viernes, 24 de julio de 2015

Albariño "Wall Street"

Os voy a contar una historia.

Algunas veces las cosas no son lo que parecen y otras veces si. El aspecto de algo, una noticia, un suceso, no tiene porqué venir determinado por lo que las apariencias dictan mientras que, en otras ocasiones, esas apariencias son lo único que hay para ver.

 La siguiente foto está sacada hoy en una supermercado de una cadena conocida e instalada por toda España. El precio es, por lo tanto, con IVA incluido, de un albariño con contraetiqueta de la DO Rías Baixas.
Dejando a un lado que el precio de la uva en esta DO, en compras a viticultores para su elaboración por terceros, llegó a bajar para la añada 2014 a unos paupérrimos 0,45 céntimos por kilo, las cuentas siguen sin dar. Aún asumiendo que la botella, corcho y demás no llegase a los 1,63 euros razonables para tales elementos, las cuentas siguen sin dar. Aún ajustando a lo mínimo los impuestos correspondientes y sumando únicamente el IVA perceptivo (mucho ajustar), la botella no podría costar menos de 2,95...y las cuentas siguen sin dar.

Así que, como uno es como es y esto va de lo que va, vale la pena enredar. Investiguemos por lo tanto quien o que está detrás de todo esto. Todo es publico y legal así que, ¿donde está el problema?.

En la contratiqueta de la botella figura un nombre, el único al que haremos referencia, y que correspondería a la embotelladora... o mejor, a quien solicita el embotellado, porque el envasador, cuyo registro también se aprecia impreso mas abajo, no coincide con el del embotellador, Viñedos del Salnes SL. Esta empresa pide al RE 40912-PO que le embotelle un vino que tiene en sus instalaciones y con su registro, tal y como ahí figura indicado.

Así que tenemos que; Viñedos del Salnes pide a un embotellador que le envase un vino, lo ponga en botellas, lo cierre y lo etiquete (supongo) para después comercializarlo. Rebuscando un poco vemos que la empresa que pone el registro es un habitual del embotellado a terceros, que en ocasiones envasa incluso para grandes marcas. Pero no nos desviemos.

La empresa embotelladora, el comercializador. Al rebuscar vemos que se trata de una empresa fundada en 2013 y que todo está en regla. Un único administrador la gestiona y dirige, al igual que hace con otras muchas sin relación directa con hacer vino (una vende maquinaria, otra envasa atún y en otra, fundada este 2014, también elabora vinos aunque, en este caso, con otros socios).
Si no hago referencia al nombre de este empresario es porque no considero que sea importante saber quien es o deja de ser. Lo importante, creo yo, es entender que su actividad principal nunca fue hacer vino, sino venderlo y especular con el. Desde y dentro de la mas escrupulosa legalidad, por supuesto. Pero especular.

El "modus operandi" para el caso es mas o menos el mismo. Se trata de personas con contactos comerciales de gran valor, muy continuados y nada escrupulosos, con grandes distribuidores de alimentación. Supermercados, grandes superficies, distribuidores al por mayor. Empresas que necesitan una mercancía X, en gran cantidad y rápido para lograr un beneficio directo y especulativo. Gente a la que llaman de supermercados "Perreski" y le dicen; "Oye, ¿puedes ponernos 3.000 botellas de albariño marca "Ful" a 2 euros mas IVA para el próximo Jueves?. Si es que sí lo pongo ya en la oferta a 2,99, ¿que te parece?, ¿podrás?".
Fácil y rápido. El vino sale de donde sale, porque lo hay a hectolitros. Nadie pregunta mas allá de cuanto y por cuanto. Adelante.

Y para este sistema hay docenas de mecanismos. Empresas interpuestas, que envasan bajo el registro embotellador de grandes empresas en Rías Baixas pero con otras marcas y facturando a través de otras sociedades. Empresas gestionadas por terceros, como en este caso, sin relación aparente con los grandes pero que tienen, por ejemplo, su sede en las mismas oficinas (o a escasos metros) de esas mismas grandes empresas. Hay docenas de casos y mecanismos para sacar vino y sacarlo rápido, mas allá del discurso oficial.

Porque defender que la calidad es nuestro emblema implica que las cosas feas, que ver "como se hacen las salchichas", debe quedar oculto, bien tapado. O mal, que para el caso es lo mismo. Nadie jamas se preguntará porque las etiquetas de esos dos vinos se parecen tanto y son de la misma zona... ¿por qué habría de ocultar una empresa que hace un vino cuando está tan bueno?.
La respuesta en este caso es evidente; por el precio.

¿Como explicaremos que dos vinos con una diferencia de precio de mas de 8 euros son, en realidad, el mismo vino?. La respuesta es simple: porque no le importa a nadie. Hemos llegado a un punto en el que da igual cuanto cuesten las cosas o la sospecha que pese sobre ese producto (su modo de elaboración, su origen, su coste real). Sabemos que, salvo accidentes, las garantías sanitarias están plenamente cubiertas y lo demás... bueno, para lo demás está el marketing, ¿no?

Es difícil creer a un organismo o empresa cuando dice que el suyo es el vino "mas apegado a la tierra que lo vio nacer" y después descubrir que embotella lo mismo que cobra a 11 en un sitio para venderlo a 6 en otro....y bajo otra marca. Es difícil creer a una DO cuando habla de calidad pero ignora el número de litros de su vino que hay elaborados. Lo supone, lo pregunta y lo calibra, seguro, pero al fin lo ignora cuando empiezan a salir litros y litros de vino de su zona (con y sin contraetiqueta) sin que se sepa muy bien cuantos son ni de donde salen.

Creo que vale la pena que termine hoy hablando de esta noticia que ha sorprendido a algunos esta mañana. No tiene nada de especial y, como se explica en la propia noticia, es mas un desliz administrativo que otra cosa. Pero es paradigmático. Uno de los grandes grupos bodegueros en una de las grandes DOCa españolas experimentado por un deposito (una cisterna, en este caso) de vino "no certificado" en el mismo recinto en el que se encuentra el vino que si lo está.

La duda, a estas alturas, es ¿de que se extrañan?.







* Fotos: De fuentes habituales y de mi autoría





1 comentario:

A este lado del Duero dijo...

23.000 euros de multa y la imposibilidad de trabajar en Rioja un mes. Ya...
Entre que denuncio, pongo la denuncia, la sanciono, la elevo al ministerio, el ministerio la ratifica, lo comunica, el tiempo que se da para presentar las alegaciones, estudio las alegaciones, las resuelvo, las comunico a la empresa y a la DOCa, se dan por enteradas las partes, una de las partes que no está de acuerdo y lo lleva por la vía de lo mercantil, se admite a trámite, se lleva a juicio, sale la resolución, no estoy de acuerdo, lo elevo al superior de la CCAA, mismo ciclo jurídico, no estoy de acuerdo, lo elevo al supremo (la empresa tiene pasta y se lo puede permitir), que si que, que no que, resolución definitiva más o menos para 2.025 y de mientras han pasado 10 años en los que la empresa ha podido incurrir en la misma situación otras tantas veces.
Y es lo que dices, les han pillado en esta ocasión por un despiste, ¿cuantas veces no lo habrán podido hacer en esta u otras IGPs?, ¿cuantas veces no lo habrán hecho mientras las IGPs han mirado para otro lado?
Y de mientas, rasgándose las vestiduras por el bajo consumo de vino, la falta de calidad de los mismos, etc...