lunes, 27 de octubre de 2014

Rehenes.

Es tema de debate en el mundillo vinicola ultimamente el hecho cierto de que las cosas que dicen las autoridad (ministerios, consejerías, organizaciones oficiales, DOs, etc...) y la realidad tienen bien poco que ver.

Este Domingo, el diario mas patético de Galicia publica una publi-entrevista con el Presidente da la DO Rías Baixas, su alteza serenísima el conde de Montecrist.... no, que me lío. La entrevista es a Júan Gil de Araujo, propietario y gestor de Palacio de Fefiñanes y actual presidente de la DO. En realidad, para ser exactos, el presidente de la DO Rías Baixas es D. Juan Gil de Araujo y Gonzalez de Careaga, Marques de Figueroa. Y es un titulo nobiliario de los de verdad, no del tipo "el pequeño Nicolas". Este figura en los libros y es hereditario.

No creo que ser marques lo haga a uno ni mejor ni peor, pero que lo hace distinto para una parte de España es un hecho. Este señor, que posa con capa española para un medio de comunicación sin ser Batman, es el autor de una serie de frases que, en mi humilde opinión, son deudoras y al tiempo garantes de un futuro mas bien oscuro y difícil para la calidad en la DO.

No creo que Juan Gil sea un mal presidente. De hecho, no creo que pueda haberlo mejor en la DO. Y no puede haberlo por dos razones. La primera; el presidente que quieren las cooperativas y Terras Gauda, unidos a las docenas de productores que ni elaboran ni ganas que tienen de elaborar hace muy difícil que salga elegido otro perfil de dignatario. Y este tipo de presidente hace y dice aquello que las cooperativas, Terras Gauda y esas docenas de productores quieren que diga.

La segunda: Un presidente del perfil e ideas que a muchos nos gustaría sería rehén de esa mayoría (que lo es) en el Consejo Regulador y que hace dificilísimo trazar un futuro basado en la calidad en Rías Baixas (o en ninguna parte). Así que si. Es imposible tenerlo mejor.

Y ahí le tenemos, al bueno del señor Gil de Araujo y Gonzalez de Careaga, entregado a la causa, diciendo que "Este año vamos a cerrar el ejercicio con mas de 21 millones de litros de vino calificados (Crisopa no figura ahí, que cosas). Es cierto que hay que dejar de vender el vino a precios bajos y volver a precios normales (porque la calidad ha mejorado notablemente, supongo), para equilibrar la oferta y la demanda. Pero nuestra tendencia es que vamos a necesitar cosechas de 30 millones de kilos de uva. Y (aquí viene lo bueno) este es un mensaje para tranquilizar a los viticultores". Y tanto.
Salvo por mis apostillas la cita es literal.

Este es un mensaje para sustituir a otro. Hace unos meses, en un especial en el mismo diario, el presidente de la DO hacia una defensa cerrada de la "necesidad de seguir trabajando en la linea de calidad y selección que hemos establecido". Y eso de "calidad y selección", dicho sin anestesia en Rías Baixas es peor que soltar un libro abierto en la casa de Gran Hermano.
Quizá por ello, o simplemente porque no se puede esperar nada mejor de quien afirma también que "las grandes superficies son un mercado en el que los Rías Baixas tienen que estar" es por lo que la entrevista de este domingo solo es otro clavo en el ataúd.

En el mundo del vino, el de verdad, no el que se estila en las Españas que nos contemplan, la situación de Galicia es de privilegio. En una latitud como la del noroeste español, con uvas adaptadas al suelo tras décadas, cuando no siglos de permanencia, en un lugar de microfincas, de "terroir" puro, la mitad del trabajo ya estaba hecho. Variedad, suelo, clima. Todo encaja. Todo, salvo la avaricia y la comodidad de los pobres de mente, de los que no ven mas allá y prefieren que su estandarte sean vinos a 2,30 en el estante de una gran superficie. Aquellos que creen que, cuando la mayoría sepa de que va eso de escoger un buen vino, seguirá valiendo el argumento vacío e insulso de las calificaciones de añada (siempre excelente, increíble. Un milagro) o de los puntitos y medallitas. Que cuando la gente sepa que existen "Ferraris" del vino (hechos a mano, uno a uno y con mimo y atención expresa) seguirá queriendo pagar mas por un triste utilitario, fiable a veces y ademas a un precio exagerado para un coche de a diario. Porque aquí los Ferraris, a veces, cuestan menos que los vinillos de tres al cuarto que el señor presidente y la DO quieren ofrecer como la panacea de una zona excelente, si, pero maltratada por sus propios usuarios.


No me mueven intereses espurios, no me motiva el dinero ni me pagan los de la DO Rueda. No. Me mueve la pena de haber bebido cosas extraordinarias  y de saber que aquellos que las elaboran son una minoría de idealistas. Viticultores que podrían seguir vendiendo su uva sin mas pero que dejaron de hacerlo por pena, al ver como el esfuerzo de días y días de campo, de viña, de tesón y audacia se mezclaba con quilos y quilos de comodidad y conformismo. Me mueve la pena de saber que quien hace Fefiñanes III año dice que "el reto es siempre la promoción". Y esa promoción, ¿con que se va a hacer?...¿con vinos descalificados?, ¿con vinos de 2,30€ la botella?...¿o con los que se elaboran ya de partida fuera de la DO para "evitar su desprestigio"?.  

Me parece que Rías Baixas tiene el presidente que se merece y quiere. Predecible, rehén de los que realmente mandan en el consejo y dispuesto a promocionar la supuesta calidad de la DO y sus vinos a donde quiera que vaya, aunque los hechos le quiten la razón. El precio cae, pero nunca es porque los compradores ya tienen lo mismo en Rueda a mejor precio (blanco, fresco, fácil...), no. Es por otras cosas y lo vamos a arreglar produciendo mas cada año.

Todo genial.



* Fotos: de las webs berenguela.com y eco-viajes.com

5 comentarios:

Mariano dijo...

A mi el papel del presidente de la DO, me recuerda un poco a la figura del Principe Felipe de Inglaterra. Ni pincha ni corta y lo sacan a pasear de gala de vez en cuando. Este además es muy pintón, sobre todo con la capa de Batman.
Para el caso, yo pondria a un actor de pelis de mamporros. Tipo Chuck Norris, pero claro, si se empeña en plantar chardonnay en Salvaterra, a ver quien le dice que no.

Jose dijo...

Hola a todos,

JL, yo en este caso disparo con la pólvora que pagan otros, ya que yo no vivo de esto, pero creo que ya se ha llegado a un punto en todas las DOs en que si te importa el vino que haces, tienes que irte de la misma. Aportan cero o menos; restan.

Siguiendo a Juan Ramón Jiménez, si dan papel pautado, a escribir por el otro lado.

Saludos,

Jose

Smiorgan dijo...

Ya comentamos algo de esto en Twitter, y suscribo 100% lo que dices.
Casar los aumentos de producción y la permanencia en los lineales de las grandes superficies con la lucha por la calidad, es un tanto complicado, me parece a mi.
Como dije, igual los productores serios deberían plantearse el salir de la DO. Y ya sabemos en quién pensamos.

Saludos.

José Luis Louzán dijo...

Mariano:

Es que no se podían haber buscado a alguien mas adecuado para un puesto vacío de contenido pero cargado de representatividad....presidente de DO.

Jose:

La gracia del asunto ( si tiene alguna) es que la comodidad de algunos está llevando a un punto al sector en el que, por mucho que se empeñen, la credibilidad de los sellos va en caída libre.
Y, aunque lo ignoren a sabiendas, en 10 o 15 años los que deban o no sostener la categoría de los vinos de un determinado lugar deberán ser aquellos a los que realmente les va algo en defender su vino y su viña, porque los demás....los demás estarán invirtiendo en otra cosa.

Smiorgan:

Esta ultima frase tuya es el quid de la cuestión, la clave de bóveda, el real torcedor...Y sin la DO como organismo certificador, ¿que queda?

Y yo digo; queda la autogestión.

A eso vamos....

Jose dijo...

Cada día que pasa, JL, creo que cobra más y más sentido esa autogestión y agrupación en comunidades de intereses (sí, realmente casi gremiales) para defender los intereses comunes. Los estamentos están, desde hace tiempo, centrados en el autoenriquecimiento, sin aportar nada a aquellos que se supone que representan y menos aun a los posibles consumidores y compradores.

Saludos,

Jose