Jose me evoca en los comentarios al post anterior esta leyenda que está ahora mismo en boga en los decálogos de los gurús de la nueva empresa; la empresa 3.0
Se trata de ser consecuentes con lo que se lleva diciendo los últimos tres lustros y que es, básicamente, el único camino realista para, sobre todo, aquellos negocios relacionados con la alimentación y lo que se come o bebe, a saber; que no somos nada sin tierra, sin mar y sin respeto a la salud del consumidor.
En mi columna Futuro, de hace unos días, para vinoverdadero.com hablaba de este mismo asunto desde mi punto de vista y, creo, incidía en este particular al respecto del porqué de nuestra revista digital y su contenido. Para mi el camino a seguir está claro pero, como no lo está para muchos hoy hablaré del camino desde mi punto de vista como responsable de comunicación y medios para "A Emoción dos Viños" que se va a celebrar este próximo fin de semana por quinto año consecutivo en Tui. Y lo haré de un modo que sé que no va a gustar a nadie, pero que ahí va.
En primer lugar, la industria del vino tiene los días contados. No hablo de que desaparezca, por supuesto, pero sí de que si no se toma muy en serio los cambios reales que el mercado está demandando, mas allá de reformas cosméticas y dinero en publicidad, la cosa se le va a poner muy mal. Hablo de caída de ventas, de un precio aún peor al actual por sus vinos en exportación y de difíciles circunstancias para defender la venta de sus productos a nivel nacional. Esto en no mas de cinco años (auguro)
En segundo lugar, los vendemotos lo van a pasar aún peor. Hablo de los que "dicen que hacen" pero haciendo lo contrario a lo que dicen. No es moralmente responsable, no, pero es aún peor para explicárselo al consumidor . Si uno es biodinámico, ecológico, orgánico o natural debe serlo. Debe serlo por su bien, por supuesto, pero sobre todo por el bien de su negocio y de los vinos que elabora. Una merma de credibilidad en un vino natural es una piedrecita al estanque del colectivo de vinos naturales. Al que no lo crea, que piense en lo que pasaría si, mañana, el viñedo natural de Fofito (nombre supuesto) fuese descubierto libre de malas hierbas y cubierto de un polvillo sospechoso de fuerte olor a sulfato de cobre. El aluvión de críticas de los "tecnológicos" y demás interesados en redes y prensa amiga sería similar al sufrido por el ex-concejal de Ahora Madrid en Twitter. Cuidado.
En tercer lugar, hay que espabilar. A Emoción dos Viños es un "rara avis" en lo referente al movimiento de vinos responsables y lo es por estas razones principales:
- porque no sangra a los viticultores cobrándoles cantidades infames por su espacio
- porque selecciona a los viticultores presentes bajo criterios claros de sentido común, baja producción, amor al terruño y al vino y respeto al consumidor, en cualquiera de sus formas.
- porque asume un papel activo en su difusión de ese tipo de vinos y viticultura.
- porque se esfuerza en ser frente para medios de comunicación, importadores, periodistas y prescriptores especializados y demás fauna y flora creadora de opinión alrededor del mundo del vino.
Esto se hace y no sale grátis, ojo. Se hace porque hay personas dispuestas a poner su tiempo y sus esfuerzos al servicio de todo esto. Yo, vaya por delante, no creo en el voluntariado como sostén de los proyectos y creo que hay demasiadas cosas que la gente, viticultores incluidos, cree que salen grátis. Y no salen grátis. Jamas, nunca, never. Siempre hay alguien que gana dinero con eso que tu/usted, cree que esta costando cero. Nada cuesta cero.
A Emoción dos Viños no sale grátis. Cuesta dinero todo, el Claustro, el montaje, las copas, la promoción antes y después, la comida... Quien crea que eso se paga con los apoyos del ayuntamiento de Tui (mil gracias) o de la Camara municipal de Valença (obrigado) o con los patrocinios de Terraglass o Rotas Iberica (muchísimas gracias por creer en todo esto), es que no sabe cuanto cuestan las cosas.
Quien piense que con lo que van a pagar los viticultores se financia todo esto, es que no paga lo que debe por las cosas. Todo es carísimo y lograr el impacto que los vinos presentes se merecen es difícil, es complejo pero, sobre todo, es caro.
Es perentorio que los viticulores entiendan también que sin eventos que los defiendan y visibilicen es muy difícil que logren un verdadero y duradero impacto en el mercado. Y, vale la pena recordarlo, si no venden no hacen vino. Tal cual.
Se han hecho llamamientos, al menos en Galicia, a la unidad sin un resultado claro mas allá de alguna asistencia conjunta a otras ferias de esas en las que una mesa no cuesta 80 euros. Se han hecho llamamientos a un colectivo que sirva a los intereses de esos viticultores ante la administración, a los intereses de esos viticultores ante las DOs y a los intereses comerciales de esos viticultores con un resultado limitado a grupúsculos con intereses parecidos o que comparten distribuidor.
Entended esto, o sois un autentico colectivo o, mejor, ahorraros el esfuerzo. Nadie os hará ningún caso. Lo lamento.
Para terminar, quiero agradecer a la Diputación Provincial de Pontevedra (gracias por nada) el haber apoyado inicialmente a "A Emoción..." para, días antes del evento, negar ese apoyo. El próximo julio cambia el gobierno provincial. Genial.
Si supieseis como yo se, si fuese yo capaz de demostraros lo importantísimo que es, para estos vinos, la existencia en su formato y desde su perspectiva de A Emoción dos Viños. Si fueseis conscientes de la importancia del revuelo, de la dimensión que está adquiriendo el evento para lograr respeto a esta manera de hacer vino... Ojalá lo entendáis.
Gente, planeta y beneficio. A Emoción dos Viños. La emoción que nos conmueve. Disfrutemos
*Fotos. Imagen del Claustro de la Catedral de Tui donde tendrá lugar "A Emoción...." 2015
Captura del presupuesto "facilitado" por un medio de comunicación para hablar de "A Emoción...." y del coste por la asistencia a una Feria industrial.
3 comentarios:
Buff... pues qué precios tan asequibles =8-o Leía hace ya mucho tiempo a un extranjero que ya llevaba un buen tiempo viviendo aquí, que uno de los problemas que tenemos los españoles es el de juntarnos para hacer las cosas; en juntarnos para salir todos ganando. La verdad, creo que tiene razón, aquí no nos importa perder, mientras "el otro" pierda tanto o más, pero lo de juntarnos para avanzar y crear y construir sigue sin estar en nuestras tripas. Como que no nos sale de modo natural. Afortunadamente, en los últimos años, estoy viendo un cambio en esto. Grupos homo y heterogéneos se unen para alcanzar objetivos comunes en los que todos salen ganando. Desde mi punto de vista, este comportamiento que no es más que algo consustancial a los humanos, el asociacionismo, el unirse, es uno de los mejores elementos, si no el único, con el que cuentan este tipo de vinos. Eso y la honestidad.
Saludos,
Jose
Estamos de acuerdo Jose. Solo que yo creo que, al menos en este mundo, la unción es puramente cosmética y solo por interés, sin base mas allá del ahorrarse unos durillos para asistir a las grandes ferias.
Ojalá que sea el germen de algo mejor. Mas les vale.
Hola de nuevo JL,
es lo que me temo yo también; que no se busca el bien común, si no estar calentico en el grupo únicamente como beneficio propio.
Saludos,
Jose
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