viernes, 30 de octubre de 2015

OMS

Me pasa con la OMS algo parecido a la FAO, UNICEF o la propia ONU.

En mi infancia, esta ensalada de siglas era motivo de conversación, al igual que la OTAN, COMECON o la CEE. Vivo desde mi nacimiento y salvo por cortos periodos en otras ubicaciones en un pueblo de la Costa da Morte gallego de nombre Cee y los chistes de aquellos a los que conocías de copas por Galicia o fuera de ella, sobre si ese nombre guardaba alguna relación con la Comunidad Económica Europea, eran lo habitual. Al cambiar esta organización al actual UE esto terminó, claro.

La OMS es uno de esos organismos que solo existen para la generalidad cuando dicen o hacen algo que no encaja. Que no encaja en nuestro continuo del día a día, claro, porque en realidad que la OMS diga que algo es nocivo para salud es, entre otras cosas, su única función real y verdadera. La organización mundial de la salud, que eso es lo que es la OMS, es el organismo independiente de la ONU encargado de vigilar la salud del mundo. En su definición oficial y objetivos afirma que tiene las siguientes "funciones básicas":

- ofrecer liderazgo en temas cruciales para la salud y participar en alianzas cuando se requieran actuaciones conjuntas
- determinar las líneas de investigación y estimular la producción, difusión y aplicación de conocimientos valiosos
- establecer normas y promover y seguir de cerca su aplicación en la práctica
- formular opciones de política que aúnen principios éticos y de fundamento científico
- prestar apoyo técnico, catalizar el cambio y crear capacidad institucional duradera y
- seguir de cerca la situación en materia de salud y determinar las tendencias sanitarias.

Ojo con la última; "Seguir de cerca la situación en materia de salud y determinar las tendencias sanitarias". Esto implica, por ejemplo, emitir de vez en cuando informes generales sobre salud pública y dentro de ellos determinar si una substancia de uso común o extemporáneo es susceptible, a medio o largo plazo, de producir efectos en la salud pública. He dicho, repito, "determinar si una sustancia es susceptible a medio o largo plazo de producir efectos en la salud pública".

Ejemplo; El tetraetilo de plomo, (CH3CH2)4Pb, es un componente de química organometálica tóxico que se usaba en la extinta gasolina con plomo super de 97 octanos y Normal de 92 octanos como aditivo antidetonante. El plomo, como no interviene en la combustión, era expulsado con los gases del escape. Es un metal pesado venenoso para el cuerpo humano ya que ataca al sistema nervioso y, además, se acumula en el medio ambiente de forma permanente. Una lucha continuada de mas de 20 años que involucró, a favor y en contra de su eliminación (si, si, a favor y en contra) a científicos muy reputados, catedráticos en química por prestigiosas universidades americanas, que defendieron en comisiones del congreso en los EEUU que la existencia de altas cantidades de plomo en el medio ambiente no guardaba relación alguna con el uso de gasolina con plomo. Por suerte para todos, un científico en concreto se empeñó en demostrar lo contrario y logró así que la gasolina sin plomo se instaurase como único combustible posible para vehículos a motor. Así, actualmente, está instaurada la gasolina sin plomo que utiliza otros elementos no contaminantes como antidetonante.

La OMS ha incluido el plomo dentro de una lista de diez productos químicos causantes de graves problemas de salud pública que exigen la intervención de los Estados Miembros para proteger la salud de los trabajadores, los niños y las mujeres en edad fecunda. Y todo a raíz de las investigaciones de Clair Patterson, que fue contestado por el lobby del petróleo, desprestigiado como científico y desposeído de ayudas y apoyos por decir la verdad, que el plomo es peligroso como aditivo químico. Hoy cae de cajón, pero hace 50 años....

Desde el pasado lunes se habla mucho de cáncer y carne roja. Se habla a expensas de un articulo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cancer (IARC en sus siglas en ingles), una agencia dependiente de la OMS. 
En el articulo, la agencia indica que la carne procesada ha sido incluida en el grupo de las sustancias denominadas como "Grupo 1", definido como "carcinógeno para el ser humano". Eso dice. No dice, en ninguna parte, que un filete de ternera sea cancerígeno. No dice en ninguna parte que una chuleta provoque cáncer. 
De hecho, sobre la carne roja dice que esta forma parte de otro grupo de sustancias, las denominadas "grupo 2A", definidas como  "probablemente carcinógeno - la evidencia no es concluyente". Eso es lo que dice, textualmente. "Probablemente...la evidencia no es concluyente". 

Por profundizar mas, esta agencia basa sus informes en estudios epidemiológicos que buscan relación entre el mayor consumo de ciertos productos y el riesgo de cáncer. Para quien no lo sepa (la mayoría, me temo) un estudio epidemiológico consiste  en un conjunto de actividades intelectuales y experimentales realizadas de modo sistemático con el objeto de generar conocimientos sobre las causas que originan las enfermedades humanas. Los estudios epidemiológicos permiten establecer la relación entre las causas de la enfermedad y la influencia de éstas sobre el surgimiento de la enfermedad. Son estudios realizados en un grupo de población de referencia y por un periodo de tiempo determinado. Para entendernos, no se trata de un análisis de sangre a un tipo que come mucha salchicha y Voila! las salchichas crean cáncer. Para nada. No. Niet. Nicht. Net. Non.

La respetabilidad, al menos para mi, de los estudios epidemiológicos en comparación con la tonelada de estudios que la industria usa como reclamo publicitario a voluntad según les venga en gana es máxima por varias razones. La primera, que es una opción estadística. No te dicen que algo sea o no bueno o malo porque si, o en relación a teorías. Lo hacen porque un porcentaje concreto de un grupo de estudio presenta ese resultado. La segunda, porque el estudio es exhaustivo, es decir, se hace por un periodo de tiempo mas o menos largo para el tema en estudio y en un porcentaje de individuos mas o menos grande. 

Para este estudio, el Grupo de Trabajo de IARC para la OMS para el estudio del cáncer (que solo está para eso) consideró más de 800 estudios diferentes sobre el cáncer en los seres humanos.
De ellos, algunos (en total más de 700) sobre la epidemiología en la carcinogenicidad del consumo de carne roja y carne procesada y más de 400 sobre la carne roja. El grupo de estudio lo componen 22 expertos de 10 países. 

Y lo que me alucina de verdad en todo este asunto, lo realmente espectacular y de vergüenza ajena, es la manta de ignorantes, idiotas, subnormales sobrevenidos y patentes que se dedican a titular en prensa, radio y tv, para llegar a la conclusión de que un filete de carne roja provoca cáncer. Es alucinante que se llegue a pensar en base a este estudio y aun mas alucinante que se pregunte pero lo realmente alucinante es que, de forma absolutamente abrumadora, la población general se lo crea.

Porque si algo se puede extraer (con mucho cuidado) del informe es que la industria alimentaria trabaja en el procesamiento de la carne para su consumo como salchichas, carne en lata, curados, salazones, ahumados, etc, de un modo complejo y que merece de un debate amplio. Porque, según lo publicado, cada 50 gramos de carne procesada al día aumentan un 18% el riesgo de cáncer de colon. Eso dice. Y nada mas. 
La OCU, que no será sospechosa de estar al lado de la OMS, supongo, lo explica muy bien en este artículo. Lo que la IARC ha publicado no significa ni de lejos que 50 gramos de carne sean igual a un 18% de probabilidad de sufrir cáncer (como ha podido leerse en algunos medios de ¿comunicación?). 
De lo que se habla es de un incremento en el riesgo relativo: el consumo habitual de carne procesada produce un incremento del 18% respecto al riesgo que cada uno tiene de padecer este tipo de cáncer. 
Imagina que tu riesgo absoluto de sufrir una enfermedad es de un 1% y te expones a un factor que conlleva un riesgo relativo del 18% = tu riesgo absoluto pasa a ser del 1,18%.
Este riesgo es de por sí bajo en la población general (y muy bajo si tu estilo de vida es saludable).  

Y creo que entiendo lo que ha pasado aquí, y ahora vamos con la parte en la que realmente doy mi opinión sin red sobre todo este quilombo. Creo que hay dos maneras de desacreditar un informe científico cuando se carece de argumentos reales para hacerlo.
La primera, desacreditar la fuente. La segunda, reírse del informe. Y aquí viene mi opinión: el lobby de la industria alimentaria está detrás de todo lo que ha sucedido en estos cuatro días.

No me extenderé mucho mas, pero para mi es evidente que el lunes, con el estudio en la mano, iban a pasar dos cosas. Una, que se iba a publicar que una agencia independiente había encontrado, en base a un demoledor por su extensión y fuentes, estudio epidemiológico, una relación directa entre el cáncer de Colon y la carne procesada. Una relación minúscula, en mi opinión, y que merece de un estudio mucho mas profundo, substancia por substancia y proceso por proceso, pero relación al fin y al cabo. Como la mayoría de la población carece de compresión lectora y no contrasta jamas, ese titular (La IARC relaciona el cáncer de Colon con la Carne procesada)  iba a provocar un daño real a la citada industria  que gasta, anualmente, millones de euros en publicidad en prensa radio y tv. 
Y, dado que la gente no lee y solo escucha una parte de lo que se le dice, iba a resultar enormemente complejo explicar en detalle lo que a mi me ha llevado un buen puñado de palabras. Así que, ¿como lo podemos solucionar?. Fácil. Encendamos el ventilador. ¿Acaso alguien se puede creer que tooooooda la carne, de toooodos los bichos que nos comemos desde hace siglos, sea la culpable del cancer?....¿de verdad?. 

Bingo. Conseguido. Lo siguiente es llenar la red de memes, titulares bochornosos y abrir telediarios titulando que comer carne roja es como fumarse un cartón de Camel. 

Que curioso. El tabaco. Otra sustancia que no tenía relación alguna con el cáncer de pulmón en 1960. Fue en 1964 cuando, por primera vez, el director general de salud pública de los EEUU, Luther Terry,  daba a conocer un informe que asociaba directamente he cogido de este post que me merece también enorme interés como reflejo de a que me refiero en España como lobby de la industria alimentaria.
el hábito de fumar con cáncer de pulmón y mortalidad prematura. El lobby del tabaco seguía negando, con informes de científicos reputadísimos de medio mundo, que esa relación fuese directa ¡en 1995!. Lo hacía en comparecencias ante el congreso de los EEUU y después de años con anuncios como el de la foto que

No digo, ni por asomo, que la existencia de una relación directa, para un porcentaje tan pequeño, entre el cáncer de colon y  la carne procesada sea lo mismo que decir que las salchichas, la carne en lata o el embutido provoquen cancer. Para nada. Digo que seguimos haciendo muchísimas cosas con la comida que luego nos tragamos de las cuales desconocemos, repito, des-co-no-ce-mos, su indicencia real concreta en nuestro cuerpo a medio y largo plazo. Digo que somos una banda de ignorantes y que lo somos en un asunto que no debería dejar lugar a duda. Y voy mas allá. No creo que ahumar, salar o curar al natural piezas de carne o pescado tenga relación ni incidencia en un mayor riesgo de cancer de colon, y lo digo porque existen informes que dicen que ahumar piezas de carne o pescado con determinadas maderas y al modo lento tradicional, sin usar acelerantes, reduce significativamente el riesgo de que ciertas sustancias presentes en los ahumados ataquen las paredes gástricas de nuestros estómagos o del intestino. Lo que dice la OMS sobre esto es que el método empleado para preparar los alimentos ahumados, se ha revelado como cancerígeno en un mínimo porcentaje (cercano al 22% para cáncer de estomago y colon). Su efecto tóxico proviene de los hidrocarburos policíclicos que se producen en el proceso. Es decir, el culpable es el proceso, no la carne. Y esto lo dijo la OMS, también, en 1999. ¡Y no le importó a nadie!, por razones obvias.

¿Sabes que mas produce cáncer?, el amianto. Ese que a mi me enseñaron en la escuela que salvaba bomberos por su capacidad para disipar el calor. Otra cosa que provoca cáncer es  el dióxido de carbono presente en la combustión de los motores a gasolina y diesel, pero nadie precinta garajes, nadie prohibe que circulen coches por las carreteras y nadie, nadie, ha recomendado que se eliminen este tipo de motores, por razones obvias. Es mas, ahora, desde que Volkswagen miente, se van a rebajar incluso los niveles de emisión, ¿no?.

Y después está lo del radón. Si, el radón.
Este gas, radioactivo y tóxico según la OMS y otras 30 agencias mundiales de investigación para sustancias de riesgo, está presente con una incidencia de riesgo en más del 20% de hogares de la Costa da Morte gallega, desde donde estoy escribiendo estas lineas. 
La Costa da Morte es una de las zonas con mayor presencia de gas radón de toda Galicia. Así lo afirman los estudios realizados por el área de medicina preventiva y salud pública de la USC y por el Laboratorio de Radón del Hospital Clínico de Santiago, que señalan Galicia como una zona de alto riesgo. Así, directamente. 


Las mediciones reales realizadas en distintas casas de Galicia demostraron que más del 10% de los domicilios superaban los 200 bequerelios por metro cúbico de aire (la unidad de medida de este gas). Esos 200 bequerelios son el nivel máximo recomendado en Europa para este gas en el aire. Pero es que el 22% de los hogares están por encima de los 148 bequerelios, máximo recomendado en los  EE.UU.


Las zonas más afectadas de Galicia son la comarca de Bergantiños, Zas, los municipios próximos a Muxía, Santa Comba, Padrón y Negreira. Donde vivo yo, para entendernos.

El radón es un gas noble, radiactivo, y es la segunda causa del cáncer de pulmón, después del tabaco. Si si, no os riáis, Las personas con niveles elevados de radón en su domicilio tienen el doble de probabilidades de presentar cáncer pulmonar que las personas con menos radón en sus casas. El doble. 

Ese es mi lugar de residencia. Un sitio donde, si hiciéramos mañana una encuesta, un 90% (como poco) de los cuestionados no sabría lo que es el radón, otros ocho de cada diez sabrían que es un gas y solo 2 de cada cien, que es un gas peligroso al que uno no debe exponerse de manera continuada.
2 de cada cien. Y ni cuando se hizo publico este extenso estudio de la USC ni ahora (ni nunca) esta noticia provoco reacción alguna. La gente sigue muriendo por cánceres respiratorios y nadie considera que esto sea motivo de una investigación especial de nada. Ni siquiera para solicitar mejores aislamientos en viviendas y edificios públicos, ni para seguir estudiando la raíz de este problema. ¿Sabes por qué?. Porque no existe un lobby del radón. Ni un lobby del aislamiento del radón para el hogar. No hay "interés", vaya. Ni más ni menos. Esto no le importa a nadie. A nadie.

Mi pregunta final es simple ¿Cuantos estudios más hacen falta para que empecemos a preocuparnos por si aquello que comemos a diario está hecho conforme a procesos y usando sustancias realmente peligrosas a medio y largo plazo para nuestra salud?
¿Cuantos chistes, gracias y tonterías más debemos hacer para entender que tal vez, solo tal vez, deberíamos prestar más atención a lo que nos metemos por la boca y menos a si quien lo hace es zurdo, friki, flipado o esotérico?. ¿Cuanto tiempo más vamos a admitir que tal vez, solo tal vez, comemos o bebemos venenos de dentro de 20 años, que ahora son "sustancias inocuas"?

A lo mejor la OMS es mucho más que el lobby de las farmacias. O la IARC más que el lobby de la soja, como leía en Facebook hace unos días. Y a lo mejor es bueno leerse los informes antes de titular lo que el director de marketing de  Nestlé, Campofrío o Unilever nos diga que titulemos.

A lo mejor.



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