lunes, 2 de febrero de 2015

Cosas que bebí (en 2014)




Estaba pensando en lo injusto de las "listas de..." y se me ha ocurrido hacer una. Si vale, es ventajosa e incongruente, pero es que me parece útil. Personalmente, digo. A veces uno tiene que recapitular y, aunque no he podido beber y probar todo lo que quisiera, la verdad es que me gusta recordar cosas que me han llamado la atención y en 2014 me gustaron bastantes cosas.

Por ordenarme, me dispuse a pensar en cosas que realmente recordase pero mi flaca memoria me podría jugar una mala pasada así que, pidiendo disculpas de antemano, esto es mas o menos lo que me llamó la atención. Otra puntualización antes de empezar. No siempre hablaré de vinos. A veces me acuerdo de bodegas y de lotes enteros, porque los probé todos (en el mismo momento o a lo largo del año) o porque no me gustó particularmente una añada o marca sino una filosofía y una tendencia que, seguramente, dará en un gran vino en algún momento del futuro cercano de ese vino o bodega.

Por empezar por algo quiero hablar de albarizos. Por abajo y por arriba. El Pescuda de 2013 que hace mi amigo Moldes es una demostración de como hacer buen albariño en precios contenidos.


Desde 7 euros se encuentra y está genial en su simplicidad. Es todo lo mejor que se puede hacer en lo que cuesta. Y sin ser memorable yo me acuerdo de el. Mientras, por arriba, sigo enamorado de Crisopa porque esta es otra dimensión de la uva y del terruño del que sale. Lo pueden descalificar todos los años, le harán un gran favor. Es hoja, y planta, y tierra y fruta escarchada ( de la del rosco de reyes) y al tiempo acidez contenida y recorrido. Que me gusta mucho vaya.

También me gusta (no tanto, pero mucho) el tinto que hace German. Me gusta Milú, pero sobre todo me gusta La Perra Gorda, del que este pasado año me he bebido varias botellas sin fallo. Es vertical pleno y razonable. Buen vino que sabe a lo que quiere saber. Y 2012 aun da de si (en mi opinión, otro año mínimo).  Lo nuevo de Germán es asignatura pendiente para 2015 (Casa Aurora y las fincas de Milú)

Pero en tinto me flipó especialmente el de Xurxo Alba en Rías Baixas. Este Finca O Esteiro es decididamente raro. No porque esté hecho de alguna modo extraño, sino porque corresponde a una manera de entender el vino muy alejada de los cánones generales. Es fragante en nariz pero agradecido en boca rozando lo insípido (espero que se me entienda). Es decir, la boca está pero fluye, sin mas, mientras te ocupa una sensación agradable de aromas plenos de laurel, eucalipto y hierbas. Un vino para beber hectolitros aunque solo haya 850 botellas.

En este aunque a una distancia razonable me gustó también lo nuevo de Xión, en tinto. Un Cuvee con prevalencia de Caiño tinto que también ofrece matices aceptables de tener su propia personalidad. Vinos fáciles pero íntegros, que te llaman la atención sin complejidades ni snobismos excluyentes.
La linea que en la Ribeira Sacra marcara Viña Regueiral (que sigue tremendo, por cierto) la he visto venir también en Sílice, el proyecto de Carlos, Juan y Fredi que me resultó especialmente llamativo en Junio, en A Emoción....

Es otra liga de mencía, emboscada, digna de darle vueltas a ver que es eso que me quiere decir cuando lo bebo. Necesita tiempo, eso si, no es vino de una noche. Es mucha la promesa, a ver como sale. Por de pronto me acuerdo vivamente de el, y hace seis meses que lo tomé por ultima vez.

Para terminar con lo evidente, sigo alucinado con La Cosa de 2012 del amigo Alfredo Maestro. No es tanto lo friki de un vino exageradamente raro, no. Es que el muy carbón se regodea de ti en su simplicidad. Es dulce sin serlo, es fresco sin serlo y es original sin serlo. Y para asumir esto uno tiene que haber cursado primero de Kracher y así poder concluir que, sin tener nada que ver con aquello, esto es uno de esos vinos dulces que ni son dulces ni son secos ni dios que los confunda.

Como El Carro de Rafa Bernabé, pero en simple....y dulce, claro.


Hay mas, claro. Me paro en muchos, en La Movida (que garnacha por dios) en algo de Tentenublo, en algo de Luis Anxo, pero poco, en Zárate y en Mateo (el crianza oxidativa es memorable), pero mi memoria es frágil (ya lo dije) y me olvidaré de alguno fijo.

A ver si 2015 está a la altura (que pinta que si).



* fotos de las bodegas, de vinowine.es, de juncalalimentacion.com y del blog de Mariano Fisac

2 comentarios:

DANINLAND dijo...

Tomando nota...

José Luis Louzán dijo...

Hombre Daniel¡,. cuanto tiempo :-)

Gracias por pasarte.