Mis primeros Premieres... y una agradable sorpresa.

Llego. Ayer, mientras llovía, uno de los vendedores que por preparación y juventud mas me han llamado la atención (y os puedo prometer que han pasado unos cuantos) me entregaba las primeras botellas de algo que me hace verdadera ilusión.

Se trataba del La Bernardine 2006, de un Borgoña de Chateauneuf-du-Pape de M. Chapoutier, que me gusto cuando lo probé en su versión de 2003 y que encajaba en mis muy reducidísimos margenes económicos. Pero esto de los Premieres a mi me tiene subyugado. El como se puede apostar a un buen vino de dentro de unos años, porque estas son las primeras si, pero después llegara el Flor de Pingus, y el Lafleur-Gazin y un Sauternes. Los Petrus,Lafitte-Rochield y demás no están a mi alcance pero es por estos superclase por lo que a mi personalmente me llama la atención esta estrategia de venta.

En la "Sibaritas" de Mayo (nº 68) Peñin y Oldenburg discrepaban sobre los Burdeos de 2005 y después de ver como puntuaban a determinadas bodegas, que a buen seguro sacaron a la venta en Premiere gran parte de su cosecha de aquel año, me preguntaba ¿y que le parecerá a quien se compro el Chateau Angelus de 2005 que uno de estos dos señores lo puntue por debajo de 90, 87 para ser exactos?

Seguro que ni se enteran y no le provoca problema alguno pero a mi me daría un buen quebradero de cabeza. Te compras tu Petrus 2006, pagas los 1275 euros mas iva que costaba la broma y en el mes de Mayo del año siguiente a tu compra viene un señor y dice que no, que no le acaba de convencer. Y adiós. No se, a mi me daría un pasmo, aunque supongo que quienes se dedican a este negocio saben a lo que se exponen y les da mas o menos igual la opinión de quien sea.

Bueno, a mi me da lo mismo. Es mi ilusión y por ella este año en mi tiendita y por supuesto en la web pondré a disposición de mis amigos, mas que clientes, mis tres botellitas de cada uno de los Premieres que mas me llamaron la atención, y que estuvieron a mi alcance. Llamazme tonto si queréis, pero es algo que me llena y me hace disfrutar como un niño. El poder abrir esas cajas de madera y descubrir en su interior tesoros ocultos para los ojos de tantos... una gozada vamos.

Ah, la sorpresa. Pues que después de años creyendo que no me gustaba pero nada el vermouth he descubierto que no, que estaba equivocado. Lo que no me gusta es el mal vermouth. Lacuesta reserva. Os dejo la foto y lo veis. Excelente. Suave, sin alcoholes raros, para tomar bien frio o no, y envejecido en roble francés siete meses. Me gusta el vermouth... bueno, me gusta el buen vermouth.