martes, 28 de abril de 2009

Unos destellos de felicidad...

Resulta muy difícil ver como un proyecto al que dedicas tanto tiempo y esfuerzo se va poco a poco al carajo a pesar de tus esfuerzos y desvelos. No voy a negar que, desde hace bastante tiempo, esta idea mía, este aluvión de pasión (que no paga las facturas por desgracia) no ha sido suficiente para poder poner en valor un negocio complicado como pocos; vender buen vino. De un tiempo a esta parte la crisis (la real y la sobrevenida) se han comido los pocos pasos que había ido dando en pos a conseguir que se entienda que lo que los supermercados ofrecen tiene, en la mayoría de los casos, bien poco que ver con el vino e, igualmente, hacer llegar esa idea a los hosteleros profesionales, que aficionados hay unos cuantos a mi alrededor. Esta ultima labor ha sido la mas decepcionante y desastrosa.

No digo que tenga todas las verdades porque ni es cierto ni me considero así de presuntuoso y pedante (a lo mejor algo "chorra" si que soy, pero no paso de ahí). Pero si se algunas "verdades" alrededor del vino y sus posibilidades. Una de ellas es que los vinos que en mi exiguo catalogo ofrezco no tienen nada que ver en calidad y prestancia a los que ofrece la mayoría de mi competencia cercana en distribución. Nada. Nada que ver tienen Abel Mendoza y Coto ni Alcorta, nada que ver tienen Viña de Martín y Viña Costeira y por supuesto nada que ver tienen Martín Codax y Terras Gauda con Attis y Do Ferreiro. Nada. Es por esta razón por la que la conversación, entre patética y Kafkiana que mantuve con un presunto hostelero cobra tintes de pasmosa realidad.


El debate sobrevino ante la pregunta del presunto "¿Y porque voy a tener que comprar este ribeiro sino me lo piden?" me decía el paisano. Aquí yo me esforcé en explicar, en lenguaje entendible, que la calidad del vino en cuestión superaba a la de cualquiera de los que el vendía y que en su magnifico comedor, con su muy respetable carta de muy buen producto, este vino encajaba como un guante. Y que si nadie se lo pedía a lo mejor era porque no lo ofrecía, que donde si lo tienen es uno de los mas vendidos aunque sea también de los mas caros en su clase. Pero el quid del asunto llega cuando le explico que con un par de recomendaciones a sus clientes cuando estos no sepan decidirse es mas que suficiente para hacer correr la voz de la calidad del vino en cuestión. Y aquí es cuando los limites de la realidad cruzan a una dimensión desconocida. Porque, indignado, el paisano me replica que "Bueno hombre, faltaría mas, yo no estoy aquí para ofrecerle a la gente la mercancía. Si me la piden vale, pero sino no se compra mas vino". Vale, viva y bravo.

Yo no puedo ni debo enseñarle a la gente a hacer su trabajo. No, me niego. Y menos cuando no quieren aprender. Yo no me veo capaz de hacerlo porque, entre otras cosas, yo vendo vino, no tengo un restaurante ni pongo copas. Yo no soy el hostelero, soy su asesor en materia de vino y destilados. Y punto.


Yo puedo tratar de transmitirles, con mi escasa formación y medios, con toda la ilusión posible, que esta pasada semana abrí una botella de Chateau Haut-Brion del 94 y que me encanto. Que me pareció un vino fabuloso, un vino señor, donde encontré fruta negra, grosella, tabaco y finura. Que en boca fue autentica seda, grueso también, con cuerpo, muy concentrado. Elegancia concentrada.
Puedo intentar definirle un Jean Leon Rva. del 97 que hace mucho que tenia por casa, a base de Cabernet Sauvignon y un 15% de otras (Cabernet Franc) que han ayudado mucho a equilibrar este vino, con una nariz de fruta roja con notas de madera cada vez mas ligera y mucha fruta. Que es un vino con una buena boca y que me gusto mucho.


Puedo decirle que abrí uno de los últimos Kracher que me quedaban por casa, un nº2 del 2006 que me pareció genial, como todos sus hermanos, cada uno en su estilo, cada uno diferente y especial. Y puedo comentarles que la Rioja empieza y acaba, seguramente, en Abel Mendoza, porque su selección especial es la pura prueba documental de que en esa tierra se pueden hacer vinos excepcionales sin necesidad de encarcelarlos durante años a "cumplir condena" en maderas que en muchos casos ni quieren ni necesitan. Que el Abel Mendoza Selección Personal de 2005 esta bueno para beber pero que dentro de seis meses sera impresionante, y que caen dos botellas con una facilidad pasmosa si uno lo acompaña todo con el trabajo de hosteleros de los de verdad, como en el Lusco&Fusco o en alguno de los otros miembros de la selecta lista de profesionales auténticos que si trabajan en la hostelería de la Costa da Morte gallega.


Estos, con la razón principal de mi existencia y con mis amigos, son mis pequeños destellos de felicidad entre tanta estupidez e incapacidad profesional. Todo eso podría decirles pero estoy a un milímetro de que no sea así. Y lo peor es que si al final no soy quien de pasar este rubicón, no va a ser solo culpa mía.

Perdón por el serial lacrimógeno pero este es también mi único lugar donde depositar el drama diario al que nos lleva la incapacidad y la falta de profesionalidad en este país. Pero mejor... hablemos de los vinos, que es bastante mas gratificante, la verdad.






* Todas las fotos han sido recogidas de la web y la del comedor es solo a titulo ilustrativo y no se corresponde en ningun caso al del ejemplo citado. Es mas, es de otra región y sacada de la guia Maximin.com

15 comentarios:

Sibaritastur dijo...

Hola Jose Luis, siento leer lo que leo, de verdad. Mira en esta sociedad y en general interesa mas el rendimiento ecónomico que el trabajo bien hecho, de esos hay muy pocos, la pregunta es, nos hacemos como ellos o asumimos como somos y sus consecuencias?, yo me quedo con la segunda sin dudarlo, aunque muchas veces sea jodido, pero creo que ese es el camino, lo demas es la pérdida de un principio y eso no se valora con dinero.
Yo te animo a seguir en tu línea y a seguir buscando esos destellos de felicidad.

Uxio dijo...

Jose Luis, mi casa es tu casa. Solo tienes que pasar por aqui y presentarte.Cosecha del 64 en Matogrande. Cuando necesites un rato de chachara y buen vinoo, por aqui estoy.......
Salud y vino.

IGLegorburu dijo...

Ánimo hombre, y que no decaiga la pasión. Desde el lado productor eso intentamos :-)

Un saludo

Glotón dijo...

Hola Jose Luis

Hace unos días me invitaron a comer en un restaurante en Santiago del que no recuerdo el nombre. Pedimos varios vinos de la carta que resultó que no tenían porque estaban en fase de renovación de aquella y por error nos dieron una carta que todavía no estaba disponible hasta dentro de dos semanas. Finalmente el tema se zanjó de la siguiente manera: Yo le dije a la camarera/maitre/jefa que lo que queríamos era probar algo nuevo, salirnos de lo manido Rioja/Ribera y ella sin dudar nos dijo que probáramos el Pagos del Galir selección Rosa Rivero. Desde ese día soy un devoto de ese vino y a esa mujer le agradezco enormemente su consejo. No te desanimes que algunos profesionales sí saben trabajar y el resto no merecen la pena el esfuerzo. El mercado los pondrá en su sitio.

Por cierto, esta tarde te propuse un juego a través de la página de tu tienda para el que espero respuesta ;-)

José Luis Giménez dijo...

No desfallezcas JL! Ánimo, que son más, pero mucho más cobardes!!!!

Ya, lo sé, los ánimos no cambian la situación ni pagan las facturas, pero esto es una carrera de fondo. Una guerra con muchas batallas que perderás, pero muchas más que ganarás y que (crucemos dedos) te llevarán a ganar tu particular cruzada.

País? Pues sí, no hay ni toros, ni toreros :-(((

Ánimo y http://www.youtube.com/watch?v=V9fLcwmo8vU

Jose

Zuhur dijo...

¡Ánimo D. José Luis!

Le considero una persona lo suficientemente preparada como para saber que la estupidez afectada por una profunda crisis puede resultar más letal que la peste porcina.

Hasta que el cielo se desplome sobre nuestras cabezas (esperemos que no), siempre quedarán profesionales y diletantes que diferenciarán, nítidamente, lo bueno de lo mediocre y lo auténtico de lo mediático.

¡¡Vencerá!!.

compangu dijo...

Un amigo, sí, un AMIGO, "que no da consejos, pero cuenta historias", me dijó no hace mucho, tras un palete de esos que te da la perra vida, que de todo se acaba saliendo, que hay que "arrear pa'lante", y que "nunca llovió que no escampara" (esto también lo repite mucho mi güela, jejeje).

Yo no creo que te pueda agradecer lo suficiente los buenos momentos que me han proporcionado tus recomendaciones en materia de vinos (y las que faltan por abrir). Y más que por marcas, es por el "conceto", por esa forma de entender este mundillo.
Aunque no creo que eso te sirva de mucho, ya sólo por eso, debes perseverar en tu actitud, pues siempre va a haber la posibilidad de "convertir" a alguien... Y al final lo bueno, siempre será lo bueno.

Y tras dos esos maravillosos enlaces que te dejaron, no me resisto a poner uno; y no porque sea muy de mi gusto, sino porque me parece que define muy bien lo que esta pasando.

Jorge Díez dijo...

Espero que la cosa no llegue a extremos catastróficos, por lo que supondría para ti y porque se perdería otra de esas apuestas valientes, difíciles pero sinceras. Están de más las palabras cuando falla la bolsa -la personal, la de cada uno para apañarse- pero a ver si el azar da algún golpe bueno para pasar este trago. Gente que lo entiende y lo agradece hay, otra cosa es que baste para un negocio.

Mariano dijo...

Jose,

Aunque el optimismo no paga las facturas, créeme, la cosa está cambiando, y en Galicia también.

Cada vez tengo más sitios de los que hablar, porque cada vez es más facil encontrar Viña de Martín, o Guímaro, o latiñas de anchoas de calidad o platos aderezados con Sal Maldon.

La cuestión es que a quien hoy vaya por ese camino, se las ingenie para no poner precios astronómicos, porque no es lo que el mercado está pidiendo... y hay formas.

Aguanta!

José Luis Louzán dijo...

Gracias a todos de verdad... gente como vosotros no se estila por aqui demasiado y por eso la cosa va como va... supongo...

La verdad es que llevo unos dias bastante malos, entre unas cosas y otras, y mi "tarro" de meter las complicaciones, los sinsabores y las malas noticias rebosa desde hace meses...

Pero si, la cosa sera aguantar, maldecir y volver al ring a "pegarme" con esta banda de ineptos e ignorantes convencidos...

En fin, que muchas gracias, me sirve de mucho saber que no estoy solo en esto... aunque el apoyo lo sea desde la distancia, es muy gratificante...

Toni dijo...

Yo creo que es luchar contra molinos de viento. No nos engañemos. La cultura del vino está muy poco extendida a pesar de tanta vinoteca de moda. La mayor parte de la gente que bebe vino lo hace por una cuestión social. No dudo de que les guste pero sólo hasta un punto.

Conozco gente que han bebido en 10 años de su vida más vino del que yo me beberé en toda la mía y no les des otra cosa que no sea Rioja clásico y que sea tinto, que el blanco ni lo prueban. Tienen hecho el paladar a ese sabor y nada más.

Debe de ser bastante duro para todos los que viven de este negocio, pero las cosas son así.

José Luis Louzán dijo...

Vale Toni pero yo me pregunto ¿como se llego a esto?...

No quiero hacer aqui comparaciones pero a la vista de la calidad media de los vinos franceses, que según la mayoría de los conocedores de aquel mercado es bastante superior a la media española, ¿como se llego a esta situación?, ¿por saturación del mercado?

Yo he visto como personas de mente mas o menos abierta, eso tambien es verdad, dejaban de lado, despues de un tiempo ojo, al Rioja clasico y se lanzaban sin miramientos a por cosas nuevas... así que la "redencion" es posible...

El quid de la cuestión esta en ¿como se hace? y, lo que es mas duro ¿cuantas decadas, no años no, decadas, hacen falta?

Toni dijo...

Pues no sé si décadas, pero años harán falta unos cuantos.

Pero repito que las cosas son así. Un ejemplo parecido es el de los deportes. Yo practico uno que da muchos éxitos a España pero es minoritario. La gente de este deporte se queja de que no se publicita nada, que no sale en los medios, etc, pero lo que está claro que a la gente le gusta el fútbol sobre todo.

Lo mismo se puede aplicar a los restaurantes de calidad. Poniendo el ejemplo asturiano, llenan muchísimo más las sidrerías que restaurantes de mucha más calidad y de muy poco precio más y a veces igual. A mi me parece increíble pero es lo que hay.

Mariano dijo...

Vamos a ver, si las cosas están tan mal, ¿por qué cada vez tenemos más alternativas?, ¿por qué cada vez son más las zonas productoras emergentes?, ¿por que aumenta la oferta de vinos extranjeros en las cartas?, ¿por qué ya no es tan raro hablar de un Riesling, o de un shiraz de Australia?, ¿por qué se están recuperando uvas prácticamente desaparecidas como la espadeiro o la sumoll?, ¿por qué el Diez Minutos recomienda vinos del Somontano, o de Alicante a las amas de casa?, ¿por qué Adriá o "Pitu" Roca son personajes influyentes?,...

Yo creo que si no hay motivos para ser optimista, al menos los hay para dudar, ¿no?

Sibaritastur dijo...

Yo creo que esta situación es debido a la falta de curiosidad, de criterio, y de seguir la tendencia que se marca sin cuestionarlas ni se valora las cosas bien hechas, la sinceridad y la honestidad.
En momentos de crisis hay que apostar mas aun si cabe, ánimo.