculos al día. Se denomina "Mostra de Teatro" y comenzó ayer sábado con dos espectáculos, el primero a las nueve y media y el ultimo (el golfo) a las doce. En este ultimo tuve oportunidad de disfrutar, después de doce años, de uno de los "entremeses", o sainetes o pieza breve, llamadle como queráis que mas me han hecho reír en mi vida. La cosa en cuestión corresponde a un trozo de un espectáculo teatral puro de nombre "A Cociña Económica" (La Cocina económica) y es de la autoría de estos dos monstruos llamados aquí "Mofa e Befa" y que se llaman en realidad Víctor Mosqueira y Evaristo Calvo.

Os sonara tal vez la cara de alguno de los dos porque su carrera a derivado a la televisión nacional en algunas ocasiones, cada vez mas, aunque en Galicia sean principalmente conocidos por sus papeles en teatro y por dos sendos personajes cómicos en la TVG.

Sirva esta breve entrada de reseña de la "panzada" de risa que ayer me pegue con la delirante representación de como se prepara un "Gallo colorado al estilo de Palenque" a base de restos cogidos de la basura y un pobre pollo molido a palos hasta su total destrucción. Una maravilla.






* Foto promocional de otro espectáculo de mismo grupo. Los actores son los dos de la izquierda (primero Evaristo y mas disfrazado Victor, seguidos por Piti Sanz, músico y autor de varias piezas para espectáculos del grupo. No he encontrado fotos del show que os cito.