viernes, 27 de noviembre de 2009

Miscelanea prenavideña.

Me gusta la Navidad. Me da exactamente igual el significado religioso, pero la verdad es que se forma alrededor del manido "Espíritu Navideño" una ola de buenas vibraciones que a mi al menos me permea y me encanta. Todo se ve desde una óptica de optimismo (bastante falsario y efímero, pero bueno al fin y al cabo) y lo gastronómico y vinícola no deja de formar parte del todo así que, también.

No digo que se vea la calidad del vino de modo distinto o que los Cavas y Champagne mejoren, no. Pero la verdad es que me vuelvo mas melancólico (mas de lo que un gallego es en invierno) y cosas como el Caldo de Melón me hacen entender bastantes cosas. Para quien no lo sepa, la tradicional Calabaza recibe en Galicia nombres variados. Dos se llevan la palma, Melón o Coco y es tradición su aprovechamiento, herencia de otros tiempos, en dos platos, uno dulce y otro salado, al menos en la zona Noroeste (Costa da Morte) de Galicia.


Uno de esos aprovechamientos es el Caldo de Melón, variación de la receta tradicional del Caldo "da festa" (aquel que llevaba carne de cerdo, ternera y pollo mas chorizo y grelos en lugar de rabizas) aunque en tiempos fue puramente vegetariano, como bien indica sobre el Caldo Gallego en alguna ocasión Miguel Vila en su blog. Un plato puramente vegetal donde la patata era sustituida, o acompañada por su ausencia, de la carne interior de la Calabaza. En el Rest. O Castillo de Vimianzo (del que ya hable en alguna ocasión) se recupero hace años la receta en temporada invernal para incluirla en la carta diaria.... con un importante éxito. Da en un Caldo más dulce pero que, con el acompañamiento de las carnes y el chorizo se vuelve directamente vicioso. Lo dice un gallego atípico que no gusta para nada de la receta tradicional del Caldo Gallego.

La otra receta es dulce, "Chulas de Coco" al menos en algunos hogares de la comarca de Fisterra. A base de la misma carne naranja, en receta con azúcar y sumergidas en aceite hirviendo. Espectaculares.

No son recetas que uno vea, como digo, habitualmente, en la restauración tradicional. Uno de esos locales As Garzas, en Malpica (A Coruña) acaba de recibir una estrella Michelin y en las 24 horas que hace que se supo he oído enhorabuenas y pésames por igual. La cocina de As Garzas es pura de producto, en un emplazamiento espectacular, con un nivel de atención bastante exigente y una carta de vinos extensísima. Y ya esta. Elegante, fino, acertado, más que digno y respetuoso con el cliente y la mercancía. Calificativos todos de un trabajo bien hecho que recibe un galardón.... o una manzana envenenada. Ya lo veremos. Segunda estrella en la Costa da Morte. Da que pensar, porque si es difícil un local de ese nivel en A Coruña o Santiago.... en Barizo, ya no os digo nada.


Esto de los premios, la navidad, el "buenismo" de estas fechas me acompaño en la prueba de un tinto del que ya os hable pero que faltaba en mi catalogo sensorial. El Finca Teira Colleita de 2008 de Manuel Formigo. Un Ribeiro a base de uva autóctona, Caiño longo, Sousón y Brancellao. Fino, afrutado pero nada nervioso, muy domado y con toques a grosella y regaliz, a pesar de carecer de ninguna crianza más allá del tanque de Inox. Buen vino para sus 8 euros en tienda.

Un vino que fue tan tradicional como el plato que refería más arriba. Que lo fue, como tantas cosas por aquí, porque no había otra opción, este tinto o la nada. Este vino o un blanco. En un territorio que ahora, 2009, sitúa uno de sus locales mas inhóspitamente situados a la vanguardia gastronómica del mundo, en ese club de elegidos por el marketing y la excelencia de una guía con criterios mas que discutibles pero seguida por millones. Un lugar donde se utilizaba calabaza cuando no había patatas y un plato con carne se volvía vegetariano por obligación. Un país por descubrir.





* Las fotos de la web la primera y la segunda de www.fincateira.com. Por cierto que la etiqueta del vino ha cambiado a un diseño mas minimalista y sencillo.

8 comentarios:

Mariano dijo...

Coincido en lo de las chulas de calabaza, toda una delicia.

Esto del regreso a la gastronomía tradicional me recuerda a una conversación muy curiosa que tuve con Fernando Filgueira sobre la recuperación de la cría del pichón autóctono, y que tampoco viene mucho al caso...

Y cuando más hablas de ella, más me interesa esa bodega Formigo, habrá que investigar.

José Luis Louzán dijo...

... Pues aún falta por dar a conocer (al menos en esta casa) el dulce de Formigo.
Una exquisitez, según varios "expertos" consultados, aunque espero poder probarlo personalmente en los próximos días..

Jorge Díez dijo...

Sí que te ha quedado melancólico el post, sí.
La calabaza es un gran producto, un todoterreno que lo mismo cumple en salado que en dulce. Así que resultan apetitosas esas propuestas.

compangu dijo...

Pues a mí también me gusta (aunque no me gusta tanto que cada vez empiece antes).

Ese "buen rollismo" que se respira en la calle, eso de las farturas con amigos, conocidos, compañeros, los buenos deseos (efímeros pero buenos), esos bares petaos... Debe ser ese espíritu borrachín y juergista que me acompaña, pero me gusta.

Y, como tú,enlazo con un vino: el Peza do Rei blanco 2008, del cual salieron 4000 botellas. Godello, Albariño y Treixadura. Nariz impresionante, y en boca muy agradable. Me gusta cada día más la Godello (será por aquello de las minorías)

José Luis Louzán dijo...

Jorge; Es esencialmente como un gallego de verdad debe estar a partir de Noviembre (desde el dia de santos) y hasta, al menos, el 30 de Marzo 8depende si uno vive al norte, al sur o al oeste del país)...
Llevabamos quince dias sin ver el sol hasta esta mañana que se ha asomado un cuarto de hora... como para bailar bulerias jejejeje

Compangu; El Peza do Rei es muy buen vino, buena RCP y buena progresión... y de la Godello no digo nada, cada vez se hace mejor... aunque yo prefiero Ribeira Sacra a Valdeorras, al menos en esta añada...

Otra cosa son los personajes que exigen la "nacionalización" de la uva.... cosas veredes...

Smiorgan dijo...

Hola José Luis. No he podido resistirme, tras contestarte a un comentario en el blog de Mariano, a trastear en tus blogs.
Manda carallo o que é a vida.
Yo también marché de Galicia a Málaga, donde me quedé 5 años, aunque ahora vivo en Alicante.
Málaga cuesta al principio, pero engancha, a que si?
Saludos y nos leeremos más.

José Luis Louzán dijo...

Málaga es y será, para mi, mi corazón y mi aliento... porque respiro y rejuvenezco en ese lugar, cosa que no me sucede en mi Galicia querida, tierra que como ninguna otra odia y hecha a sus hijos a base de temporales, frío, viento, humedad y dureza...
Me ha quedado poético-trágico pero es lo que hay...

Dicho esto, paisano, ¿non había sitio mais lonxe para ir vivir jejeje? ...

Smiorgan dijo...

Habia, ho, pero quedei aqui.
Ya sabes los sabios dichos populares sobre glándulas mamarias y vehículos de tracción animal, jeje.
Hombre, Galicia debe mucho de su encanto a todo eso que cuentas, que se hace duro a veces, pero que otras se echa de menos.
Saludos.