Teniendo en cuenta que la próxima semana estaré bastante ausente no quiero comenzar esa mínima pausa sin plasmar un par de sensaciones y tres o cuatro pensamientos que me ocupan estos días. Primero el balance y después lo demás.
Un año mas el final de Agosto cierra un periodo que aquí (y en Galicia en general) resulta claro divisor del anodino otoño y la predecible primavera vinícola hacia un verano de novedades aceleradas en pro de topar algo del boyante mercado veraniego. Y si dentro de ese segmento el rey indiscutible sigue siendo la uva albariño, la realidad deja cada vez un mayor hueco a los nuevos Ribeiros, mas equilibrados y sensatos, y en bastantes casos cada vez con mas albariño.
Este año Viña de Martín, Lagar do Merens y otros mas económicos pero también interesantes han dado otro pequeño bocado a esa gran tarta. Los godellos por su parte, ya sean Ribeira Sacra, Valdeorras o Bierzo llevan años siendo una realidad todo el año, aunque este verano se ha notado un retroceso en la natural progresión (al menos en mi pequeña parcelita) después de dos veranos al alza.
En los albariños varias realidades siguen imponiéndose y algunos convirtiéndose en clásicos. Los Do Ferreiro, Zárate, Fefiñanes o Attis (este mas joven que los anteriores en el mercado) se asientan a nivel local mientras cada vez son mas los que asumen que en albariño hay dos claras categorías; la de los que se molestan en hacerlo bien y la de los que hacen mucho. Proyectos como Forja del Salnes o Adega dos Eidos son ya firme realidad y lo que eran vacas sagradas de la DO ya no lo son tanto. La voracidad de ciertos grupos comprando a precios difíciles de justificar bodegas de Rias Baixas hace patente que la cantidad, de nuevo, va a acabar prevaleciendo sobre la calidad en ciertas marcas que hasta ahora han sido siempre sinónimo de lo primero. Veremos que ocurre con el tiempo.
Destacar también, para mi, la entrada en el mercado del Tricó de José Antonio López como un soplo de aire fresco, de novedad y diferencia, aunque en este caso con enorme disparidad de criterio entre unos y otros. Espero con interés la evolución del proyecto.
En el segundo apartado, el de apuntes futuros, solo un par de cosas con nombres y apellidos. Régoa de 2007. El vino del bueno de José María que cada año da un salto mayor hacia adelante sin perder su carácter puramente atlántico y matizando cada vez mas su inicial rusticidad. Un valor de futuro que, pienso, continuara con claridad hacia adelante a pesar de los pesares (clima, suelo, etc) gracias a la dedicación y esfuerzo de otro mas de los "entregados a la causa" del buen vino.
Segundo. Lacima de 2004. Este vino me gusta, y tanto como me gusta me parece en su precio (mas de 36 por botella). No se que pasara con el proyecto (que parece libre de los lastres del dinero en su desarrollo, con una buena base financiera por detrás) pero si continua la misma linea esta llamado a grandes vinos.
Guimaro B1P y B2M de 2007. Cada vez la tendencia gira mas entorno a los "vinos virtuales" como se les conoce entre los distribuidores. Producciones mínimas que deben llegar a múltiples mercados (Europa, EE.UU., Japón) dejando casi sin existencias el mercado local. Parker pesa y lo hace mucho pero a día de hoy sigo creyendo lo mismo. Donde el B1P es un mencia en barrica (14 meses) extraordinario y capaz de crecer (como su hermano "El Pecado) el B2M, la segunda opción con la misma madera y mínimos cambios en el proceso de elaboración, se va volviendo el vino llamado a ocupar el lugar de su primo-hermano mientras este hace las Americas. La ventaja estará al final, probablemente, cuando dentro de cinco o seis años el uno siga en plena forma(B1P) y el otro comience un lento decaer (B2M), pero ¿cuantas botellas quedaran en el mercado del primero?. Probablemente ninguna. Mi apuesta por precio y cantidad, por ahora, es por el segundo, sin descuidar que, si el mercado Estadounidense "rebota" alguna botella no se tratara de un vino de precio ajustado. Sea como fuere, el futuro de la mencia en madera esta aquí y en Regoa, aunque a otro nivel.
Y fin de la chapa por ahora. No ha sido mal verano, ya lo digo, pero si peor que el pasado. He bebido menos y algo peor pero lo bueno estaba igual de rico que siempre. He trabajado mucho para ganar lo mismo (es decir nada jeje) pero cada año que pasa me siento mejor dedicándome a algo en lo que creo y que disfruto a pesar de los pesares. Y hasta dentro de unos días, agur, ciao y arrivedercci. (aunque por ahora siga aun por aquí).
* Fotos de aqui y de alla por la red. La de Regoa es de Mariano en Mileurismo Gourmet, donde recomiendo su visita a esta misma bodega en Abril pasado.
5 comentarios:
De acuerdo con todo excepto con lo del Attis Jose Luis, no me pareció nada del otro mundo, y para hacer un buen vino hay que ir a la viña, y se que el de Attis no la pisa, como si lo hacen los viticultores del resto de los vinos que nombras, ahi está la diferencia
sí q ha habido un cambio entre la 06 y 07 de régoa,gran progresión en sus básicos,tengo entendido q guimaro le ha comprado uva alguna vez a Régoa...
Hola Jose,
Muchas gracias por la alusión. Todavía tengo pendiente hablar sobre el régoa 2007 en sí. El problema es que sigue estando muy joven y muy cerrado.
Mi idea era para después de verano, pero el otro día lo catamos en Bagos y está en un momento raro. Habrá que esperar un poco más...
Pedro,
Tampoco creo que Attis esté llamado a ser un gran vino, pero no seas tan duro hombre!
No probé este Attis, pero sí el Tricó que me pareció de lo mejor de las Rías Baixas en mucho tiempo.
Ya estoy de nuevo por aqui. Ahi vamos;
Pedro; Para hacer buen vino debe haber en la viña alguien que sepa lo que hace con esa viña. Quien se encarga de poner la idea, mantener la filosofia del proyecto, poner los "dineros" para que la filosofia no dependa del mercado y afrontar las subidas y bajas del proyecto sin moverse un apice de su idea inicial (vino de maxima calidad en función de lo que diga la tierra) cuenta para mi tanto como quien se machaca las manos y la cabeza en el viñedo.
Pero por otra parte ¿quien es "el de Attis"?,¿tendra nombre no?
Sibarita; Guimaro le compro durante bastantes añadas una buena parte (no puedo puntualizar cuanto) de la uva con la que despues se hizo Guimaro Barrica y El Pecado. Se que cada año esa cantidad decrece en función de que Régoa pone en marcha su proyecto con mayor fuerza.
Mariano; Régoa es tan especial y particular que su progresión en botella es basta, diferente, como a golpes, pero con muy buen futuro a la vista.
Sobre attis, yo si creo que se convertira en un gran vino. Solo es cuestión de tiempo...
Toni; Coincidimos en el Tricó. Para mi es otra dimensión de la uva y del territorio. Un vino que se ha adelantado unos años al resto...
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