Por segundo año consecutivo acudo a la Feria del Club de Gourmets, foro definitivo en mi opinión para el sector HORECA y los especialistas y tiendas especializadas.
De la edición de este año me traigo la misma sensación que de años pasados, es decir, mucha oferta, la misma demanda e innovación, experimentación y descubrimiento.
De lo que nos atañe probé varios vinos. Un Ribera cuyo nombre no recuerdo que me pareció uno mas y con las mismas dificultades que el resto de sus parientes en los últimos años, a saber, grandes expectativas pésimo resultado. Probé el crianza y nada. El roble igual, verde y caro muy caro. Una lastima
Por la otra banda la sorpresa, relativa, me la lleve con un Albariño de lo mejor que he probado en los últimos tiempos. Moraima 06, albariño de escasísima producción de una bodega de Barro con pretensión de hacerlo muy bien.
Además conservas, muchas, de Galicia y de fuera de Galicia, las mejores por supuesto gallegas, faltaría más. Descubrimiento para mí de la línea 1884 de Conservas Boya. Excelente Mejillón calidad-precio y fantástica Zamburiña.
Y mas vino, y fino la Guita y tintos y blancos y pufff…. Saturación.
Al final, o mejor, al mediodía quesos. Probé un excelente queso de cabra manchego, semicurado y dos fantásticos San Simón da Costa, mi debilidad. Y por supuesto el túnel del vino
De esta iniciativa de la organización solo quería decir que chapeau. No creo que exista lugar alguno en el que, por el módico precio de la entrada al taller de los Sentidos de esta feria se puedan degustar, por ejemplo, un Numanthia, un albariño Don Pedro de Soutomaior fermentado con nieve carbónica, un Alion, un Ultreia de Valtuille o un Palo Cortado, por decir algunos. Cata de vinos que cuando tenia quince años no sabía ni que existían. Que felicidad.
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